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2 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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A medianoche

Sabado, 02 de agosto de 2014 10:08

TILCARA (Corresponsal) Hay quienes guardan la tradición de celebrar a la Pachamama tras la medianoche que entra en agosto. Algunos dicen que esa costumbre viene de los tiempos en que su culto fue perseguido. Lo que se hace en lo oscuro de la noche queda resguardado de la mirada ajena. Estos mismos piensan que, llevada a la luz del mediodía, la Pachamama recobra la dignidad que habrá tenido antes de la evangelización de los pueblos andinos. Otros suponen que más bien proviene de la intimidad. En lo oscuro de la noche están en casa los que viven en ella y con ellos limpia el aire la koba, se coquea y se fuma para agradar a la Madre Tierra. En el asiento de adelante del ómnibus, una señora comenta todo lo que ha cambiado la Pachamama en estos años. Su amiga la corrige: "no ha cambiado. En casa la celebramos como lo hacía mi abuela. Es que se han agregado otras cosas", termina por decir, "pero a la Pachamama en casa la esperamos a medianoche con koba, coca y cigarrillos". Es que aquella mujer que lucía el guardapolvo, la que les iba a enseñar a nuestros niños en la escuela, llevaba el perfume de la ofrenda que entregó a medianoche del día anterior.

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TILCARA (Corresponsal) Hay quienes guardan la tradición de celebrar a la Pachamama tras la medianoche que entra en agosto. Algunos dicen que esa costumbre viene de los tiempos en que su culto fue perseguido. Lo que se hace en lo oscuro de la noche queda resguardado de la mirada ajena. Estos mismos piensan que, llevada a la luz del mediodía, la Pachamama recobra la dignidad que habrá tenido antes de la evangelización de los pueblos andinos. Otros suponen que más bien proviene de la intimidad. En lo oscuro de la noche están en casa los que viven en ella y con ellos limpia el aire la koba, se coquea y se fuma para agradar a la Madre Tierra. En el asiento de adelante del ómnibus, una señora comenta todo lo que ha cambiado la Pachamama en estos años. Su amiga la corrige: "no ha cambiado. En casa la celebramos como lo hacía mi abuela. Es que se han agregado otras cosas", termina por decir, "pero a la Pachamama en casa la esperamos a medianoche con koba, coca y cigarrillos". Es que aquella mujer que lucía el guardapolvo, la que les iba a enseñar a nuestros niños en la escuela, llevaba el perfume de la ofrenda que entregó a medianoche del día anterior.

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