El seleccionado argentino obtuvo ayer su pasaje a la final del Mundial de Qatar tras golear a Croacia por 3 a 0 en una noche soñada en Lusail con actuaciones estelares de sus delanteros Lionel Messi y Julián Álvarez. El capitán argentino abrió el marcador de tiro penal a los 34 minutos del primer tiempo y a los 24 del segundo, después de una maniobra memorable, asistió para el tercero a Julián, quien había ampliado diferencias antes del descanso, con una espectacular acción individual.
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El seleccionado argentino obtuvo ayer su pasaje a la final del Mundial de Qatar tras golear a Croacia por 3 a 0 en una noche soñada en Lusail con actuaciones estelares de sus delanteros Lionel Messi y Julián Álvarez. El capitán argentino abrió el marcador de tiro penal a los 34 minutos del primer tiempo y a los 24 del segundo, después de una maniobra memorable, asistió para el tercero a Julián, quien había ampliado diferencias antes del descanso, con una espectacular acción individual.
En la jornada que igualó al alemán Lothar Matthäus como el futbolista con más partidos en los Mundiales (25), Messi se constituyó además en el máximo goleador argentino de la competencia con 11, uno más que Gabriel Batistuta.
El astro rosarino alcanzó las cinco conquistas en esta edición e igualó a su compañero del París Saint-Germain Kylian Mbappé al tope de la tabla de anotadores. Junto con Álvarez, reúnen 9 de los 12 goles argentinos en Qatar 2022.
La Selección jugará el domingo próximo su sexta final mundialista con el ganador de la semifinal que Francia -defensor del título- y Marruecos animarán hoy. La gran definición será a las 12 en Lusail, donde ayer más de 80.000 seguidores "albicelestes".
No siempre los resultados se explican con el desarrollo, y lo sucedido durante el primer tiempo encuadra en esa categoría de partidos. Es que hasta la apertura del marcador el juego favorecía a los croatas, no tanto por llegadas sino por gestión de balón.
Argentina comprobó en los primeros 25 minutos la reputación del mediocampo compuesto por Luka Modric, Marcelo Brozovic y Mateo Kovacic, quienes le dieron a su equipo buena circulación, ayudados por los laterales y los extremos para poder generar superioridad numérica.
Scaloni, consciente de esa virtud rival, dispuso el ingreso de Leandro Paredes para ganar la batalla en esa zona, donde Rodrigo De Paul y Enzo Fernández fueron los mejores por presión y pase.
De hecho, la situación que derivó en el penal la generó el mediocampista ex River Plate con un pase al vacío para Julián, que aprovechó un hueco entre los centrales para ponerse cara a cara con el arquero Dominik Livakovic, quien lo embistió al momento de la definición.
Messi, de baja participación hasta ese momento, aislado por la poca tenencia del equipo, inclinó el resultado a favor de Argentina con una ejecución inatajable al ángulo superior izquierdo.
Croacia sintió el golpe de verse en desventaja y la tendencia del juego también cambió en favor de la Selección Argentina.
Cinco minutos después, Julián tuvo una aparición asombrosa: bloqueó un centro en posición defensiva, recogió la pelota en campo propio, lideró una contra a pura velocidad y definió ante la salida del arquero tras verse favorecido con dos rebotes ante la marca de Jospi Juranovic y Borna Sosa.
Messi armó una jugada personal por la banda derecha, arrastró la marca de Josko Gvardiol, un duro zaguero de 20 años, y le entregó el tercero a Julián para celebrar de cara al público argentino y desatar la fiesta.