íQué lindo debe ser haber sido la "seño" de casi todo el departamento de Ledesma! O por lo menos eso es lo que se vislumbra cuando una la nombra. Yedelmira Viltes de Noguera era y seguirá siendo la querida "Seño Deye", para mucha, mucha gente, de varias generaciones por esta zona.
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íQué lindo debe ser haber sido la "seño" de casi todo el departamento de Ledesma! O por lo menos eso es lo que se vislumbra cuando una la nombra. Yedelmira Viltes de Noguera era y seguirá siendo la querida "Seño Deye", para mucha, mucha gente, de varias generaciones por esta zona.
La escritora y docente ledesmense falleció el último viernes, por una enfermedad que no pudo vencer, y toda una ciudad la lloró. Las personas que más fijan su presencia en una comunidad, son los artistas que dejan obras que los inmortalizan, y la gente de bien que todos reconocen por su entrega. La "Deye" tenía las dos cosas. Por eso aquí estamos hablando de ella.
Además de su labor artística, publicaciones y desempeño en el Grupo Cultural Grada (del que fue miembro fundador), de amplia trayectoria en la provincia, ella en los últimos años nutrió las páginas de nuestro matutino, El Tribuno de Jujuy, con una interesante columna que tituló "Yungas Cultural", donde se reflejaba la inmensa producción artística y cultural de la ciudad de Libertador, la que la vio nacer.
Ese reconocimiento que no es sólo formal, sino afectuoso, de la comunidad hacia su persona, viene con los años y la entrega genuina. Ella fue docente y escritora, docente y poeta, docente y mujer, docente y madre, docente y vecina. Su rostro siempre sonriente, fue para todos igual.
Bella mujer, contenedora, solidaria, humilde, siempre dispuesta a "estar" no sólo para sus cercanos, sino para todo el que pasó por sus aulas, y quedaba en su vida para siempre.
Fue maestra de la Escuela Dorrego, del Colegio "José María Paz", profesora de la Escuela Técnica "Herminio Arrieta" (Etha), y directora de la Escuela 73. Todas de la zona. Pero también hay que mencionar que se inició como docente en la escuela de El Bananal, de Ledesma.
Como artista, publicó textos en verso y prosa, en las antologías del grupo, en las de la Sade (Sociedad Argentina de Escritores) de Jujuy (donde también fue socia), y en la Federal de Poesía de la región Noroeste (2017).
Publicó en las antologías "Vivencias" (poemas y prosa) y en "Otras vivencias" (autores ledesmenses); en la Antología de la Sade seccional Jujuy, en 1997; en el Libro de Oro de la Sade, en 2008; y en Cartillas Poéticas (2006, 2010 y 2012).
Su primer libro publicado fue "Entre la piel y la luz", de poemas, con la Editorial Apóstrofe, en el año 2015.
Por su literatura, recibió reconocimientos y galardones, entre ellos, el 2º Premio de Poesía "Juegos Florales Quebradeños", en 1967; mención Especial en el Certamen Poético "Año Internacional del Niño y la Familia", del Consejo General de Educación, en 1979; el 2º Premio de Poesía del Concurso Provincial "Martín Raúl Galán", de 1991; y el 1º Premio de Poesía del Concurso Provincial "Martín Raúl Galán", de 1992, organizados por el Centro Cultural y Deportivo "Ingeniero Herminio Arrieta", de la ciudad de Libertador; y el Primer Premio de Región Yungas del Concurso Provincial de Poesía "Néstor Groppa", en 2014, organizado por la Secretaría de Cultura de Jujuy.
Debido a sus problemas de salud, surgidos en el último año, quedaron truncos algunos proyectos literarios junto a poetas y escritores locales.
Entre las actividades que contaron con ella en los últimos años, fueron sin dudas, la enorme pasión que le puso a las presentaciones de obras de sus alumnos-discípulos, hoy también escritores, Silvina Brizuela y Gustavo Chávez.
Ambos fueron sus alumnos en la primaria, y ambos quedaron prendados de su ternura. Con los años, y cuando ellos hicieron sus caminos de escritores contaron con su alegría y su mirada para crecer en ello.
Silvina Brizuela está radicada en México, y en 2022 publicó su primer libro "Cuentos de mi pueblo encantado", que presentó de forma virtual, en el Centro de Visitantes de Ledesma. Allí las anfitrionas y presentadoras que recibieron la video llamada, fueron dos grandes escritoras de Ledesma, Nancy Olivera y la mismísima "Deye".
En el mes de marzo de este año, ya en pleno tratamiento de su enfermedad, fue convocada por Gustavo Chaves para presentar su segundo libro, "La ETHA, un anecdotario de medio siglo de vivencias compartidas", y allí estuvo, para leer algunas líneas dedicadas a su exalumno, el autor. Antes le había dado su mirada sobre su primera publicación, "Machetes del corazón", de 2018, con anécdotas y vivencias del pueblo de Ledesma.
Y por si le faltara donde aportar más belleza, también pintaba y se dedicaba a las flores.
Lo cierto es que siempre estuvo, y desde ahora siempre estará, en las artes, en la gente, en las anécdotas y en el corazón de un pueblo, lleno de sus alumnos y lectores, que no la olvidarán, porque lo que hizo y lo que escribió es imborrable, para un pueblo simple y querendón, como el de Libertador.
La "Deye" fue parte de la vida y del afecto de Libertador General San Martín, por eso las redes estuvieron desde el viernes, abarrotadas de homenajes y buenos recuerdos. Eso es sin dudas lo mejor que le puede pasar a cualquiera cuando parte de este mundo, que la gente te recuerde con alegría y agradecimiento, que esté triste por tu ausencia, pero no al extremo, porque haberte conocido hace todo más llevadero.
Mujer hermosa y de roble, generosa y humilde, amante de las letras y del buen consejo.
Deye se fue a descansar de su paso terrenal, pero está en la gloria de los mejores recuerdos con sus poemas, con sus textos y su apoyo a la cultura.
