"Desde hoy (por ayer) día
Chile es diferente, es un Chile para todos", celebró
Roxana Ortíz después de haberse convertido junto a la española
Virginia Gómez en una de las primeras parejas homosexuales en firmar una unión civil, una figura legal inexistente hasta el día de ayer.
En una ceremonia a puertas cerradas en el
Registro Civil, en la que estuvieron acompañadas sólo de sus familiares y amigos más íntimos, esta pareja logró concretar después de 11 años de relación sentimental una de las mayores aspiraciones de las organizaciones homosexuales chilenas.
Entre papel picado multicolor, sonrientes, pero con el rastro en sus ojos de haber llorado de emoción, Virginia y Roxana exhibieron a los medios de comunicación la libreta familiar de color azul que oficializa desde ayer su Acuerdo de Unión Civil (AUC) tras el fin de la ceremonia.
"Fue como una ceremonia de matrimonio civil, igual. La jueza estuvo ahí, nos dijo nuestros derechos y nuestros deberes; nos deseó lo mejor, dijimos el "sí quiero'; lloramos mucho. Fue súper bonito", relató Virginia en las afueras de las oficinas del Registro Civil en Santiago.
Mientras se desarrollaba la ceremonia, un grupo de parejas homosexuales bailó un vals en las afueras del edificio, donde también funcionarios de Registro Civil, que cumplen más de tres semanas en paro en demanda de mejoras salariales, aprovecharon la presencia de los numerosos medios de comunicación para protestar ruidosamente, con silbatos y cornetas, y hacer público su pedido gremial.
A la misma hora, en la ciudad de Concepción (500 kilómetros al sur de Santiago), se unieron Vicente Medel Salazar y Esteban Guzmán Rioseco, una joven pareja de estudiantes homosexuales.
"Desde hoy (por ayer) día
Chile es diferente, es un Chile para todos", celebró
Roxana Ortíz después de haberse convertido junto a la española
Virginia Gómez en una de las primeras parejas homosexuales en firmar una unión civil, una figura legal inexistente hasta el día de ayer.
En una ceremonia a puertas cerradas en el
Registro Civil, en la que estuvieron acompañadas sólo de sus familiares y amigos más íntimos, esta pareja logró concretar después de 11 años de relación sentimental una de las mayores aspiraciones de las organizaciones homosexuales chilenas.
Entre papel picado multicolor, sonrientes, pero con el rastro en sus ojos de haber llorado de emoción, Virginia y Roxana exhibieron a los medios de comunicación la libreta familiar de color azul que oficializa desde ayer su Acuerdo de Unión Civil (AUC) tras el fin de la ceremonia.
"Fue como una ceremonia de matrimonio civil, igual. La jueza estuvo ahí, nos dijo nuestros derechos y nuestros deberes; nos deseó lo mejor, dijimos el "sí quiero'; lloramos mucho. Fue súper bonito", relató Virginia en las afueras de las oficinas del Registro Civil en Santiago.
Mientras se desarrollaba la ceremonia, un grupo de parejas homosexuales bailó un vals en las afueras del edificio, donde también funcionarios de Registro Civil, que cumplen más de tres semanas en paro en demanda de mejoras salariales, aprovecharon la presencia de los numerosos medios de comunicación para protestar ruidosamente, con silbatos y cornetas, y hacer público su pedido gremial.
A la misma hora, en la ciudad de Concepción (500 kilómetros al sur de Santiago), se unieron Vicente Medel Salazar y Esteban Guzmán Rioseco, una joven pareja de estudiantes homosexuales.