Jujuy avanza en la actualización y capacitación para el desarrollo del enoturismo por lo que reunió a bodegas locales y agencias de viaje especializadas en la Primera Jornada de Sensibilización y Fortalecimiento del sector, centrada en el turismo vinculado a la vitivinicultura. Ante el crecimiento de bodegas encuentran un gran potencial en el desarrollo del enoturismo en virtud de su calidad, paisajes y cultura.
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Jujuy avanza en la actualización y capacitación para el desarrollo del enoturismo por lo que reunió a bodegas locales y agencias de viaje especializadas en la Primera Jornada de Sensibilización y Fortalecimiento del sector, centrada en el turismo vinculado a la vitivinicultura. Ante el crecimiento de bodegas encuentran un gran potencial en el desarrollo del enoturismo en virtud de su calidad, paisajes y cultura.
Sofía Van Balen Blanken, directora de Turismo de Jujuy, explicó que el objetivo de esta jornada es crear rutas específicas para el enoturismo en la provincia, enfocándose en dos tipos de experiencias, la ruta de Quebrada, que destaca una tipología particular de vinos, y la ruta de Valles, que ofrece una experiencia diferente. "Estamos trabajando en conjunto con la Secretaría de Turismo de la Nación para identificar el perfil de los turistas interesados y las acciones necesarias para el desarrollo de esta actividad", detalló. El encuentro de fortalecimiento local está dentro del Plan Estratégico de desarrollo de productos turísticos centrado en el enoturismo.
Por su parte, Laura Simone, directora de Desarrollo Turístico de la Subsecretaría de Turismo de la Nación, destacó el significativo crecimiento del sector en Jujuy. "En 2017, la provincia contaba con solo cinco viñedos o bodegas, mientras que ahora hay más de 20, muchas de las cuales están en proceso de certificación y adopción de directrices para la gestión de viñedos y bodegas", afirmó.
La jornada tuvo una parte teórica donde se abordaron temas como las tendencias actuales del enoturismo y las demandas del mercado. En la práctica los participantes pudieron interactuar, compartir experiencias y construir sinergias para enriquecer la oferta turística local.
Simone enfatizó la necesidad de que Jujuy desarrolle su propia marca dentro del contexto nacional, aprovechando su potencial único. "Mientras Mendoza y Salta ya tienen una trayectoria establecida en el enoturismo, Jujuy tiene la oportunidad de destacarse con su oferta de vinos de altura, su cultura en la Quebrada y su entorno natural", subrayó.
El encuentro también permitió reflexionar sobre la importancia de la profesionalización y la inclusión de las bodegas en la oferta turística. "Aunque el número de bodegas ha crecido, aún es necesario avanzar en la habilitación y en la incorporación de estos establecimientos a la oferta turística. Algunos ya están explorando nuevas formas de atraer visitantes, como eventos sociales o corporativos", agregó Simone.
Destacó que el enoturismo puede ser una actividad complementaria de gran potencial, no solo para atraer turistas especializados, sino también para enriquecer la oferta turística general de la provincia. "Es fundamental que cada establecimiento identifique sus fortalezas y se complemente con los demás para ofrecer una experiencia más completa y atractiva", afirmó Simone.
Planteó que desde Turismo de Nación trabajan con "Argentina tierra de vinos" como marca identitaria y que Jujuy podría trabajar su marca local. "Viene creciendo el número de visitantes. En 2022 hubo más de un millón de visitas a los establecimientos vitivinícolas abiertos al turismo, y por eso creemos que es interesante para que Jujuy pueda tener protagonismo dentro de lo que es la oferta nacional de enoturismo, que pueda resaltar sus valores, esto de los vinos de altura, pero también el valor de la cultura en la Quebrada o el valor de la naturaleza, esto de poder disfrutar del entorno natural en los cuales se está sembrando y cosechando la vid", explicó.
Una Ruta del Vino
También participó el presidente de la Cámara de Turismo y emprendedor de Bodegas Yacoraite, Rodrigo Torres, quien consideró que el enoturismo es un trabajo que está comenzando y que llevará tiempo desarrollarlo. Explicó que algunos emprendimientos abren de martes a domingo, otros son más estacionales o con reserva, y la idea es integrar a varios para hacer una ruta del vino, por lo que estimó que necesitarán tener estabilidad en la apertura, personal y trabajar en conjunto con agencias de viajes.
Sostuvo que ahora prevén participar en una feria de turismo y a principios de octubre será la Feria Internacional de Turismo (FIT) por lo que estimó que sería interesante que participen viñedos y bodegas jujeñas para mostrar la oferta, ir conceptualizando y consolidándose de a poco en el mercado turístico. "Somos muy nuevos, si bien hay algunos viñedos o emprendimientos y tienen varios años pero por ahí se destacan mucho en la producción, pero no en la visita turística o no tenían algún lugar o espacio destinado precisamente para el turista más que un box de venta, así que nada la idea es desarrollarla", afirmó.
En un espacio pequeño se hallan dos terroirs
Durante las Jornadas de enoturismo, Pía Graziosi, una especialista que trasladó su experiencia desde Mendoza a Jujuy, destacó el potencial único de la provincia para convertirse en un destino vitivinícola de renombre. Decidió establecerse en Jujuy tras quedar impresionada por sus características geográficas. "El clima y el suelo de Jujuy tienen el potencial de convertir esta región en una de las mejores zonas vitivinícolas de Argentina. En un espacio relativamente pequeño se pueden experimentar dos terroirs completamente diferentes, lo que es bastante raro y valioso", dijo.
Subrayó la inversión significativa en Jujuy como un factor diferenciador con respecto a otras como Catamarca, que aunque más antigua no presenta ese dinamismo. Además destacó la diversidad de estilos y la calidad del capital humano en Jujuy, con proyectos respaldados por los mejores asesores de Argentina. "Jujuy tiene una calidad en su producto que puede competir a nivel nacional e internacional, no tanto por el volumen, sino por la excelencia y la identidad única de sus vinos", explicó y abogó por integrar a la comunidad local, incluyendo a alfareras y artistas, para enriquecer la oferta turística y cultural. "El turismo de alta gama puede generar un impacto económico significativo si se crean propuestas únicas que conecten al visitante con la identidad del lugar", dijo.
Desde Viñedos Yacoraite, Rodrigo Torres cuenta con un WineBar que cumplirá un año al pie del cerro La Pollera de la Coya y Yacoraite, Tilcara donde ofrece una propuesta gastronómica con un menú de cuatro pasos y degustaciones con vinos propios e invitados. "Tenemos dos vinos destacados: un Malbec 2018 con 18 meses en barricas de roble francés y húngaro, y un Cabernet Franc muy especial. El Malbec, en particular, ha recibido una medalla de oro en la categoría de guarda el año pasado", destacó. El viñedo de 5.5 hectáreas también produce variedades como Merlot y blancas como Torrontés y Chardonnay, con planes para lanzar un vino blanco este año.
