El Miércoles de Ceniza, es el signo que más recordamos los cristianos de que ya se inicia la celebración de la Pascua y por supuesto la terminación del Carnaval, pero muchos nos preguntamos por qué cambian de fecha estos signos de los que hablamos y pertenecen a la celebración de la Semana Santa. Esta es una investigación de esas fechas.
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El Miércoles de Ceniza, es el signo que más recordamos los cristianos de que ya se inicia la celebración de la Pascua y por supuesto la terminación del Carnaval, pero muchos nos preguntamos por qué cambian de fecha estos signos de los que hablamos y pertenecen a la celebración de la Semana Santa. Esta es una investigación de esas fechas.
Se trata de una recordación que integra el calendario litúrgico móvil, y para saber el por qué de ello el superior del Convento San Francisco, fray Juan José Núñez en una pedagógica explicación señaló que el Año Litúrgico, no se ciñe estrictamente al año calendario, sino que varía de acuerdo con el ciclo lunar. Refirió brevemente que cuenta la historia que la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena, y eso les permitió prescindir de las lámparas para que no los descubrieran los soldados del faraón. Desde ese tiempo (y actualmente) los judíos celebran este acontecimiento cada año en la pascua judía o “Pesaj”, que siempre concuerda con una noche de luna llena.
Fray Núñez dijo: “podemos asegurar, que el primer Jueves Santo de la historia, cuando Jesús celebraba la Pascua judía con su discípulos, era noche de luna llena”.
Por eso, la Iglesia fija el Jueves Santo en la luna llena que se presenta entre el mes de marzo y abril, y tomando esta fecha como centro del Año Litúrgico las demás fechas se mueven en relación a ésta y hay algunas fiestas que también varían de fecha una o dos semanas.
Por ejemplo, las fiestas que cambian año a año son: Miércoles de Ceniza, Semana Santa, la Ascensión del Señor, Pentecostés y la Fiesta de Cristo Rey.
También hay fiestas litúrgicas que nunca cambian de fecha como por ejemplo: Navidad, Epifanía, Candelaria, Fiesta de San Pedro y San Pablo, la Asunción de la Virgen y Fiesta de todos los santos.
Es decir: “todo se produce a partir del equinoccio de primavera o primavera septentrional, pero para hacerlo más sencillo, tenemos que saber que la luna llena es el tema. Saber que el primer jueves de luna llena, sería el Jueves Santo, y de ahí se cuenta el domingo anterior, como Domingo de Ramos y de ahí, cuarenta días para atrás se da el Miércoles de Cenizas y de ahí el Carnaval. Esta sería una cuenta retrospectiva; mientras que para adelante continuarían las celebraciones del Viernes, Sábado y Domingo o el Triduo de la Pascua”, dijo el religioso.
La Pascua cristiana
La Pascua cristiana tiene su origen en la “Pascua judía”, fiesta que se celebraba el 14 del mes de Nisán, en torno al equinoccio de la primavera. La Pascua judía, a su vez, tiene sus raíces en dos fiestas: la inmolación de los corderos en primavera, que corresponde a la época nómada del pueblo de Israel y en la fiesta de los panes ázimos de la época agrícola. A estos se añadieron otros elementos esenciales en la experiencia del pueblo, como la liberación de Egipto y la Alianza en el Sinaí. De la experiencia cosmológico-biológica se pasa a la experiencia histórica, y la Pascua se convierte así, ante todo, en una experiencia de liberación y alianza. La celebración de la Pascua tenía su punto culminante en la “Cena pascual”, donde se recordaba y se celebraba el “paso de Dios”, compartiendo los panes ázimos, el cordero inmolado, el vino de la alianza y las hierbas amargas de la esclavitud pasada.
Jesús, celebrando esta “Cena pascual” con sus discípulos dio origen a la “Pascua cristiana”.
Fechas: otra explicación
Buscando en internet el por qué de estos cambios de fecha de la Semana Santa encontramos una interesante y más “científica” explicación que no se desdice para nada con la anterior. Refiere que el Domingo de Resurrección es una fecha que tiene su origen en la Pascua judía y que combina un ciclo lunar con el año solar.
Cabe apuntar que esta compleja explicación que se detalla como ejemplo a continuación, se fijó en la primera luna llena, que cayó un domingo después del equinoccio de primavera que se produjo el 21 de marzo de 2008 en el hemisferio Norte. Entonces se desarrollaron los acontecimientos bíblicos, y la publicación del diario de Navarra, España en 2008.
En este caso para entender el tema de las diferencias de las fechas en que “cae” tan pronto o tan tardía, cabe la acotación de que en el año en que se publicó esa nota, 2008, la Pascua de Resurrección se celebró el 23 de marzo, y hubo que remontarse a 1913 para que la fecha fuera la misma de ese año. Y que “ninguno de los que en esa fecha vivieron en el mundo volverá a celebrar una Pascua un 23 de marzo, porque habrá que esperar hasta el año 2160 para que vuelva a ser ese día”.
También se apuntó que podía haber sido al revés y hubieran vivido una Pascua tardía, como la del 2000, que fue 23 de abril, y el autor destacó que las perspectivas para los cinco años sucesivos son sorprendentes: 12 de abril en 2009, 4 de abril en 2010; que este año 2011 será 24 de abril, el 8 de abril en 2012 y 31 de marzo en el 2013.