La presidente, Cristina Kirchner, salió ayer al cruce de la Unión Industrial Argentina por las críticas a raíz de los acuerdos con China y sostuvo: "Merecemos un voto de confianza. Este Gobierno se ha caracterizado por defender al trabajo argentino y a los empresarios argentinos como ningún otro Gobierno lo haya hecho", subrayó un día antes de la reunión del Gobierno con la cúpula de la entidad fabril.
De ese modo, mostró su descontento por el proceder de algunos integrantes de la UIA que cuestionaron duramente los negocios con el gigante asiático y amenazó: "Vamos a ver qué hacen los chinos y también vamos a ver qué hacemos nosotros".
La Jefa de Estado apuntó directamente contra la siderúrgica Techint como generadora de esas críticas y se refirió a los 400 millones de dólares que China desembolsará para la construcción de la represa hidroeléctrica El Tambolar y que estará a cargo de la empresa.
Al respecto, dijo: "Me dieron ganas de decirle a los chinos que no le presten la plata. Que no tomen de tontos a los argentinos", fustigó al preguntar: "¿Desde cuándo a los empresarios les importa si viene mano de obra barata de China?". "Creo que muchas veces más que una cuestión de protección de la industria, hay mucho de ideología", se quejó.
"No está bien hacer eso con un país. Todos tenemos nuestros intereses", consideró y destacó: "Sin embargo sigue protegiendo a las empresas". La jefa de Estado destacó que en China se firmaron "acuerdos estratégicos y alianzas entre país y país", al tiempo que aclaró: "No quiero generalizar (a la UIA) porque sé que hubo fuertes discusiones internas de que estábamos entregando el trabajo argentino. Hay intereses políticos de enfrentar a un Gobierno por el sólo hecho de enfrentarlo o porque tal vez no pueden hacer las cosas que antes hacían", se quejó.
Respaldó a Randazzo
La mandataria expresó, entre otros temas un fuerte respaldo al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, por la denuncia de los Fondos Buitre en su contra por presunto enriquecimiento ilícito y reclamó que "todos los candidatos a Presidente" presenten sus declaraciones juradas y "expliquen cómo y de qué viven". Al mismo tiempo Cristina cuestionó la "marcha del silencio" del 18 de febrero, en reclamo del esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman, al sostener que el kirchnerismo "se queda con el canto y la alegría" y a "ellos" les "deja" el "silencio". Por el mismo caso, envió un duro mensaje a Obama, rechazando la posible colaboración del FBI para esclarecer el caso Nisman.
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La presidente, Cristina Kirchner, salió ayer al cruce de la Unión Industrial Argentina por las críticas a raíz de los acuerdos con China y sostuvo: "Merecemos un voto de confianza. Este Gobierno se ha caracterizado por defender al trabajo argentino y a los empresarios argentinos como ningún otro Gobierno lo haya hecho", subrayó un día antes de la reunión del Gobierno con la cúpula de la entidad fabril.
De ese modo, mostró su descontento por el proceder de algunos integrantes de la UIA que cuestionaron duramente los negocios con el gigante asiático y amenazó: "Vamos a ver qué hacen los chinos y también vamos a ver qué hacemos nosotros".
La Jefa de Estado apuntó directamente contra la siderúrgica Techint como generadora de esas críticas y se refirió a los 400 millones de dólares que China desembolsará para la construcción de la represa hidroeléctrica El Tambolar y que estará a cargo de la empresa.
Al respecto, dijo: "Me dieron ganas de decirle a los chinos que no le presten la plata. Que no tomen de tontos a los argentinos", fustigó al preguntar: "¿Desde cuándo a los empresarios les importa si viene mano de obra barata de China?". "Creo que muchas veces más que una cuestión de protección de la industria, hay mucho de ideología", se quejó.
"No está bien hacer eso con un país. Todos tenemos nuestros intereses", consideró y destacó: "Sin embargo sigue protegiendo a las empresas". La jefa de Estado destacó que en China se firmaron "acuerdos estratégicos y alianzas entre país y país", al tiempo que aclaró: "No quiero generalizar (a la UIA) porque sé que hubo fuertes discusiones internas de que estábamos entregando el trabajo argentino. Hay intereses políticos de enfrentar a un Gobierno por el sólo hecho de enfrentarlo o porque tal vez no pueden hacer las cosas que antes hacían", se quejó.
Respaldó a Randazzo
La mandataria expresó, entre otros temas un fuerte respaldo al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, por la denuncia de los Fondos Buitre en su contra por presunto enriquecimiento ilícito y reclamó que "todos los candidatos a Presidente" presenten sus declaraciones juradas y "expliquen cómo y de qué viven". Al mismo tiempo Cristina cuestionó la "marcha del silencio" del 18 de febrero, en reclamo del esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman, al sostener que el kirchnerismo "se queda con el canto y la alegría" y a "ellos" les "deja" el "silencio". Por el mismo caso, envió un duro mensaje a Obama, rechazando la posible colaboración del FBI para esclarecer el caso Nisman.
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