Venezuela acusó ayer al Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, de transgredir la verdad al evocar la posibilidad que el gobierno haya cometido "crímenes de lesa humanidad" al reprimir las protestas que dejaron 124 muertos entre abril y julio.
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Venezuela acusó ayer al Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, de transgredir la verdad al evocar la posibilidad que el gobierno haya cometido "crímenes de lesa humanidad" al reprimir las protestas que dejaron 124 muertos entre abril y julio.
El Alto Comisionado "ha transgredido la verdad" y habría "sucumbido ante las presiones de una constelación minoritaria de países, liderada por el imperio norteamericano", acusó Jorge Valero, embajador venezolano ante los organismos de la ONU en Ginebra.
El lunes Zeid Raad Al Hussein pidió una investigación internacional sobre el uso excesivo de la fuerza por las autoridades de Venezuela porque "mi investigación sugiere la posibilidad de que se hayan cometido crímenes contra la humanidad".
"Llamamos la atención de este Consejo sobre el comportamiento selectivo, parcializado y politizado del Alto Comisionado en contra de Venezuela con fines de dominación", replicó ayer Valero.
El diplomático también lamentó "la poca sindéresis que exhibe el Alto Comisionado, cuando dibuja un falso clima de creciente tensión (... y) un supuesto menoscabo de nuestra democracia".
El informe del Alto Comisionado sobre Venezuela daba cuenta sobre el "excesivo uso de la fuerza por parte de oficiales de seguridad, así como otras múltiples violaciones de derechos humanos en el contexto de las protestas antigubernamentales".
Las protestas dejaron un saldo de 124 muertos y 5.000 detenidos.
Doce países en contra
Los doce países latinoamericanos que en agosto último firmaron la llamada Declaración de Lima, en la que denunciaron que Venezuela se ha convertido en una "dictadura", reafirmaron ayer que el Gobierno bolivariano no cumple los "requisitos y obligaciones" para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
El embajador de Paraguay tomó ayer la palabra ante el pleno del Consejo reunido en Ginebra en nombre de esta docena de países y, básicamente, reiteró el contenido de la declaración, poniendo énfasis en el hecho de que un país que es acusado de graves violaciones contra su propio pueblo no cumple con los estándares necesarios para formar parte del ente.
La declaración de Lima fue firmada en la ciudad homónima el pasado 8 de agosto por los cancilleres de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú.
El diplomático paraguayo dijo que la Asamblea Constituyente venezolana es "ilegítima" y criticó el "quiebre democrático" que representó su elección. Asimismo, denunció "las graves" violaciones a los derechos humanos cometidas en las protestas antigubernamentales, pero también el hecho de que el gobierno de Nicolás Maduro no permita la entrada de ayuda humanitaria, como alimentos y medicamentos, a pesar de la escasez. Por otra parte, los 12 países apoyaron "cualquier esfuerzo de negociación creíble y de buena fe" y subrayaron que "debe respetarse el principio de la no intervención".