Con el afán de lograr la superación personal, prevalecieron sus expectativas al volcarse a la evolución en su formación como profesional impulsado por una circunstancia que le aconteció en tiempos de niñez.
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Con el afán de lograr la superación personal, prevalecieron sus expectativas al volcarse a la evolución en su formación como profesional impulsado por una circunstancia que le aconteció en tiempos de niñez.
Es que Martín Jesús Facetti vivió una situación que tendría una gran incidencia en su vida. Y es que a los siete años por una circunstancia desafortunada, sufrió un accidente al caer de un tercer piso, desde la terraza de su casa. Fue un momento complicado de transitar en su infancia que supo afianzar junto a sus ganas de salir adelante. Debido a este suceso, convive con dos deficiencias adquiridas; una sensorial relacionada con la baja visión y; la otra, vinculada a la motricidad por la parálisis cerebral que sufrió.
Durante los primeros seis meses, el joven de treinta y seis años tuvo que utilizar silla de ruedas de manera temporal y, entonces, su fuerza interior salió a relucir para no dejarse vencer.
Luego de cinco meses de rehabilitación junto a sus principales pilares que son sus padres, asistió a Appace para mejorar su condición y reponerse físicamente. "En ese tiempo tuve ausencias en la escuela que fueron necesarias, pero sabía que tanto en la parte física, como en la parte pedagógica; tenía el acompañamiento de profesores en educación especial para poder volver a cursar", expresó Facetti, quien luego ingresó al segundo grado y logró terminar de estudiar los Niveles Primario y Secundario, en el Instituto "Santa Bárbara".
No se dejó abatir por ningún motivo, más bien supuso un desafío continuar a pesar de su baja visión, por el que se percibe como lector más visual que auditivo. Hoy, su lectura es autónoma y aunque la realiza con mucho esfuerzo, tuvo siempre el amor desde una familia que lo respaldó en la constancia.
Afrontar la escuela fue un reto para su vida, ya que existieron barreras físicas y actitudinales, pero junto a su espíritu de lucha firme, atravesó con entereza el tiempo de recuperación. "Estudié desde segundo grado y ya en el año 2001 terminé mi nivel primario; también estudié la secundaria y me recibí en el 2007", dijo con orgullo Facetti, bajo la premisa de que la enfermedad no es una excusa para no poder estudiar.
Fiel a su convicción, en el año 2008 se inscribió en la carrera de Educación Especial en el Populorum Progressio, con la meta de continuar el camino trazado por su abuela, una de las fundadoras de la misma.
"A la carrera la cursé hasta el 2013, recibiéndome en el 2014 y -en febrero de ese mismo año- logré insertarme al mundo laboral en el Ministerio de Desarrollo Social; en 2016, pude disertar en los talleres y capacitaciones correspondientes a la Dirección Provincial de Personas con Discapacidad", explicó el joven que encontró en la educación hospitalaria una nueva experiencia.
No obstante, en su abordaje por este camino tuvo gran crecimiento en cuanto al progreso personal. "Me considero un lector visual más que auditivo, porque uso una lupa electrónica, para poder divisar las letras pequeñas en los textos", contó. Aunque el material no era favorable a su campo visual, no se dio por vencido. Hubo momentos de frustraciones, en la práctica que realizó en el Hogar Escuela; y también dificultades al no poder ver las carpetas de los estudiantes, por lo que el uso de la lupa electrónica le permitió desenvolverse mejor en este campo. Sin embargo, a partir de su caída, se prometió hacer el bien a las personas que transitaran por una situación similar. "Siento la satisfacción de cumplir mi profesión. En 2017, pude continuar el post-título en Educación Inclusiva y ahora estoy pensando en el post-grado", comentó Facetti.
La satisfacción personal del joven es inmensa y se hace eco en cada actividad que se propone efectuar. "Siento que uno tiene que seguir buscando herramientas para perfeccionarse y observar para poder trabajar en conjunto", expresó quien sostiene que hace falta más empatía por las personas con discapacidad en la sociedad.
En cuanto a su misión como disertante, sabe apreciar que deja enseñanzas y aprendizajes. "Puedo exponer la temática de la discapacidad, sea a estudiantes o personas mayores. Creo en que saber dejar una buena base para que la gente descubra la temática, es fundamental para un cambio de conciencia", indicó quien diserta sobre el trato a las personas con discapacidad, el entorno social y las barreras arquitectónicas en la ciudad que no permiten el buen manejo a las personas que lo requieren para su bienestar.
"Se piensa que los estudiantes con discapacidad no pueden cursar la escuela común, cuando es un mito que hay que derribar a través de charlas de concientización", reveló Facetti que notó una evolución personal signada por la concreción de objetivos.
La importancia de sentirse contenido fue fundamental como lo es para cualquier persona, que con o sin discapacidad, tiene que sentirse acompañada. Por ello, feliz desde su presente se siente con la tranquilidad del deber cumplido que comparte con su pareja; y dejó como mensaje esperanzador que es importante saber que todos son sujetos de aprendizaje y capacidades con distintos oficios y trabajos para servir a otras personas, de manera colectiva.