Lo siguió el derecho a la salud (94%) y a la vivienda digna (86% por ciento), y la institución más requerida en los cabildos provinciales fue el plebiscito con un 98,6 por ciento de menciones, según reportó el diario local La Tercera.
"Todos somos responsables de acompañar este proceso y vigilar que su voz no quede desvirtuada", dijo la mandataria en la Estación Cultural Mapocho, dónde se lleva a cabo la tercera y última etapa del diálogo ciudadano del proceso constituyente.
Bachelet, que estuvo acompañada en la oportunidad por el ministro del Interior, Mario Fernández; el vocero de Gobierno, Marcelo Diaz; y el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, entre otros, sostuvo que el proceso constituyente se ha convertido en un hito decisivo.
"Todo el trabajo previo, los encuentros locales, las consultas en línea, los cabildos provinciales, van a quedar cristalizados en los cabildos regionales", añadió la jefa de Estado.
La presidenta recordó que elaborar una nueva constitución ha sido su compromiso desde el primer día para "que la voz de los ciudadanos pueda ser vinculante con lo que va a ser un proyecto de ley de una nueva carta fundamental".
La Constitución actual, que data de 1980, fue impuesta en plena dictadura militar por Augusto Pinochet (1973-1990) y sufrió solo algunas pequeñas modificaciones durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006).
La redacción de una nueva Carta Magna es uno de los pilares del programa de la presidenta Bachelet, quien ha explicado que el mecanismo se desarrollará a través de las instituciones vigentes y que incluirá procesos de participación ciudadana como consultas y cabildos.
"La Constitución está relacionada con temas que nos afectan cotidianamente, que nos importan mucho y por eso creo que es muy central que se participe lo más masivamente posible", agregó la mandataria.
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Lo siguió el derecho a la salud (94%) y a la vivienda digna (86% por ciento), y la institución más requerida en los cabildos provinciales fue el plebiscito con un 98,6 por ciento de menciones, según reportó el diario local La Tercera.
"Todos somos responsables de acompañar este proceso y vigilar que su voz no quede desvirtuada", dijo la mandataria en la Estación Cultural Mapocho, dónde se lleva a cabo la tercera y última etapa del diálogo ciudadano del proceso constituyente.
Bachelet, que estuvo acompañada en la oportunidad por el ministro del Interior, Mario Fernández; el vocero de Gobierno, Marcelo Diaz; y el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, entre otros, sostuvo que el proceso constituyente se ha convertido en un hito decisivo.
"Todo el trabajo previo, los encuentros locales, las consultas en línea, los cabildos provinciales, van a quedar cristalizados en los cabildos regionales", añadió la jefa de Estado.
La presidenta recordó que elaborar una nueva constitución ha sido su compromiso desde el primer día para "que la voz de los ciudadanos pueda ser vinculante con lo que va a ser un proyecto de ley de una nueva carta fundamental".
La Constitución actual, que data de 1980, fue impuesta en plena dictadura militar por Augusto Pinochet (1973-1990) y sufrió solo algunas pequeñas modificaciones durante el gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006).
La redacción de una nueva Carta Magna es uno de los pilares del programa de la presidenta Bachelet, quien ha explicado que el mecanismo se desarrollará a través de las instituciones vigentes y que incluirá procesos de participación ciudadana como consultas y cabildos.
"La Constitución está relacionada con temas que nos afectan cotidianamente, que nos importan mucho y por eso creo que es muy central que se participe lo más masivamente posible", agregó la mandataria.