El director técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, celebró que su equipo "está muy cerca de quedar en la historia" del club con la conquista de la tercera Copa Libertadores, después de empatar sin goles ante Tigres de Monterrey en la primera final jugada en México.
El entrenador consideró que ese resultado fue una victoria para su equipo "desde lo mental y lo psicológico" debido a que para Tigres "era muy importante sacar ventaja como local", algo que no consiguió.
"Ahora deberán soportar nuestra presión en el Monumental", subrayó en diálogo con Télam en el Estadio Universitario de Monterrey.
Antes de abordar el vuelo de regreso a Buenos Aires, el "Muñeco" se mostró orgulloso con el desempeño de River, que asumió como "un equipo maduro" y lo dejó bien perfilado para la revancha del próximo miércoles en el Monumental.
"Los jugadores saben que no pueden dejar esta posibilidad, lograron sobreponerse a un partido muy duro en el que el calor y el clima en general iban a configurar un contexto muy adverso. Sin embargo, lo resolvieron jugando un gran partido por momentos", afirmó.
"Creo que intentamos mientras nos dio el físico -abundó-, en especial en el primer tiempo, pero luego el gran factor que nos jugó en contra fue el calor y hasta Tigres lo sintió sobre el final. Si bien lo teníamos en cuenta y quisimos que no nos pese antes de jugar el tema del clima, creo que incidió bastante, no era fácil".
Consultado por el partido desquite, Gallardo prometió que River intentará "que todo el sacrificio que se hizo se pueda reflejar en cosas positivas el miércoles que viene", al tiempo que confió en que sus jugadores "se recuperarán bien y estarán en condiciones de hace un buen partido".
"Tigres es un equipo muy duro, creo yo que ellos esperaban sacar una diferencia esta noche para ir más tranquilos al Monumental, sabiendo que la situación va a cambiar en relación al juego", intuyó.
Gallardo no dudó en que "el público ('millonario') se va a hacer sentir y mucho" en la revancha y garantizó que los jugadores asumirán el partido "mentalizados en que la Copa no se puede escapar en casa".
Consumado el marcador de la ida en Monterrey, el entrenador aceptó que "hay un favoritismo" para River en la revancha, que de ganarla lo convertirá como el entrenador con más títulos internacionales en la historia del club, tras la conquista de la Copa Sudamericana 2014 y la Recopa 2015.
"Tigres hizo una gran Copa Libertadores desde la fase inicial y tiene un presupuesto millonario que le permitió reforzar se equipo con grandes figuras", añadió el DT.
Por último, lamentó que no podrá contar con el lateral derecho Gabriel Mercado, quien sumó su segunda tarjeta amarilla. El defensor Emanuel Mammana se perfila es una de las variantes que podría utilizar en ese sector del campo de juego.
“Un resultado positivo”
El director deportivo de River Plate, Enzo Francescoli, destacó que el equipo de Marcelo Gallardo regresó de México con “un resultado positivo” después empatar sin goles con Tigres de Monterrey en la primera final de la Copa Libertadores.
El dirigente de origen uruguayo, ganador de ese trofeo como futbolista de River en 1996, aclaró de todos modos que esa consideración cobrará sentido si el equipo “es capaz de hacer la diferencia el próximo miércoles como local, con todo el público a favor”.
“Si hace cuatro días me decían que íbamos a empatar en Monterrey quedaba feliz. Traer ese resultado fue bueno, especialmente después de un viaje tan largo, con el calor que hubo que sufrir y ante uno de los mejores equipos de la Copa”, entendió.
Para reforzar su idea, Francescoli evocó su experiencia como jugador en la final con América de Cali en 1996, que los “millonarios” también comenzaron de visitante.
“Cuando fuimos a Colombia estábamos convencidos que debíamos empatar y hasta perder por un gol, porque sabíamos que de local podíamos hacer la diferencia”, recordó.
En cuanto al partido jugado en Monterrey, el directivo aceptó que “ninguno de los dos equipos jugó bien” y lo atribuyó a las “cargas emotivas diferentes” que implican la disputa de una final. “Es típico cuando hay otro partido, nadie quema las naves. Tigres quiso ganarlo en todo momento pero sin volverse loco, River lo controló”, aseguró.
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El director técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, celebró que su equipo "está muy cerca de quedar en la historia" del club con la conquista de la tercera Copa Libertadores, después de empatar sin goles ante Tigres de Monterrey en la primera final jugada en México.
El entrenador consideró que ese resultado fue una victoria para su equipo "desde lo mental y lo psicológico" debido a que para Tigres "era muy importante sacar ventaja como local", algo que no consiguió.
"Ahora deberán soportar nuestra presión en el Monumental", subrayó en diálogo con Télam en el Estadio Universitario de Monterrey.
Antes de abordar el vuelo de regreso a Buenos Aires, el "Muñeco" se mostró orgulloso con el desempeño de River, que asumió como "un equipo maduro" y lo dejó bien perfilado para la revancha del próximo miércoles en el Monumental.
"Los jugadores saben que no pueden dejar esta posibilidad, lograron sobreponerse a un partido muy duro en el que el calor y el clima en general iban a configurar un contexto muy adverso. Sin embargo, lo resolvieron jugando un gran partido por momentos", afirmó.
"Creo que intentamos mientras nos dio el físico -abundó-, en especial en el primer tiempo, pero luego el gran factor que nos jugó en contra fue el calor y hasta Tigres lo sintió sobre el final. Si bien lo teníamos en cuenta y quisimos que no nos pese antes de jugar el tema del clima, creo que incidió bastante, no era fácil".
Consultado por el partido desquite, Gallardo prometió que River intentará "que todo el sacrificio que se hizo se pueda reflejar en cosas positivas el miércoles que viene", al tiempo que confió en que sus jugadores "se recuperarán bien y estarán en condiciones de hace un buen partido".
"Tigres es un equipo muy duro, creo yo que ellos esperaban sacar una diferencia esta noche para ir más tranquilos al Monumental, sabiendo que la situación va a cambiar en relación al juego", intuyó.
Gallardo no dudó en que "el público ('millonario') se va a hacer sentir y mucho" en la revancha y garantizó que los jugadores asumirán el partido "mentalizados en que la Copa no se puede escapar en casa".
Consumado el marcador de la ida en Monterrey, el entrenador aceptó que "hay un favoritismo" para River en la revancha, que de ganarla lo convertirá como el entrenador con más títulos internacionales en la historia del club, tras la conquista de la Copa Sudamericana 2014 y la Recopa 2015.
"Tigres hizo una gran Copa Libertadores desde la fase inicial y tiene un presupuesto millonario que le permitió reforzar se equipo con grandes figuras", añadió el DT.
Por último, lamentó que no podrá contar con el lateral derecho Gabriel Mercado, quien sumó su segunda tarjeta amarilla. El defensor Emanuel Mammana se perfila es una de las variantes que podría utilizar en ese sector del campo de juego.
“Un resultado positivo”
El director deportivo de River Plate, Enzo Francescoli, destacó que el equipo de Marcelo Gallardo regresó de México con “un resultado positivo” después empatar sin goles con Tigres de Monterrey en la primera final de la Copa Libertadores.
El dirigente de origen uruguayo, ganador de ese trofeo como futbolista de River en 1996, aclaró de todos modos que esa consideración cobrará sentido si el equipo “es capaz de hacer la diferencia el próximo miércoles como local, con todo el público a favor”.
“Si hace cuatro días me decían que íbamos a empatar en Monterrey quedaba feliz. Traer ese resultado fue bueno, especialmente después de un viaje tan largo, con el calor que hubo que sufrir y ante uno de los mejores equipos de la Copa”, entendió.
Para reforzar su idea, Francescoli evocó su experiencia como jugador en la final con América de Cali en 1996, que los “millonarios” también comenzaron de visitante.
“Cuando fuimos a Colombia estábamos convencidos que debíamos empatar y hasta perder por un gol, porque sabíamos que de local podíamos hacer la diferencia”, recordó.
En cuanto al partido jugado en Monterrey, el directivo aceptó que “ninguno de los dos equipos jugó bien” y lo atribuyó a las “cargas emotivas diferentes” que implican la disputa de una final. “Es típico cuando hay otro partido, nadie quema las naves. Tigres quiso ganarlo en todo momento pero sin volverse loco, River lo controló”, aseguró.
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