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Barrientos contó que el papa no la recibió

Viernes, 13 de mayo de 2016 01:30
MARGARITA BARRIENTOS
Margarita Barrientos, la fundadora del comedor popular que alimenta todos los días a cientos de chicos del sur de la ciudad de Buenos Aires sin recursos económicos, reveló una cara desconocida del papa Francisco, sobre todo en su relación con la Argentina.
Se trata de un episodio que ocurrió a fines de marzo, 10 días después de "asumir" como Obispo de Roma y cabeza de la Iglesia Católica, cuando miles de argentinos intentaban llegar a él y la selección de esos encuentros se hacía con el mayor cuidado: una foto con él tenía en ese momento un valor simbólico superlativo.
Según contó por primera vez Margarita Barrientos en el programa Desayuno Americano, que conducen en el canal América Pamela David y Luis Novaresio, ella, la periodista Karina Vilella y el orfebre Carlos Pallarols habían ido a visitarlo el 24 de abril de 2013, tras un dificultoso trámite logístico. No sólo porque tuvieron que gestionar vía diplomática la autorización para ser recibidos en el "corralito" especial que en la Plaza San Pedro se creó para los argentinos, sino porque Barrientos no contaba con dinero para pagar el pasaje y la estadía para el viaje al Vaticano.
Vilella, que también contó detalles del triste episodio que vivieron los tres, reveló que habían contactado a un empresario que financió el viaje, que recibió una donación de un vestido de la empresaria Juliana Awada -la esposa del presidente Mauricio Macri, que en ese momento era jefe de Gobierno porteño-, y que consiguió tanto el permiso como la ubicación en primera fila en ese corralito. A muy pocos metros de ellos tres estaba Estela de Carlotto, la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, y Juan Cabandié, nieto recuperado y diputado ultrakirchnerista.
"A mí el papa Francisco no me quiso recibir. Fui a conocerlo y no me recibió. Fue por política", respondió de manera inesperada Margarita Barrientos cuando los periodistas le preguntaron sobre su opinión sobre el encuentro que tendrá a fin de mes con la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Según Margarita Barrientos, con Francisco en marzo de 2013 "teníamos audiencia y lugar donde lo íbamos a ver; en un momento me dijeron que había prioridad para otra gente que había ido y... bueno, me sacaron". La trabajadora social consideró que el Papa en ese momento "se vio movido por cuestiones políticas y eso dolió un poquito".
"Nos sacaron sin darnos ninguna explicación, ha sido muy triste esa experiencia para mi", contó la responsable del comedor Los Piletones, quien también recordó que luego de ese episodio fueron a la residencia de Santa Marta, donde le dejaron un libro, una imagen de San Juan Diego, un cáliz que le habían llevado y una carta que ella le había escrito. "Jamás me respondió la carta", agregó.

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Margarita Barrientos, la fundadora del comedor popular que alimenta todos los días a cientos de chicos del sur de la ciudad de Buenos Aires sin recursos económicos, reveló una cara desconocida del papa Francisco, sobre todo en su relación con la Argentina.
Se trata de un episodio que ocurrió a fines de marzo, 10 días después de "asumir" como Obispo de Roma y cabeza de la Iglesia Católica, cuando miles de argentinos intentaban llegar a él y la selección de esos encuentros se hacía con el mayor cuidado: una foto con él tenía en ese momento un valor simbólico superlativo.
Según contó por primera vez Margarita Barrientos en el programa Desayuno Americano, que conducen en el canal América Pamela David y Luis Novaresio, ella, la periodista Karina Vilella y el orfebre Carlos Pallarols habían ido a visitarlo el 24 de abril de 2013, tras un dificultoso trámite logístico. No sólo porque tuvieron que gestionar vía diplomática la autorización para ser recibidos en el "corralito" especial que en la Plaza San Pedro se creó para los argentinos, sino porque Barrientos no contaba con dinero para pagar el pasaje y la estadía para el viaje al Vaticano.
Vilella, que también contó detalles del triste episodio que vivieron los tres, reveló que habían contactado a un empresario que financió el viaje, que recibió una donación de un vestido de la empresaria Juliana Awada -la esposa del presidente Mauricio Macri, que en ese momento era jefe de Gobierno porteño-, y que consiguió tanto el permiso como la ubicación en primera fila en ese corralito. A muy pocos metros de ellos tres estaba Estela de Carlotto, la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, y Juan Cabandié, nieto recuperado y diputado ultrakirchnerista.
"A mí el papa Francisco no me quiso recibir. Fui a conocerlo y no me recibió. Fue por política", respondió de manera inesperada Margarita Barrientos cuando los periodistas le preguntaron sobre su opinión sobre el encuentro que tendrá a fin de mes con la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Según Margarita Barrientos, con Francisco en marzo de 2013 "teníamos audiencia y lugar donde lo íbamos a ver; en un momento me dijeron que había prioridad para otra gente que había ido y... bueno, me sacaron". La trabajadora social consideró que el Papa en ese momento "se vio movido por cuestiones políticas y eso dolió un poquito".
"Nos sacaron sin darnos ninguna explicación, ha sido muy triste esa experiencia para mi", contó la responsable del comedor Los Piletones, quien también recordó que luego de ese episodio fueron a la residencia de Santa Marta, donde le dejaron un libro, una imagen de San Juan Diego, un cáliz que le habían llevado y una carta que ella le había escrito. "Jamás me respondió la carta", agregó.

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