Dice el ensayista historiador Hernán Brienza en su libro “Éxodo Jujeño”:... “¿Habrán sabido esos hombres y mujeres del pueblo presentes allí, en las barrancas de Rosario, que estaban asistiendo a un hecho fundacional? ¿Habrán tomado conciencia los soldados de que en esa tarde soleada flamearía por primera vez la independencia?”. El investigador Brienza nos trae la reflexión anterior de la mano del escritor Jorge L. Borges, quien escribió en el “El pudor de la Historia”: “El 20 de septiembre de 1792, Johann W. Von Goethe (que había acompañado al duque de Weimar en un paseo militar a París) vio al primer ejército de Europa inexplicablemente rechazado en Valmy por unas milicias francesas y dijo a sus desconcertados amigos: ‘En este lugar y el día de hoy, se abre una época en la historia del mundo y podemos decir que hemos asistido a su origen...’”.
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Dice el ensayista historiador Hernán Brienza en su libro “Éxodo Jujeño”:... “¿Habrán sabido esos hombres y mujeres del pueblo presentes allí, en las barrancas de Rosario, que estaban asistiendo a un hecho fundacional? ¿Habrán tomado conciencia los soldados de que en esa tarde soleada flamearía por primera vez la independencia?”. El investigador Brienza nos trae la reflexión anterior de la mano del escritor Jorge L. Borges, quien escribió en el “El pudor de la Historia”: “El 20 de septiembre de 1792, Johann W. Von Goethe (que había acompañado al duque de Weimar en un paseo militar a París) vio al primer ejército de Europa inexplicablemente rechazado en Valmy por unas milicias francesas y dijo a sus desconcertados amigos: ‘En este lugar y el día de hoy, se abre una época en la historia del mundo y podemos decir que hemos asistido a su origen...’”.
Aquí debemos recordar que la batalla de Valmy, conocida como el “Cañoneo de Valmy”, se produjo contra el ejército invasor de prusianos, el 20 de septiembre de 1792. Fue la primera victoria de un “ejército popular” conformado por ciudadanos, los llamados sans culottes o sin calzones, vestían pantalones largos con doblez abajo, chaqueta corta y el gorro frigio de la libertad (gente de las clases bajas de trabajadores, artesanos y comerciantes, y no formaban parte de la burguesía, aristocracia y familia real de Francia). Este triunfo de Valmy dio inicio a las decadencias de las monarquías en Europa. Es importante señalar en este aporte por lo comentado de JLB, que Goethe estaba incorporado al ejército francés y era secretario del duque de Weimar. Todo esto que forma parte de investigaciones del historiador Carlyle y en lo relacionado al comentario del alemán Goethe sobre el triunfo francés expresó: “... en una reunión de oficiales en que se comentaba el desastre: ‘Aquí, y en el día de hoy, comienza una nueva época de la Historia universal, y podréis siempre decir que estuvisteis presentes’”.
Esta afirmación final de Goethe es de carácter fundacional, tanto en los dichos de Borges, como lo del escritor alemán y es lo que le sirvió a Brienza para preguntar por el bautismo de las baterías Libertad e Independencia en las barrancas del Paraná, el 27 de febrero de 1812, momento en que Manuel Belgrano enarbola una bandera con los bellos colores azul y blanca, para identificar la tropa bajo su mando y que son los mismos colores de la escarapela propuesta al Triunvirato de Buenos Aires y aceptada como un distintivo nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata. La creación de este simbolismo identificatorio traerá serios problemas al general, debido a los inconvenientes comunicacionales entre Buenos Aires y los diferentes lugares de un vasto territorio como en este preciso momento que es nombrado general en Jefe del Ejército del Norte y debe partir para hacerse cargo de su nueva función y que por cuestiones de la política internacional no puede mostrar públicamente, y que por desconocimiento de esta orden y ya en Jujuy, y en uso de su función, volverá el 25 de mayo de 1812, a hacer bendecir por el canónigo Juan Ignacio Gorriti el sagrado símbolo de la patria naciente y celebración de su segundo aniversario.
Después del acto religioso y ante el pueblo y ejército reunidos, Belgrano con el paño azul y blanco en sus manos expresó su más encomiable discurso, con mensajes promisorios y alentando a todos los corazones por el amor y la libertad, sin olvidar que “el 25 de mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia”. Finalizó sus sentidas palabras con expresiones inclusivas y declamación de fortaleza para los “soldados, hijos dignos de la patria, camaradas míos”: “Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros conciudadanos, todos, todos, fijan en vosotros la vista y deciden que es a vosotros a quienes corresponderá todo su reconocimiento si continuáis en el camino de la gloria que os habéis abierto. Jurad conmigo ejecutarlo así, y en prueba repetid: ¡Viva la Patria! ¡Viva la Patria! ¡Viva la Patria!”.
En cumplimiento de su derrotero y de una guerra impiadosa llevará a Belgrano a su ejército y pueblo jujeño, por los caminos de una epopeya única, a partir del Éxodo del 23 de agosto de 1812, de las victorias de “Las Piedras”, de Tucumán y Salta y de las derrotas de Vilcapujio y Ayohuma, quedará sellado el sacrificio por la patria y por su fundación y fundador indiscutible: el general Manuel Belgrano.