En la misa que abre las celebraciones de la Semana Santa en el Vaticano, el papa Francisco dijo que "Jesús está en los que sufren por la guerra y el terrorismo", al referirse a las víctimas de los atentados de ayer en Egipto y del viernes en Estocolmo ante una Plaza San Pedro colmada.
inicia sesión o regístrate.
En la misa que abre las celebraciones de la Semana Santa en el Vaticano, el papa Francisco dijo que "Jesús está en los que sufren por la guerra y el terrorismo", al referirse a las víctimas de los atentados de ayer en Egipto y del viernes en Estocolmo ante una Plaza San Pedro colmada.
Francisco inició las celebraciones el sábado, con una vigilia inédita junto a jóvenes de todo el mundo en la Basílica de Santa María.
"A mi querido hermano Su Santidad Teodoro II, a la Iglesia copta y a toda la querida nación egipcia, expreso mi profundo dolor y rezo por los difuntos y heridos", afirmó en referencia al ataque en una iglesia de Egipto, país que el Papa visitará el 28 y 29 de abril próximos.
"Estoy cercano a familiares y a la entera comunidad. Que el señor convierta los corazones de los que siembran terror, violencia y muerte, y de los que hacen y trafican las armas", pidió luego el Obispo de Roma ante 40.000 fieles presentes en la Plaza San Pedro.
En una plaza a pleno sol y llena de palmas llevadas por los peregrinos, el Pontífice planteó que "este Jesús, que justamente según las Escrituras entra de esa manera en la Ciudad Santa, no es un iluso que siembra falsas ilusiones, un profeta "new age", un vendedor de humo, todo lo contrario: es un Mesías bien definido, con la fisonomía concreta del siervo, el siervo de Dios y del hombre que va a la pasión; es el gran Paciente del dolor humano".
"Y este Jesús, que acepta que lo aclamen aun sabiendo que le espera el 'crucifige', no nos pide que lo contemplemos sólo en los cuadros o en las fotografías, o incluso en los vídeos que circulan por la red. No", destacó en la Homilía que dio tras encabezar la clásica peregrinación desde la Basílica de San Pedro hasta el Obelisco central de la Plaza homónima junto a cardenales, obispos y sacerdotes de los cinco continentes.
"Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que, hoy sufren como él, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades... Sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas. Hombres y mujeres engañados, pisoteados en su dignidad, descartados", lamentó Francisco.
Tras la celebración, el Pontífice rezó el tradicional Ángelus en la Plaza y recordó a las víctimas del ataque con un camión que el viernes dejó cuatro muertos en una calle céntrica de Estocolmo, Suecia.
"A la Virgen encomendamos a todos los todavía golpeados por la guerra, desgracia de la humanidad", dijo