De acuerdo a lo definido por los altos mandos de ambas fuerzas, los efectivos estarán apostados en 25 zonas consideradas inseguras; como los barrios, los siete accesos viales a la ciudad y plazas, parques y paseos.
La puesta en marcha de un plan de refuerzo de seguridad, que es ejecutado en forma conjunta por más de 600 efectivos de Gendarmería nacional y la Policía de Santa Fe, comenzó ayer en 25 zonas estratégicas consideradas "peligrosas" o "inseguras", informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
"El operativo conjunto, se puso en marcha ayer alrededor de las 6.30 y ya tomaron posición en los accesos de la ciudad y en varios barrios", aseguró ayer el Secretario de Seguridad provincial, Gerardo Chaumont.
El operativo comenzó en los barrios Villa Banana, La Tablada, Las Flores y La Cerámica, considerados en el mapa del delito como los más violentos.
El plan prevé una extensión hacia los barrios Ludueña, Santa Lucía, Fischerton, Pichincha y Alberdi.
En cada una de las intervenciones se estima la participación de entre 50 y 100 efectivos de ambas fuerzas locales.
En cada intervención se estima la participación de entre 50 y 100 efectivos de ambas fuerzas, según "la complejidad de cada caso", informaron las autoridades del Ministerio de Seguridad provincial.
El plan se completa con fiscalizaciones en plazas, parques y paseos y con intervenciones en las principales avenidas y accesos en donde se realizarán controles de documentación vehicular.
La acción de las fuerzas participantes será rotativa y sorpresiva. Los operativos se irán mudando a distintas zonas de Rosario y el área metropolitana de acuerdo a la evolución del mapa del delito, consignaron las autoridades de las fuerzas federales y provinciales.
El plan de refuerzo de seguridad que arrancó en la víspera en Rosario, surge de un acuerdo arribado la semana pasada entre el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti.
En ese encuentro, que se desarrolló en la sede gubernamental de la capital provincial, el funcionario nacional comprometió su apoyo inmediato con el envío de más de 1.000 gendarmes, que comenzaron a llegar a Rosario el sábado pasado.
De esta manera se espera poder controlar y reducir los altos porcentajes de hechos delictivos que afligen tanto a los habitantes de la ciudad de Rosario, como de toda la provincia de Santa Fe.
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De acuerdo a lo definido por los altos mandos de ambas fuerzas, los efectivos estarán apostados en 25 zonas consideradas inseguras; como los barrios, los siete accesos viales a la ciudad y plazas, parques y paseos.
La puesta en marcha de un plan de refuerzo de seguridad, que es ejecutado en forma conjunta por más de 600 efectivos de Gendarmería nacional y la Policía de Santa Fe, comenzó ayer en 25 zonas estratégicas consideradas "peligrosas" o "inseguras", informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
"El operativo conjunto, se puso en marcha ayer alrededor de las 6.30 y ya tomaron posición en los accesos de la ciudad y en varios barrios", aseguró ayer el Secretario de Seguridad provincial, Gerardo Chaumont.
El operativo comenzó en los barrios Villa Banana, La Tablada, Las Flores y La Cerámica, considerados en el mapa del delito como los más violentos.
El plan prevé una extensión hacia los barrios Ludueña, Santa Lucía, Fischerton, Pichincha y Alberdi.
En cada una de las intervenciones se estima la participación de entre 50 y 100 efectivos de ambas fuerzas locales.
En cada intervención se estima la participación de entre 50 y 100 efectivos de ambas fuerzas, según "la complejidad de cada caso", informaron las autoridades del Ministerio de Seguridad provincial.
El plan se completa con fiscalizaciones en plazas, parques y paseos y con intervenciones en las principales avenidas y accesos en donde se realizarán controles de documentación vehicular.
La acción de las fuerzas participantes será rotativa y sorpresiva. Los operativos se irán mudando a distintas zonas de Rosario y el área metropolitana de acuerdo a la evolución del mapa del delito, consignaron las autoridades de las fuerzas federales y provinciales.
El plan de refuerzo de seguridad que arrancó en la víspera en Rosario, surge de un acuerdo arribado la semana pasada entre el Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti.
En ese encuentro, que se desarrolló en la sede gubernamental de la capital provincial, el funcionario nacional comprometió su apoyo inmediato con el envío de más de 1.000 gendarmes, que comenzaron a llegar a Rosario el sábado pasado.
De esta manera se espera poder controlar y reducir los altos porcentajes de hechos delictivos que afligen tanto a los habitantes de la ciudad de Rosario, como de toda la provincia de Santa Fe.
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