La novela entre Agustín Rossi y Boca sigue sumando capítulos, pero lo cierto es que poco a poco empieza a llegar a su fin. Cuando parecía que las negociaciones estaban estancadas y el futuro del arquero después de junio iba a estar en Flamengo, el Consejo de Fútbol movió fichas e hizo lo que se vislumbra como el último esfuerzo para intentar retenerlo: una nueva oferta de renovación (la misma fue enviada a fines del 2022).
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La novela entre Agustín Rossi y Boca sigue sumando capítulos, pero lo cierto es que poco a poco empieza a llegar a su fin. Cuando parecía que las negociaciones estaban estancadas y el futuro del arquero después de junio iba a estar en Flamengo, el Consejo de Fútbol movió fichas e hizo lo que se vislumbra como el último esfuerzo para intentar retenerlo: una nueva oferta de renovación (la misma fue enviada a fines del 2022).
Si bien el monto económico del contrato es el mismo que el de la otra vez, se modificaron algunas cuestiones que podrían hacer la diferencia y cambiar el panorama, o al menos generar una atisbo de ilusión en un escenario que luce muy complicado.
¿Qué cambios hubo? En el Xeneize le ofrecieron que se quede con un 45% de su pase y además le bajaron la cláusula de rescisión a 5 millones de dólares (antes era de 18), que era uno de los pedidos principales de Rossi y su representante en cada una de las reuniones que se suscitaron en el último tiempo.
Ahora, el arquero que esta noche será titular y hasta podría jugar su último partido en Boca en caso de no firmar la prolongación de su vínculo, lo evaluará con su familia, pondrá sobre la balanza varias cuestiones y tomará una decisión.
Lo cierto es que más allá de que la nueva oferta se acerca un poco más a las pretensiones de Rossi, por el momento no respondió (ya pasaron varios días desde que se le presentó la misma) y a medida que corren las horas es cada vez más difícil que pueda seguir en Brandsen 805.