Hoy es Domingo de Ramos y para la Iglesia Católica supone conmemorar la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, acontecimiento con el que se da inicio a la Semana Santa, que en Jujuy se recordará con misas y actividades religiosas. Se instó a reflexionar y pensar a través del ayuno, abstinencia y peregrinación desde la fe como compromiso y cambio activo en la práctica cotidiana.
En la capital, la Catedral Basílica realizará las actividades bajo la consigna del "Año de la vida consagrada" e incluirá el Vía Crucis.
El párroco Manuel Alfaro recordó que "la entrada de Jesús a Jerusalén significa aclamarlo como rey y reconocerlo como Mesías lo que refleja de alguna manera el corazón de todo creyente", que a veces aclama el nombre de Jesús pero que también pidió que lo crucifiquen. Reflexionó que "cuando estamos con Dios parece que todo va bien, pero a veces cuando necesitamos de Él lo aclamamos y le pedimos que venga en nuestro auxilio".
En tanto, el Domingo de Ramos significa la vida de la persona que se eleva y levanta, que solamente Dios la puede ensalzar. Por ello recordó que en aquél Domingo de Ramos en que Jesús ingresaba en un "burrito", que simboliza "la paz", la gente lo aclamó como el Mesías, con lo cual los "ramos" simbolizan nuestra vida que no se debe marchitar sino renovar cada año y en especial en esta Semana Santa.
Instó por ello a "mirar en esos ramos la gracia de Dios, que va actuando y siendo eficiente en nuestra propia vida, pero que necesita del esfuerzo en cada uno de nosotros", reflexionó asumiendo que Dios nos ha dado todo pero que también espera una respuesta personal para que se complemente la gracia y el esfuerzo, así poder seguir caminando y llevar la cruz con mucha esperanza.
"El cristiano que espera todo de arriba es como una fe impávida o estéril, pero una fe que se va alimentando y trabajando el corazón del creyente es una fe dinámica que es como un paso para lograr la gloria de la resurrección que es celebrar la Pascua de Jesús.
También se refirió al ayuno y abstinencia que la Iglesia pide en Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, y Viernes Santo, día en que muere Jesús, explicando que significa ir renovando desde el sacrificio y la renuncia, y aclaró que no implica sólo mermar un alimento sino que se traslada a las actitudes cristianas. Explicó que si a la persona le cuesta renunciar a algo como algún vicio, sería oportuno para ir dejándolo y ofrecérselo a Dios, por lo que se trata de actitudes concretas.
Recordó por ello los dichos del Papa Francisco, que sugiere "no maquillar nuestra vida de fe", solamente con el espíritu de la ley muerta cumpliendo con la misa, el ayuno y la limosna sino apuntando al cambio del corazón de la persona.
En la Catedral hoy habrá misa a las 8, luego a las 9.50 habrá una bendición y procesión de ramos, otra misa a las 10.15 y a las 20. En San Francisco misas a las 7.30, 9, 11.30 y 20.
En la víspera
La comunidad de la capilla Señor de la Cruz de la parroquia San Pedro y San Pablo compartió en la tarde de ayer la bendición de ramos y la misa, presididas por el padre Miguel David Aciar.
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Hoy es Domingo de Ramos y para la Iglesia Católica supone conmemorar la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, acontecimiento con el que se da inicio a la Semana Santa, que en Jujuy se recordará con misas y actividades religiosas. Se instó a reflexionar y pensar a través del ayuno, abstinencia y peregrinación desde la fe como compromiso y cambio activo en la práctica cotidiana.
En la capital, la Catedral Basílica realizará las actividades bajo la consigna del "Año de la vida consagrada" e incluirá el Vía Crucis.
El párroco Manuel Alfaro recordó que "la entrada de Jesús a Jerusalén significa aclamarlo como rey y reconocerlo como Mesías lo que refleja de alguna manera el corazón de todo creyente", que a veces aclama el nombre de Jesús pero que también pidió que lo crucifiquen. Reflexionó que "cuando estamos con Dios parece que todo va bien, pero a veces cuando necesitamos de Él lo aclamamos y le pedimos que venga en nuestro auxilio".
En tanto, el Domingo de Ramos significa la vida de la persona que se eleva y levanta, que solamente Dios la puede ensalzar. Por ello recordó que en aquél Domingo de Ramos en que Jesús ingresaba en un "burrito", que simboliza "la paz", la gente lo aclamó como el Mesías, con lo cual los "ramos" simbolizan nuestra vida que no se debe marchitar sino renovar cada año y en especial en esta Semana Santa.
Instó por ello a "mirar en esos ramos la gracia de Dios, que va actuando y siendo eficiente en nuestra propia vida, pero que necesita del esfuerzo en cada uno de nosotros", reflexionó asumiendo que Dios nos ha dado todo pero que también espera una respuesta personal para que se complemente la gracia y el esfuerzo, así poder seguir caminando y llevar la cruz con mucha esperanza.
"El cristiano que espera todo de arriba es como una fe impávida o estéril, pero una fe que se va alimentando y trabajando el corazón del creyente es una fe dinámica que es como un paso para lograr la gloria de la resurrección que es celebrar la Pascua de Jesús.
También se refirió al ayuno y abstinencia que la Iglesia pide en Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, y Viernes Santo, día en que muere Jesús, explicando que significa ir renovando desde el sacrificio y la renuncia, y aclaró que no implica sólo mermar un alimento sino que se traslada a las actitudes cristianas. Explicó que si a la persona le cuesta renunciar a algo como algún vicio, sería oportuno para ir dejándolo y ofrecérselo a Dios, por lo que se trata de actitudes concretas.
Recordó por ello los dichos del Papa Francisco, que sugiere "no maquillar nuestra vida de fe", solamente con el espíritu de la ley muerta cumpliendo con la misa, el ayuno y la limosna sino apuntando al cambio del corazón de la persona.
En la Catedral hoy habrá misa a las 8, luego a las 9.50 habrá una bendición y procesión de ramos, otra misa a las 10.15 y a las 20. En San Francisco misas a las 7.30, 9, 11.30 y 20.
En la víspera
La comunidad de la capilla Señor de la Cruz de la parroquia San Pedro y San Pablo compartió en la tarde de ayer la bendición de ramos y la misa, presididas por el padre Miguel David Aciar.
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