¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
27 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Laberintos Humanos: Bella y triste

Miércoles, 22 de julio de 2020 01:02

Angelita se abrazaba a esa muchacha bella y triste, de largos cabellos lacios, que la había llamado para que saliera al fondo de la casa. Cuando su padre las iluminó con la linterna, vieron que tanto la mujer como su hija flotaban a poco más de medio metro del suelo sobre una suerte de sonrisa celeste que tenía todo el aspecto de una media luna.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Angelita se abrazaba a esa muchacha bella y triste, de largos cabellos lacios, que la había llamado para que saliera al fondo de la casa. Cuando su padre las iluminó con la linterna, vieron que tanto la mujer como su hija flotaban a poco más de medio metro del suelo sobre una suerte de sonrisa celeste que tenía todo el aspecto de una media luna.

La madre de Angelita se arrodilló en el suelo, el padre avanzó unos pasos y extendió, sin saber por qué, su mano hacia ellas, pero ya se iba deshaciendo la imagen de la muchacha bella y triste, como si se borrara en el aire, hasta que besó a la niña en la frente y terminó por desaparecer. Entonces, como si fuera una escalera, la niña descendió hasta el suelo.

¿Dónde se fue?, le preguntó la mamá a la niña. No se fue, le respondió, está acá. Pero no la vemos, dijo el padre. No importa, dijo Angelita. Alcanza con que sepamos que está, con que la hayamos visto una vez y la recordemos, agregó para entrar la casa, y mientras sus padres seguían mirando el vacío dejado por la muchacha bella y triste, Angelita agregó que la Seño le dijo que podía estar tranquila porque sus padres la querían mucho.

Ya en la cocina, y en profundo silencio, tomaron los tres un matecito de rica rica con bollo mientras las hermanas de Angelita se despertaban y comenzaban las labores del día, un día que fue de lo más alegre, aunque ni entonces ni después hablaron del tema. Es que hay cosas que parecen enturbiarse cuando queremos explicarlas, ¿no les parece?, le pregunté a mi íntimo auditorio.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD