Casi un centenar de barcos que cargan exportaciones de alimentos están paralizados por un bloqueo del gremio de los trabajadores aceiteros en las terminales portuarias y plantas oleaginosas ubicadas en la Gran Rosario en reclamo de mejoras salariales.
Los trabajadores mantienen una huelga por tiempo indeterminado ya que pretenden un incremento del 42% y decidieron profundizar su plan de lucha con la manifestación en los complejos portuarios de las ciudades de Rosario y de San Lorenzo. Así, los gremialistas del sector paralizaron la producción pero, a la vez, con piquetes alteran la operatoria de granos y cereales, e incluso minerales. Por ello, la cantidad de camiones que circulan por el puerto de Rosario disminuyó a la quinta parte de lo habitual, mientras que son 40 las plantas aceiteras sin actividad en todo el país, de acuerdo con las estimaciones del sector.
Ya son 23 días de huelga por parte del gremio, que ayer se reunió con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y al no llegar a un acuerdo, se volverán a reunir en las próximas horas. El conflicto estuvo por solucionarse la semana anterior, cuando los trabajadores habían acordaron un incremento del 36 % con los empresarios, pero la cartera laboral no avaló la decisión.
"Se había acordado el 36 % de aumento y el Ministerio no dejó que lo firmemos, directamente. Las patronales también podrían haber firmado por fuera y presentarlo en Mesa de Entrada, pero ante la negativa del Gobierno ellos también se corren y se ponen detrás del Gobierno", sostuvo en declaraciones radiales el secretario gremial de la federación, Adrián Dávalos.
Se quejó además de "presiones ministeriales" para que los aumentos no superen el 27 por ciento.
Así, advirtió que el conflicto "se puede complicar aún más".
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Casi un centenar de barcos que cargan exportaciones de alimentos están paralizados por un bloqueo del gremio de los trabajadores aceiteros en las terminales portuarias y plantas oleaginosas ubicadas en la Gran Rosario en reclamo de mejoras salariales.
Los trabajadores mantienen una huelga por tiempo indeterminado ya que pretenden un incremento del 42% y decidieron profundizar su plan de lucha con la manifestación en los complejos portuarios de las ciudades de Rosario y de San Lorenzo. Así, los gremialistas del sector paralizaron la producción pero, a la vez, con piquetes alteran la operatoria de granos y cereales, e incluso minerales. Por ello, la cantidad de camiones que circulan por el puerto de Rosario disminuyó a la quinta parte de lo habitual, mientras que son 40 las plantas aceiteras sin actividad en todo el país, de acuerdo con las estimaciones del sector.
Ya son 23 días de huelga por parte del gremio, que ayer se reunió con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y al no llegar a un acuerdo, se volverán a reunir en las próximas horas. El conflicto estuvo por solucionarse la semana anterior, cuando los trabajadores habían acordaron un incremento del 36 % con los empresarios, pero la cartera laboral no avaló la decisión.
"Se había acordado el 36 % de aumento y el Ministerio no dejó que lo firmemos, directamente. Las patronales también podrían haber firmado por fuera y presentarlo en Mesa de Entrada, pero ante la negativa del Gobierno ellos también se corren y se ponen detrás del Gobierno", sostuvo en declaraciones radiales el secretario gremial de la federación, Adrián Dávalos.
Se quejó además de "presiones ministeriales" para que los aumentos no superen el 27 por ciento.
Así, advirtió que el conflicto "se puede complicar aún más".
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