Al grito de "¡Sí se puede!", decenas de miles de personas llegadas de toda España participaron ayer en una "Marcha del Cambio" convocada por el partido antiliberal "Podemos" que, alentado por la victoria de Syriza en Grecia, promete transformar el país.
"El viento del cambio empieza a soplar en Europa", lanzó Pablo Iglesias, líder del partido, en tono de mitin político ante la multitud que se agolpaba en la emblemática Puerta del Sol, donde en mayo de 2011 nació el movimiento de los indignados del que él mismo formó parte.
"Muchos quieren vincular el destino de Podemos al destino del Gobierno griego: apoyamos a nuestros hermanos, pero nadie hizo sus deberes por ellos y nadie hará los deberes de los españoles. A los ciudadanos españoles nos toca ahora ser protagonistas de nuestra historia", agregó este carismático profesor de Ciencias Políticas, de 36 años y larga cola de caballo.
Con banderas de Grecia y de la España republicana, la multitud había desfilado por la mañana ondeando enseñas de Syriza y de este pequeño partido español, nacido hace apenas doce meses y que ya encabeza sondeos al inicio de un año con varias citas electorales.
"Esto es histórico, hay que vivirlo", decía emocionada Blanca Salazar, auxiliar de geriatría de 53 años, desempleada desde hace tres, que viajó en coche desde Bilbao, en el norte, con su marido, empleado en una imprenta "donde cobra mil euros al mes". "Por fin creo que se va a generar el cambio tan esperado, desde hace tanto tiempo", afirmaba.
Tras seis años de crisis, España vivió en 2014 una reactivación económica que llevó su PBI a crecer un 1,4%, pero el coste ha sido alto, fuertes recortes en gasto público, especialmente en sanidad, educación y ayudas sociales, reformas para abaratar el empleo y el despido y la segunda tasa de pobreza infantil más elevada de la UE tras Rumanía.
Con un desempleo de casi 24 por ciento, el país cuenta 1,79 millones de hogares en los que nadie trabaja y cientos de miles de familias perdieron sus viviendas al no poder hacer frente a los créditos inmobiliarios, mientras los bancos españoles recibían un rescate europeo de 41 mil millones de euros.
Al mismo tiempo el país ha visto multiplicarse los escándalos de corrupción, que implican a políticos de izquierdas y derechas, banqueros, sindicalistas, famosos e incluso una hija del rey Juan Carlos, que en junio abdicó a favor de su hijo Felipe VI en el momento más bajo de su popularidad.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Al grito de "¡Sí se puede!", decenas de miles de personas llegadas de toda España participaron ayer en una "Marcha del Cambio" convocada por el partido antiliberal "Podemos" que, alentado por la victoria de Syriza en Grecia, promete transformar el país.
"El viento del cambio empieza a soplar en Europa", lanzó Pablo Iglesias, líder del partido, en tono de mitin político ante la multitud que se agolpaba en la emblemática Puerta del Sol, donde en mayo de 2011 nació el movimiento de los indignados del que él mismo formó parte.
"Muchos quieren vincular el destino de Podemos al destino del Gobierno griego: apoyamos a nuestros hermanos, pero nadie hizo sus deberes por ellos y nadie hará los deberes de los españoles. A los ciudadanos españoles nos toca ahora ser protagonistas de nuestra historia", agregó este carismático profesor de Ciencias Políticas, de 36 años y larga cola de caballo.
Con banderas de Grecia y de la España republicana, la multitud había desfilado por la mañana ondeando enseñas de Syriza y de este pequeño partido español, nacido hace apenas doce meses y que ya encabeza sondeos al inicio de un año con varias citas electorales.
"Esto es histórico, hay que vivirlo", decía emocionada Blanca Salazar, auxiliar de geriatría de 53 años, desempleada desde hace tres, que viajó en coche desde Bilbao, en el norte, con su marido, empleado en una imprenta "donde cobra mil euros al mes". "Por fin creo que se va a generar el cambio tan esperado, desde hace tanto tiempo", afirmaba.
Tras seis años de crisis, España vivió en 2014 una reactivación económica que llevó su PBI a crecer un 1,4%, pero el coste ha sido alto, fuertes recortes en gasto público, especialmente en sanidad, educación y ayudas sociales, reformas para abaratar el empleo y el despido y la segunda tasa de pobreza infantil más elevada de la UE tras Rumanía.
Con un desempleo de casi 24 por ciento, el país cuenta 1,79 millones de hogares en los que nadie trabaja y cientos de miles de familias perdieron sus viviendas al no poder hacer frente a los créditos inmobiliarios, mientras los bancos españoles recibían un rescate europeo de 41 mil millones de euros.
Al mismo tiempo el país ha visto multiplicarse los escándalos de corrupción, que implican a políticos de izquierdas y derechas, banqueros, sindicalistas, famosos e incluso una hija del rey Juan Carlos, que en junio abdicó a favor de su hijo Felipe VI en el momento más bajo de su popularidad.
PUBLICIDAD