La investigación por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman ayer cumplió 100 días y persiste la incertidumbre sobre si fue un crimen o un suicidio, mientras se apuesta a lo que pueda develar una junta médica que recién se convocó en estos días.
El domingo 18 de enero por la noche, cuatro días después de denuncia a la presidente Cristina Fernández de Kirchner por el encubrimiento del atentado a la Amia, Nisman fue encontrado por su madre, Sara Garfunkel y algunos custodios, tirado sin vida en el baño de su departamento de Le Parc, en Puerto Madero.
Desde entonces, la investigación a cargo de la fiscal Viviana Fein no pudo develar si fue un suicidio o un homicidio, y no hay ningún sospechoso firme en el caso.
Incluso, el empleado informático Diego Lagomarsino sólo está imputado por haberle entregado el arma calibre 22 que intervino en la muerte, y más allá de que el exespía Antonio "Jaime" Stiuso es puesto bajo sospecha desde el Gobierno nacional insistentemente, la investigación por ahora no apunta en su contra.
Desde el inicio de la investigación hay divergencias entre la fiscal que apunta a un suicidio, por la disposición del cuerpo y la falta de elementos para suponer que alguien estuvo en el departamento, y la querella a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman, para quien se trató de un asesinato.
Para la jueza federal de San Isidro fue un homicidio y se intentó borrar pruebas en la escena del crimen para simular un suicidio.
Por ahora, la investigación está caratulada como "muerte dudosa" y se convocó a una junta médica, con peritos oficiales y de parte, para develar detalles en torno a la muerte, como ser el horario en que pudo haber ocurrido, puesto que para la querella sería incluso cuando Lagomarsino estuvo en el departamento.
Apenas se supo de la muerte del fiscal, la oposición cuestionó la presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en el departamento ante sospechas de manipulación de pruebas, y se hizo una denuncia en su contra, que terminó en el archivo.
También se abrieron causas conexas, como una sobre la cuenta bancaria perteneciente a Nisman en los Estados Unidos y de la cual también son titulares su madre, su hermana y el técnico informático Lagomarsino.
Ahora la investigación está enfocada en la labor de la junta médica que producirá su informe que podría arrojar nuevos resultados en torno a la muerte del fiscal Nisman.
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La investigación por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman ayer cumplió 100 días y persiste la incertidumbre sobre si fue un crimen o un suicidio, mientras se apuesta a lo que pueda develar una junta médica que recién se convocó en estos días.
El domingo 18 de enero por la noche, cuatro días después de denuncia a la presidente Cristina Fernández de Kirchner por el encubrimiento del atentado a la Amia, Nisman fue encontrado por su madre, Sara Garfunkel y algunos custodios, tirado sin vida en el baño de su departamento de Le Parc, en Puerto Madero.
Desde entonces, la investigación a cargo de la fiscal Viviana Fein no pudo develar si fue un suicidio o un homicidio, y no hay ningún sospechoso firme en el caso.
Incluso, el empleado informático Diego Lagomarsino sólo está imputado por haberle entregado el arma calibre 22 que intervino en la muerte, y más allá de que el exespía Antonio "Jaime" Stiuso es puesto bajo sospecha desde el Gobierno nacional insistentemente, la investigación por ahora no apunta en su contra.
Desde el inicio de la investigación hay divergencias entre la fiscal que apunta a un suicidio, por la disposición del cuerpo y la falta de elementos para suponer que alguien estuvo en el departamento, y la querella a cargo de la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa de Nisman, para quien se trató de un asesinato.
Para la jueza federal de San Isidro fue un homicidio y se intentó borrar pruebas en la escena del crimen para simular un suicidio.
Por ahora, la investigación está caratulada como "muerte dudosa" y se convocó a una junta médica, con peritos oficiales y de parte, para develar detalles en torno a la muerte, como ser el horario en que pudo haber ocurrido, puesto que para la querella sería incluso cuando Lagomarsino estuvo en el departamento.
Apenas se supo de la muerte del fiscal, la oposición cuestionó la presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni, en el departamento ante sospechas de manipulación de pruebas, y se hizo una denuncia en su contra, que terminó en el archivo.
También se abrieron causas conexas, como una sobre la cuenta bancaria perteneciente a Nisman en los Estados Unidos y de la cual también son titulares su madre, su hermana y el técnico informático Lagomarsino.
Ahora la investigación está enfocada en la labor de la junta médica que producirá su informe que podría arrojar nuevos resultados en torno a la muerte del fiscal Nisman.
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