Paul Orta, el hombre de la armónica que regala su música en Jujuy

Cuando Paul Orta llegó a Jujuy, no sabía que se iba a sorprender tanto con la magia de una ciudad pequeña pero de "corazón grande" como la supo definir.

Con la emoción notable de haber llegado al país por primera vez, este artista texano de mirada audaz y humor constante, llegó cargando en una mochila del Dr. Seuss varias armónicas pero también un entusiasmo y expectativas que se podían ver a simple vista.

A través de su visita al diario, el armonicista no dudó en prestar su voz, para decir lo que piensa y compartir sus ideas. Y escucharlo fue un vuelo directo hacia esa tierra que lo vió nacer, la lejana Texas que fue la cuna artística que lo envolvió de música literalmente.

Él parecía más o menos convencido de preferir tocar el tema del arte en su vida, al que llamó como un privilegio que lo acompañó desde que era un niño.

Y su plan para sorprender a los espectadores jujeños, era justamente, ofrecer lo que siempre le gustó pero sobre todo, lo apasiona.

Ese plan está ya está en marcha. Se está concretando desde hace dos días, en escenarios locales, en los que ya regaló sonoridad en muchas canciones especialmente seleccionadas. Blues del bueno en compañía de excelentes músicos jujeños se pudo disfrutar en vivo. Y esta noche volverá a estallar en sonidos elegidos que se escucharán a pleno, desde las 22, en la "Casa Macedonio Graz".

En su interpretación, Paul hace gala de su talento y es uno solo con la armónica. Todo para hacer que el público disfrute de lo mejor, sin escalas.

El origen de su música

Su arte nació cuando tenía ocho años y tomó su primera armónica para practicar de todas las formas posibles.

Entonces comenzó a ir despacio, pero con paso firme, tras los pasos de las glorias del blues.

Así, casi sin pensarlo demasiado, ya había elegido su camino y la música con orígenes negros como su manera de expresar eso que sentía en su interior.

"La música para mí, sobre todo el blues, es lo que siento en mi corazón. Desde que por primera vez la escuché. Me siento realmente bien en este camino" dijo el renombrado armonicista a nuestro diario.

En aquél momento, cuando era pequeño, se imaginaba interpretando canciones y tenía muy en claro que debía estudiar con grandes maestros para concretar ese sueño. Y había elegido, junto a su inseparable armónica, la trompeta para comprender mejor aún la música y ser un gran comunicador de su sonido.

Pero entre los dos instrumentos, la armónica ganó siempre. Y llevó consigo eso de quererla un poco más y descubrir que la musicalidad sonaba mejor cuando tenía la armónica entre manos.

Él ya la había elegido desde que la conoció, cuando tenía ocho años de edad, pero comenzó a sentirla más con el correr del tiempo y a entenderla desde otro lugar, ya en la madurez de su vida y por eso la eligió como un objeto de estudio.

Los artistas que fueron su fuente de sabiduría y referencia constante fueron muchos. Pero, el músico resaltó dos nombres en particular; Snooky Prayer y Sony Terry.

"Ellos fueron mis maestros y de quienes aprendí muchísimo" comentó con admiración en la mirada.

No obstante y después del trabajo de profesionalización, ahora él se convirtió en un maestro, que sigue coleccionando discos de aquellos músicos que admira.

A través de su carrera, fue acompañado por conjuntos que lo respaldaron en vivo. Los pilares en los que se afirmó para que su armónica sea la estrella de un espectáculo de gran calidad. Esos artistas de gran nivel que le dijeron sí a su propuesta y giraron por escenarios mostrando eso que mejor sabían hacer.

El armonicista le había prestado toda la atención necesaria a aquellos referentes originales que dejaron una huella imborrable en la música. Desde las canciones admiradas por su "complejidad simple" hasta las que sugirieron nuevas tendencias y fusiones de sonidos.

A través de su trayectoria artística vio y escuchó de todo. Y también tuvo varias bandas que exprimieron su potencial en nuevas composiciones que lo acompañaron al salir a escena.

Pero su banda emblema, la que siempre estuvo allí fue The Kingpins. Con ella pasó más o menos treinta años dando cátedra de blues y gracias a esa agrupación se dio a conocer por todos los rincones del mundo.

No obstante, durante esta etapa tuvo otra formación en simultáneo y en Europa que se llamó Los PlayBoys Internacionales.

Después de haber cruzado muchísimos escenarios donde entró cómodo y dejó su nombre que a estas alturas ya tiene peso propio.

Entonces llegó a nuestra ciudad y se muestra muy feliz de estar aquí. "He tocado en todo el mundo, este es un nuevo país, siempre he querido llegar aquí para tocar música" dijo contento de pisar suelo argentino por primera vez.

En su visita, se mostró contento y cuando le tocó compartir con músicos jujeños aún más. "Fue muy positivo, tengo una lista preparada con canciones que voy a tocar con mucha energía y habrá un final sorpresa" dijo el artista de la boina negra y otras facetas más.

Este Paul hace música sintiendo felicidad, pero también la imparte desde las clases, workshops como embajador del blues en los países que visita. Aún así, fue más grande su deseo de ser el armonicista de la gloria del blues como B.B. King.

"Amo a BB King y tuve la oportunidad de tocar con él, me sentí como un niño, con la emoción de un niño. Fue la mejor experiencia de mi vida, estar en varios conciertos de él" recordó el músico agradeciendo a la vida haber tenido esa posibilidad, seguramente inolvidable en su carrera artística.

Cuando Paul Orta llegó a Jujuy, no sabía que se iba a sorprender tanto con la magia de una ciudad pequeña pero de "corazón grande" como la supo definir.

Con la emoción notable de haber llegado al país por primera vez, este artista texano de mirada audaz y humor constante, llegó cargando en una mochila del Dr. Seuss varias armónicas pero también un entusiasmo y expectativas que se podían ver a simple vista.

A través de su visita al diario, el armonicista no dudó en prestar su voz, para decir lo que piensa y compartir sus ideas. Y escucharlo fue un vuelo directo hacia esa tierra que lo vió nacer, la lejana Texas que fue la cuna artística que lo envolvió de música literalmente.

Él parecía más o menos convencido de preferir tocar el tema del arte en su vida, al que llamó como un privilegio que lo acompañó desde que era un niño.

Y su plan para sorprender a los espectadores jujeños, era justamente, ofrecer lo que siempre le gustó pero sobre todo, lo apasiona.

Ese plan está ya está en marcha. Se está concretando desde hace dos días, en escenarios locales, en los que ya regaló sonoridad en muchas canciones especialmente seleccionadas. Blues del bueno en compañía de excelentes músicos jujeños se pudo disfrutar en vivo. Y esta noche volverá a estallar en sonidos elegidos que se escucharán a pleno, desde las 22, en la "Casa Macedonio Graz".

En su interpretación, Paul hace gala de su talento y es uno solo con la armónica. Todo para hacer que el público disfrute de lo mejor, sin escalas.

El origen de su música

Su arte nació cuando tenía ocho años y tomó su primera armónica para practicar de todas las formas posibles.

Entonces comenzó a ir despacio, pero con paso firme, tras los pasos de las glorias del blues.

Así, casi sin pensarlo demasiado, ya había elegido su camino y la música con orígenes negros como su manera de expresar eso que sentía en su interior.

"La música para mí, sobre todo el blues, es lo que siento en mi corazón. Desde que por primera vez la escuché. Me siento realmente bien en este camino" dijo el renombrado armonicista a nuestro diario.

En aquél momento, cuando era pequeño, se imaginaba interpretando canciones y tenía muy en claro que debía estudiar con grandes maestros para concretar ese sueño. Y había elegido, junto a su inseparable armónica, la trompeta para comprender mejor aún la música y ser un gran comunicador de su sonido.

Pero entre los dos instrumentos, la armónica ganó siempre. Y llevó consigo eso de quererla un poco más y descubrir que la musicalidad sonaba mejor cuando tenía la armónica entre manos.

Él ya la había elegido desde que la conoció, cuando tenía ocho años de edad, pero comenzó a sentirla más con el correr del tiempo y a entenderla desde otro lugar, ya en la madurez de su vida y por eso la eligió como un objeto de estudio.

Los artistas que fueron su fuente de sabiduría y referencia constante fueron muchos. Pero, el músico resaltó dos nombres en particular; Snooky Prayer y Sony Terry.

"Ellos fueron mis maestros y de quienes aprendí muchísimo" comentó con admiración en la mirada.

No obstante y después del trabajo de profesionalización, ahora él se convirtió en un maestro, que sigue coleccionando discos de aquellos músicos que admira.

A través de su carrera, fue acompañado por conjuntos que lo respaldaron en vivo. Los pilares en los que se afirmó para que su armónica sea la estrella de un espectáculo de gran calidad. Esos artistas de gran nivel que le dijeron sí a su propuesta y giraron por escenarios mostrando eso que mejor sabían hacer.

El armonicista le había prestado toda la atención necesaria a aquellos referentes originales que dejaron una huella imborrable en la música. Desde las canciones admiradas por su "complejidad simple" hasta las que sugirieron nuevas tendencias y fusiones de sonidos.

A través de su trayectoria artística vio y escuchó de todo. Y también tuvo varias bandas que exprimieron su potencial en nuevas composiciones que lo acompañaron al salir a escena.

Pero su banda emblema, la que siempre estuvo allí fue The Kingpins. Con ella pasó más o menos treinta años dando cátedra de blues y gracias a esa agrupación se dio a conocer por todos los rincones del mundo.

No obstante, durante esta etapa tuvo otra formación en simultáneo y en Europa que se llamó Los PlayBoys Internacionales.

Después de haber cruzado muchísimos escenarios donde entró cómodo y dejó su nombre que a estas alturas ya tiene peso propio.

Entonces llegó a nuestra ciudad y se muestra muy feliz de estar aquí. "He tocado en todo el mundo, este es un nuevo país, siempre he querido llegar aquí para tocar música" dijo contento de pisar suelo argentino por primera vez.

En su visita, se mostró contento y cuando le tocó compartir con músicos jujeños aún más. "Fue muy positivo, tengo una lista preparada con canciones que voy a tocar con mucha energía y habrá un final sorpresa" dijo el artista de la boina negra y otras facetas más.

Este Paul hace música sintiendo felicidad, pero también la imparte desde las clases, workshops como embajador del blues en los países que visita. Aún así, fue más grande su deseo de ser el armonicista de la gloria del blues como B.B. King.

"Amo a BB King y tuve la oportunidad de tocar con él, me sentí como un niño, con la emoción de un niño. Fue la mejor experiencia de mi vida, estar en varios conciertos de él" recordó el músico agradeciendo a la vida haber tenido esa posibilidad, seguramente inolvidable en su carrera artística.