Hoy es una fecha más que importante para los peronistas, donde recordamos el regreso de Juan Domingo Perón a nuestro país, luego de casi 18 años de proscripción y exilio.
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Hoy es una fecha más que importante para los peronistas, donde recordamos el regreso de Juan Domingo Perón a nuestro país, luego de casi 18 años de proscripción y exilio.
Recordamos también la fortaleza y resistencia demostrada por el Movimiento Justicialista, cuyos miembros, aun siendo perseguidos, nunca olvidaron a su líder y lo mantuvieron presente en la memoria popular, así fuera tan solo mediante pintadas clandestinas que rezaban “Luche y Vuelve”, durante los años de mayor censura de la denominada revolución libertadora.
En esos tiempos oscuros, ser Militante Peronista era peligroso y exponerse abiertamente podía terminar en torturas e incluso en la pérdida de la vida en manos del gobierno de facto. Así, las demostraciones de resistencia se volvieron prácticamente anónimas, pero siempre presentes a lo largo y ancho del país.
Luego de 52 años está más que claro que ningún ciudadano se realiza en una Nación que no se realiza y el Militante Peronista siempre estará allí, basando su vida en la cultura de la solidaridad y el trabajo por el prójimo, acciones que marcan el norte de cualquier utopía revolucionaria.
Como decía Ernesto Jauretche, el Militante Peronista caerá mil veces, pero encontrará energía en el servicio a sus semejantes y así, mil veces se levantará, ya que su paso por la historia sólo está justificado si es capaz de honrar la vida, defender los derechos sociales y políticos de los desposeídos y sostener a ultranza, poniendo el cuerpo si es preciso, una inquebrantable lealtad con el pueblo que le da su aliento.
Hoy vivimos una crisis de representatividad, donde la empatía y el bienestar colectivo están en discusión, por eso el Militante Peronista nunca debe expresarse como un individualista sin rumbo ni convicciones, sino como una parte activa de la sociedad.
El Justicialismo y nuestro conductor, el General Perón, nos enseñaron que siempre primero está la Patria, después el Movimiento y luego los hombres, por lo tanto, la política para el Militante Peronista no es un fin sino el medio para el bienestar de la Patria, de nuestros semejantes y sobre todo de aquellos que menos tienen.
Dejando de lado los egos y centralismos, y sobre todo haciendo una autocrítica, guiada por el pensamiento pero basada en el corazón, recapacitemos sobres nuestros conceptos y actitudes, teniendo presente que el Militante Peronista, formando parte de la militancia, debe luchar siempre, codo a codo con sus compañeros, por una Argentina mejor.
Quienes tenemos un mayor grado de responsabilidad por ocupar cargos elegidos por el pueblo y sobre todo si decimos ser Militantes Peronistas, seamos más respetuosos, solidarios y humildes, practicando la Justicia Social para así definitivamente lograr una Patria más Justa, Libre y Soberana.
Feliz Día de la Militancia Peronista.
