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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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"No fue mi despedida" se presentó en el teatro Mitre

Monólogos y canciones sobre el amor, la permanencia y la vida, en la voz de Martín Lazarte.
Lunes, 22 de enero de 2024 01:01

Cuando se piensa en un homenaje a alguien de la música, mayormente, el inconsciente colectivo imagina músicos, cantantes, caracterizados o no, interpretando sus canciones, recordando a ese ser…

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Cuando se piensa en un homenaje a alguien de la música, mayormente, el inconsciente colectivo imagina músicos, cantantes, caracterizados o no, interpretando sus canciones, recordando a ese ser…

Vaya apuesta la de Rodrigo Maximiliano Jerez, licenciado en fonoaudiología y creador de este libreto con el cual Martín Lazarte sale de su lugar cómodo de cantante, para ponerse en el rol de monologuista y no de cualquier historia.

Gilda en poco tiempo generó sentimientos que pocos artistas logran. Hasta se le atribuyen ciertos milagros… Entonces, homenajearla solo desde la música, teniendo recursos para generar más, hubiese sido, cuanto menos, un pecado.

"No es mi despedida", en una notable interpretación de Lazarte, abrió las puertas a una historia que tiene matices que van desde la desolación a un mensaje esperanzador.

Todo, interpretado con solvencia por el cantante que, de a poco, va soltando su faceta actoral (es la segunda vez que se presenta la obra).

Fragmentos de un reportaje a Gilda son un nexo emotivo entre las historias. Y, quizás sin quererlo, se convierten en una forma de ponerle rostro a las canciones, para que algunos que conocen las canciones, pero no conocieron a la artista, puedan ponerle cuerpo a las melodías.

"Un amor verdadero", "Como marea", "Corazón valiente", "Paisaje", fueron algunas de las canciones de la inolvidable Gilda y levantaron al público en aplausos, cantos, alegría.

Hubo un mensaje transversal, aprovechar cada momento, vivir la vida, amar con plenitud. Indagando sobre la historia de la cantante, concluiremos que esos conceptos son un resumen de su vida, que fue sencilla, triste, tuvo momentos exultantes, hasta que se apagó hace 28 años, pero, como refleja la obra, dejó tantas melodías, tanto amor, que aunque pace el tiempo, ella permanece.

Párrafo aparte merece Rumbatá, grupo de baile que acompañó con coreografía e interpretación un fragmento de la propuesta.

 

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