Este despliegue no anuncia una intervención norteamericana directa, como una intercepción o inspección de barcos iraníes, precisaron responsables estadounidenses.
Al mismo tiempo, la coalición árabe liderada por Arabia Saudita ayer llevó a cabo ataques aéreos contra la capital yemení, Saná, controlada por los rebeldes. El lunes, esos bombardeos causaron la muerte de 38 civiles, al ser atacado un depósito de misiles y municiones, lo que generó espectaculares explosiones. Además, 532 personas resultaron heridas según un balance establecido ayer en cuatro hospitales de la ciudad.
Por su parte, las pérdidas de los rebeldes chiítas hutíes no son conocidas, ya que los insurgentes no comunican nunca el número de muertos y heridos en sus filas. Sin embargo, el ministro yemení de Exteriores en el exilio, Ryad Yasin, afirmó el lunes que tenía la confirmación de "miles de muertos" entre los rebeldes y sus aliados, militares fieles al expresidente Alí Abdalá Saleh.
Los nuevos bombardeos de la coalición apuntaron ayer por la mañana a posiciones rebeldes en el este, oeste y norte de la capital.
También hubo combates durante la noche entre insurgentes y partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, exiliado en Arabia Saudita, en varias ciudades del sur de Yemen.
La creciente violencia en Yemen dejó 944 muertos y 3.487 heridos, desde finales de marzo hasta el 17 de abril, anunció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que las cifras eran las facilitadas por los servicios sanitarios de Yemen, aunque el número real de víctimas mortales y heridos es probablemente mayor, debido a que mucha gente no tiene la posibilidad de acceder a los hospitales por los combates.
Este despliegue no anuncia una intervención norteamericana directa, como una intercepción o inspección de barcos iraníes, precisaron responsables estadounidenses.
Al mismo tiempo, la coalición árabe liderada por Arabia Saudita ayer llevó a cabo ataques aéreos contra la capital yemení, Saná, controlada por los rebeldes. El lunes, esos bombardeos causaron la muerte de 38 civiles, al ser atacado un depósito de misiles y municiones, lo que generó espectaculares explosiones. Además, 532 personas resultaron heridas según un balance establecido ayer en cuatro hospitales de la ciudad.
Por su parte, las pérdidas de los rebeldes chiítas hutíes no son conocidas, ya que los insurgentes no comunican nunca el número de muertos y heridos en sus filas. Sin embargo, el ministro yemení de Exteriores en el exilio, Ryad Yasin, afirmó el lunes que tenía la confirmación de "miles de muertos" entre los rebeldes y sus aliados, militares fieles al expresidente Alí Abdalá Saleh.
Los nuevos bombardeos de la coalición apuntaron ayer por la mañana a posiciones rebeldes en el este, oeste y norte de la capital.
También hubo combates durante la noche entre insurgentes y partidarios del presidente Abd Rabo Mansur Hadi, exiliado en Arabia Saudita, en varias ciudades del sur de Yemen.
La creciente violencia en Yemen dejó 944 muertos y 3.487 heridos, desde finales de marzo hasta el 17 de abril, anunció ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) señaló que las cifras eran las facilitadas por los servicios sanitarios de Yemen, aunque el número real de víctimas mortales y heridos es probablemente mayor, debido a que mucha gente no tiene la posibilidad de acceder a los hospitales por los combates.