La Virgen de Copacabana de Punta Corral cumple hoy 186 años de su aparición en el pueblo. Si bien por la pandemia no habrán celebraciones, ayer concluyó el rezo de la novena y la capilla del cerro permaneció abierta para que los fieles puedan visitarla.
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La Virgen de Copacabana de Punta Corral cumple hoy 186 años de su aparición en el pueblo. Si bien por la pandemia no habrán celebraciones, ayer concluyó el rezo de la novena y la capilla del cerro permaneció abierta para que los fieles puedan visitarla.
En estos dos últimos años la mayoría de sus peregrinos no pudo encontrarse con ella para poder cumplir las promesas guardadas. Es que la pandemia del Covid-19 obligó a los actuales esclavos y a la parroquia de Tumbaya a suspender la bajada de la Virgen y también los festejos por su cumpleaños, eventos que venían creciendo en los últimos años con muchos fieles que decidían subir el 22 de julio a saludarla.
Grande fue la tristeza de sus creyentes al no poder subir al santuario durante el 2020 y este año, como así también mucha gente, sobre todo los quebradeños se mostraron molestos por la no aprobación del COE Provincial para poder realizar la misa en este aniversario, en el que Mamita del Cerro cumple 186 años, por lo cual emitieron un comunicado informando a todos la situación,
aunque el santuario permaneció abierto durante este tiempo y muchos fieles y sikuris pudieron visitarla subiendo por los dos caminos, tanto por Tunalito (14 km) como por Tumbaya (24 km).
Al igual que en Semana Santa, ahora para su aniversario se realizó el novenario pidiéndole especialmente por la salud de todos, que pronto esta pandemia pueda terminar y que para el año que viene se pueda subir a Punta Corral y traerla hacia Tumbaya.
Sobre la aparición
La historia de la Mamita del Cerro se remonta al año 1.835 cuando don Pablo Méndez se encontraba cuidando sus animales en el Abra de Punta Corral cuando se le apareció la imagen de la Virgencita, una señora con un cabello reluciente que le pidió que volviera a buscarla al día siguiente.
Cuando retornó al otro día, encontró una piedrita blanca que tenía una forma particular y que más precisamente recordaba la imagen de la Virgen de Copacabana. Pablo y sus familiares decidieron trasladarse a Tumbaya para contar y mostrar la piedrita al párroco, resolviendo que quedaría en la iglesia.
Al poco tiempo desapareció y la policía detuvo a don Pablo en averiguación del objeto perdido. Decidieron retornar al lugar de la aparición y para sorpresa de todos allí se encontraba. Interpretando que la Virgen deseaba permanecer en las alturas de Punta Corral se le erigió una capilla y pronto el milagro se difundió entre los campesinos que empezaron a honrarla con profunda devoción.
Esta es la historia milagrosa de la Virgen de Copacabana de Punta Corral, recopilada por el antropólogo René Machaca y la cual sintetiza la fe que miles y miles de creyentes manifiestan todos los años por la Mamita del Cerro en su ascenso y descenso del santuario hacia la localidad de Tumbaya.
