El 28 de diciembre de 2014 se cumplieron 115 años desde la fundación del denominado, por aquel entonces, Pueblo Nuevo, recién en el año 1950 y, con motivo del Centenario del paso a la inmortalidad del General San Martín, se impuso su nombre a la ciudad.
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El 28 de diciembre de 2014 se cumplieron 115 años desde la fundación del denominado, por aquel entonces, Pueblo Nuevo, recién en el año 1950 y, con motivo del Centenario del paso a la inmortalidad del General San Martín, se impuso su nombre a la ciudad.
Cabe recordar que el Pueblo Nuevo cambió su nombre por el de Libertador General San Martín, a partir de entonces, todos los años, se realizan actos en recordación y homenaje al Padre de la Patria mientras que la celebración obedece a la imposición de su nombre a la ciudad. Es común que muchas personas cuestionen la celebración por el 17 de Agosto sin entender que no se celebra el fallecimiento del prócer argentino sino que se lo recuerda rindiéndole homenaje y se celebra aquel acontecimiento de 1950.
Historia Fundacional
De acuerdo a la escritora e historiadora ledesmense Prof. Olga Demitrópulos en su libro "Diez Décadas de Libertador", la ciudad de Libertador General San Martín, en su inicio llamado Pueblo Nuevo, se fundó por ley el 28 de diciembre de 1899.
La escritora menciona que el hecho fundacional no motivó acto de entrega de los terrenos, agregando que se redujo a papeles intercambiables entre dueños y gobierno provincial.
En 1899 durante el gobierno de Sergio Alvarado se promulgó la ley, el 28 de diciembre de ése año, por lo que se reglamentaba la escrituración de sitios urbanos y terrenos rurales fiscales, tierras sin dueños conocidos "que existiesen actualmente dentro del área del terreno que corresponde a cada pueblo". En su artículo 20 la ley disponía; "declárese expropiable por causa de utilidad pública, un área de terreno de 136.900 metros cuadrados para la fundación de un pueblo en la finca de los señores Ovejero Hnos. en el Departamento de Ledesma. El Poder Ejecutivo mandará ubicar y delinear en la población actual de Ledesma, o al lado de ella, autorizando hacer los gastos necesarios".
Claramente se dice que el pueblo cabecera del Departamento Ledesma, podría ser el mismo Pueblo Ingenio ya existente, o al lado de él, cosa que fue desestimada por los dueños aduciendo que "la idea insinuada indistintamente por la ley de erigir la capital del departamento en el asiento del Ingenio, es perjudicial tanto para éste cuanto para los intereses generales".
En 1900 Sergio Alvarado comisionó a Miguel Alviña a trasladarse a Ledesma con el fin de hacer una composición de lugar, "en el punto que indican en la población actual del Ingenio, o en otra que reúna las mejores condiciones para su futuro".
Para ese entonces ya existía un primer plano realizado por el agrimensor José Miró de un terreno a "cinco cuadras del pueblo Ingenio" considerado como el más adecuado, lo cual decidió a don Sergio, suscribir un decreto aceptando la donación con carácter gratuito.
En el siguiente año 1901 un nuevo gobernador - Mariano Valle - mandó nuevamente al agrimensor José Miró a Ledesma, para que practique la mensura y amojonamiento del terreno, y el 2 de agosto de ése año el Ejecutivo aprobaba la delimitación presentada. A partir de ésa fecha ya las trabas burocráticas comenzaron a ceder paso a los hechos concretos.
En 1903 un importante decreto del gobernador Valle apunta requisitos definitivos para la implementación del nuevo pueblo, aclarando puntos inciertos en las dimensiones de los lotes que se ofrecían en venta.
Invención de un pueblo
El historiador Teófilo Sánchez de Bustamente, pariente cercano del gobernador Eugenio Tello, dice textualmente refiriéndose a la ley del 13 de diciembre de 1883 por el que se ordena vender todas las tierras fiscales despobladas de ésta zona (Santa Bárbara y Maíz Gordo) plantea en el mismo decreto, la creación de la Villa de Ledesma, expropiando los terrenos y ordenando delinear el pueblo por decreto del 18 de abril de 1884.
:"No se cumplió" dice claramente. ¿Por qué? Simplemente porque los dueños de las tierras donde debían ser emplazados los dos pueblos cabeceras de la región, San Pedro y Ledesma, se negaban a entregar terrenos para tal fin.
A pesar que algunos historiadores actuales dicen que los propietarios de ingenios "donaron terrenos mejor ubicados y en forma inmediata" para la fundación de dichos pueblos cabeceras, aquí sabemos perfectamente que el gobernador Tello en persona, obligó al dueño del ingenio San Pedro (Miguel Aráoz) a dar tierras después de una pulseadas de voluntades, donde el gobernador salió ganando por las razones incuestionables que esgrimió; la necesidad del gobierno provincial de extender su poder hasta la frontera con Salta en el río Piedras.
Como los gobiernos solo duraban dos años, Tello no tuvo tiempo de hacer cumplir el segundo decreto de fundación en Ledesma, por eso ésta quedó durante diecisiete años más sin efectuarse.