Un portavoz de la organización explicó que los islamistas radicales mataron a balazos a sus víctimas, todos chiítas y alawitas, delante de un grupo de civiles que se congregaron en el teatro, situado en la parte antigua de la localidad. Los alawitas, adeptos de una rama chiíta de la que forma parte el presidente sirio Bashar al Asaad, se encuentran en el poder desde hace medio siglo, mientras la mayoría del país es sunnita, como los integrantes del Estado Islámico.
"El grupo juntó a centenas de personas en el teatro romano con el objetivo de mostrar su fuerza en el terreno", agregó un portavoz del Observatorio Sirio.
Por su parte, el director general de Antigüedades y Museos de Siria, Maamoun Abdulkarim, confió a una cadena francesa que "si la noticia es verdad, utilizar las ruinas romanas para matar civiles prueba que desprecian a la humanidad".
Con estos muertos se elevan a 237 el número de personas asesinadas por los yihadistas en Palmira y otras áreas que tomaron en el este de la provincia siria de Homs desde el 16 de mayo, según los datos del Osdh.
Entre esos fallecidos hay 67 civiles, de los cuales 14 eran menores de edad y cinco enfermeras, que murieron en manos del grupo yihadista en las poblaciones de Al Sujna y Al Ameriya, acusados de colaborar y esconder a efectivos del régimen.
Por su parte, las autoridades sirias disponen de una cifra de muertos superior y aseguran que el Estado Islámico habría decapitado al menos a 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en Palmira desde el 20 de mayo, cuando el grupo conquistó la histórica ciudad, incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
El Estado Islámico difundió el martes un vídeo con supuestas imágenes de Palmira en el que aparentemente no se apreciaban daños en el lugar arqueológico, lo que fue confirmado por las autoridades sirias.
Un portavoz de la organización explicó que los islamistas radicales mataron a balazos a sus víctimas, todos chiítas y alawitas, delante de un grupo de civiles que se congregaron en el teatro, situado en la parte antigua de la localidad. Los alawitas, adeptos de una rama chiíta de la que forma parte el presidente sirio Bashar al Asaad, se encuentran en el poder desde hace medio siglo, mientras la mayoría del país es sunnita, como los integrantes del Estado Islámico.
"El grupo juntó a centenas de personas en el teatro romano con el objetivo de mostrar su fuerza en el terreno", agregó un portavoz del Observatorio Sirio.
Por su parte, el director general de Antigüedades y Museos de Siria, Maamoun Abdulkarim, confió a una cadena francesa que "si la noticia es verdad, utilizar las ruinas romanas para matar civiles prueba que desprecian a la humanidad".
Con estos muertos se elevan a 237 el número de personas asesinadas por los yihadistas en Palmira y otras áreas que tomaron en el este de la provincia siria de Homs desde el 16 de mayo, según los datos del Osdh.
Entre esos fallecidos hay 67 civiles, de los cuales 14 eran menores de edad y cinco enfermeras, que murieron en manos del grupo yihadista en las poblaciones de Al Sujna y Al Ameriya, acusados de colaborar y esconder a efectivos del régimen.
Por su parte, las autoridades sirias disponen de una cifra de muertos superior y aseguran que el Estado Islámico habría decapitado al menos a 400 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, en Palmira desde el 20 de mayo, cuando el grupo conquistó la histórica ciudad, incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda, que atravesaban el árido desierto del centro de Siria.
El Estado Islámico difundió el martes un vídeo con supuestas imágenes de Palmira en el que aparentemente no se apreciaban daños en el lugar arqueológico, lo que fue confirmado por las autoridades sirias.