Un hombre domiciliado en la capital jujeña compró un auto usado y cuatro meses más tarde efectivos policiales se lo secuestraron porque tenía pedido de captura en la provincia de Córdoba.
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Un hombre domiciliado en la capital jujeña compró un auto usado y cuatro meses más tarde efectivos policiales se lo secuestraron porque tenía pedido de captura en la provincia de Córdoba.
Según fuentes consultadas por El Tribuno de Jujuy, un hombre de la ciudad capital vio a la venta en la red social Facebook un auto usado marca Renault Sandero, por lo cual escribió un mensaje privado al Messenger del vendedor.
En esas circunstancias, cuando transcurría mediados del mes de mayo del presente año, intercambiaron mensajes acerca del estado en el cual se encontraba el vehículo ofrecido, hasta que el hombre se dispuso a adquirir el rodado, lo cual se lo comunicó al oferente, quien pedía la suma de 9,4 millones de pesos.
Tras esta confirmación pactaron un punto de encuentro en la ciudad de Palpalá para llevar adelante la transacción, ya sobre finales del pasado mes de mayo.
Llegada la fecha concertada entre quien ofrecía el vehículo y el comprador, este tuvo la posibilidad de manejarlo durante algunos kilómetros para probarlo, como último paso antes de adquirirlo.
En consecuencia el vecino domiciliado en la capital provincial llevó adelante la compra por la millonaria suma mencionada y el vendedor le entregó la documentación pertinente, como ser los formularios 012 y 08, cédula verde y el título del auto.
Hasta el momento todo marchaba sin inconvenientes, incluso el comprador del auto hizo un intercambio del rodado por otro con su tío, algo que previamente tenían acordado.
Sin embargo, exactamente cuatro meses después de haber conocido la oferta en las redes sociales, el nuevo dueño del auto lo dejó estacionado en la avenida Santibáñez, a la altura de la Escuela N° 38 "Juanita Stevens" y a escasos metros del edificio de la Central de Policía.
Alrededor de las 10.30 efectivos policiales que realizaban un recorrido preventivo observaron el vehículo y, por la numeración de la chapa patente, sospecharon que podría ser apócrifa, por lo que el personal de la División Automotores de la fuerza policial esperó el regreso del conductor.
Una vez en el lugar los uniformados le comentaron el posible problema al hombre, quien les narró cómo fue el proceso de compra llevado adelante por su sobrino, antes del intercambio de vehículos que hicieron.
Ante esta situación, los agentes le solicitaron que los acompañe con el vehículo en cuestión a la planta de verificación para despejar las dudas existentes, en donde tras la inspección pertinente pudieron constatar que la patente no coincidía con la numeración de chasis y motor del rodado.
Además, para empeorar la situación el Renault Sandero, tras consultar con la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor (Dnrpa), registraba "pedido de secuestro vigente con fecha 20-04-2024, en Unidad Judicial N° 20 de la provincia de Córdoba", por lo tanto, los uniformados procedieron a secuestrarlo junto a toda la documentación que tenía el actual dueño del mismo.
A raíz de esto, el hombre le comunicó la novedad a su sobrino, quien compró el auto, y realizaron la denuncia en la Dirección General de Investigaciones, alegando que desconocían las irregularidades.
