El 2025 no empezó del todo bien para los vendedores de hojas de coca, pese a que los precios se mantienen, el consumo mermó. En un recorrido por la Feria Pachamama, ubicada sobre la avenida El Éxodo del barrio Gorriti capitalino, El Tribuno de Jujuy pudo consultar los distintos precios dependiendo de la variedad.
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El 2025 no empezó del todo bien para los vendedores de hojas de coca, pese a que los precios se mantienen, el consumo mermó. En un recorrido por la Feria Pachamama, ubicada sobre la avenida El Éxodo del barrio Gorriti capitalino, El Tribuno de Jujuy pudo consultar los distintos precios dependiendo de la variedad.
Respecto al precio, la común paceña se consigue en $7.000, el cuarto. La hojeada está a $9.000 y hasta $10.000, dependiendo la calidad. La hojeada especial se vende $11.000 y la machucada de $6.000 a $7.000. En el caso de la elegida alcanza los $11.500, aunque en otros puestos de la misma feria se la puede adquirir de $11.000 a $12.000. La coca cochala, que se caracteriza por tener palos, algunas semillas, ser de color más oscuro y tener menos tiempo de conservación tiene un costo de $4.000 el cuarto kilo.
Por otro lado, algunos vendedores estiman que en febrero las ventas repunten por los festejos alusivos al carnaval. "Yo mantengo los precios del año pasado, hay que tener mucha paciencia con este negocio, la venta bajó, ya no es como antes, esperamos vender algo más en carnaval pero no haces la diferencia porque está la gente que vende en calle sin autorización", destacó Alicia Figueroa, una de las vendedoras del lugar.
Por otro lado, un tema que a los vendedores de hojas de coca, ubicados sobre la avenida El Éxodo, los tiene muy preocupado es la competencia desleal de aquellas personas que se encuentran apostados en la calle Santiago del Estero. "Volvemos a reiterar el pedido a las autoridades municipales que se realicen mayores controles a quienes venden este producto sin cumplir con las normativas exigidas", señaló.
Luego resaltó que "nosotros vendíamos en la vieja terminal y nos sacaron de ahí, cumplimos en venir a donde hoy estamos pero notamos que no hay controles en esa zona, aquí nosotros pagamos alquiler e impuesto, entonces hay gente que vende en la calle y no paga nada".
La comerciante también confió que los alquileres del lugar rondan los $60 mil pero "cada 6 meses nos suben el alquiler, hoy está en $60 mil, pero en esos lugares está con basura, no hay control por la zona, se ponen en el suelo a vender", reconoció y al mismo tiempo agregó que "eso no nos ayuda a nosotros que venimos desde hace años a este lugar, aquí estamos todo el día hasta las 1 o 2 de la mañana, queremos que se regule la situación".
No descartan que en algún momento se congreguen los vendedores de coca para formar una asociación que los nuclee y pelee por sus intereses. "Ojalá que algún día lleguemos a eso, creo que se necesita para protegernos, nosotros invertimos en muchas cosas en nuestros puestos de trabajo, estamos desde las 6 para vender los productos", comentó.
Cáncer de boca y lengua
Sobre los aumentos de casos de cáncer de boca y lengua en Bolivia, que estarían relacionados con el consumo de coca machucada y los insumos que son utilizados como saborizantes, los comerciantes no se alarman de la situación ya que el "coqueo" en Jujuy es parte cotidiana del día a día de las personas. "El tema es que los bolivianos son brutos, agarran los insumos que se utilizan para coquear y se exceden completamente, todo en exceso hace mal", indicó.
Estos componentes estarían causando lesiones en la mucosa oral y la garganta, aumentando la probabilidad de desarrollar esta enfermedad por el proceso de preparación de la coca, que ahora incluiría aditivos y químicos irritantes. "En lo personal no me preocupa eso porque la gente sigue consumiendo aunque no debería ser en exceso, lo que sí podrían hacer es cambiar los saborizantes por algo más natural como la stevia que no tiene nada de químicos o la yista que tiene químicos pero muy pocos", apuntó la vendedora.
