Su mirada se posa en el rincón más alejado del salón de entrevistas de El Tribuno de Jujuy. Sus ojos reclaman una respuesta a la dura experiencia vivida en Santa María, un lejano pueblo de Catamarca.
inicia sesión o regístrate.
Su mirada se posa en el rincón más alejado del salón de entrevistas de El Tribuno de Jujuy. Sus ojos reclaman una respuesta a la dura experiencia vivida en Santa María, un lejano pueblo de Catamarca.
Esta joven mujer llegó acompañada de sus tres hijos y el esposo con muy pocas pertenencias pero con un bagaje inmenso de ilusiones, sueños y esperanzas.
"Nos fuimos de Libertador porque la situación era muy difícil", asegura y de inmediato busca la mano y el apoyo del esposo que permanece sentado en silencio a su lado.
Había conseguido trabajo en una academia de peluquería donde trabajaba tranquilamente, hasta que en la primera semana de septiembre del año pasado fue citada por el propietario y en una habitación que el hombre tenía al lado de la peluquería sufrió todo tipo de vejamen.
A partir de ese momento comenzó a padecer un verdadero infierno, fueron varios los meses en que como consecuencia de las amenazas del depravado individuo de 56 años debió seguir concurriendo a su trabajo. "A partir de ese momento sólo iba a trabajar acompañado de mi marido", relata en medio de lágrimas que son contenidas por su compañero, con suaves caricias en la cabeza.
Un día de diciembre le contó a su marido lo ocurrido y ambos se dirigieron a la Policía local donde radicaron la denuncia ante el comisario Marcelo Lagoria, quien nada hizo.
Contrató los servicios de una abogada y a partir de ese momento se acrecentaron los padecimientos.
Su abusador la amenazaba permanentemente e incluso en una oportunidad le tiró el auto encima logrando salvar su vida de casualidad.
Por esta nueva denuncia el depravado hombre permaneció detenido solamente cuatro días.
La abogada Silvia Leonor Barrientos que le cobró por defenderla jamás hizo nada a punto tal que llegado el momento dejó Santa María para dirigirse a la capital de la provincia donde se dirigió a la "Unidad de Violencia de Género". Nada cambió y se derrumba totalmente, reclama justicia. Ni en San Fernando ni en Santa María fue atendida. Hoy contrató los servicios de la letrada Gisel Saseta, quien le aseguró que en esta semana denunciará a Barrientos en el tribunal de disciplina por "abandono de persona y por falta de ética profesional" ya que no se presentó nunca en la causa y permitió que su cliente fuera víctima de todo tipo de injusticia .
Abusador investigado
Las últimas novedades respecto a su causa es que el abusador está siendo investigado pese a todas las pruebas que le aportó en su momento al fiscal Carlos Laureano Contreras, quien jamás hizo nada.
Por último, recuerda que durante la pericia psicológica realizada en Santa María, fue hostigada por la psicóloga del Juzgado de esa localidad catamarqueña. Para finalizar dice que "necesito que mi historia sea conocida y que haya alguien que me ayude para que se haga justicia y no quede impugne".