En medio de la recesión y la caída de las ventas en general, el 2024 estuvo marcado por un fuerte descenso en el consumo de carne, llegando a tocar mínimos históricos. Sin embargo, este año comenzó mostrando un repunte, pese a continuar en niveles bajos en términos históricos.
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En medio de la recesión y la caída de las ventas en general, el 2024 estuvo marcado por un fuerte descenso en el consumo de carne, llegando a tocar mínimos históricos. Sin embargo, este año comenzó mostrando un repunte, pese a continuar en niveles bajos en términos históricos.
En tanto, las exportaciones de carne vacuna retrocedieron 21,1% en relación a enero-junio del año pasado. “Básicamente, la reducción de las exportaciones se explicó por la menor demanda de China, que más que compensó el incremento de las ventas a destinos relevantes como Israel, EE.UU, Alemania y Países Bajos, entre otros tantos”, señaló la entidad en su último reporte.
En consecuencia, al combinar la mayor producción obtenida por la industria con una menor demanda externa, se obtiene un mayor consumo aparente de carne vacuna 11,8% superior al del primer semestre del año pasado.
Puntualmente en junio, el consumo de carne vacuna por habitante se ubicó en 50,1 kilos por año, considerando el promedio móvil de los últimos doce meses. En términos interanuales experimentó un incremento de 5,2%. En perspectiva, se acerca a los valores de 2021 (49,3 kilos por año).
En 2024 el consumo promedio llegó a 47,7 kilos por habitante, marcando una caída del 9% respecto a 2023 y siendo el segundo registro más bajo desde que empezó la medición en 1914. Solo en 1920 se observó un nivel inferior.
La caída en el consumo de carne vacuna se había combinado con un importante crecimiento en las ventas de pollo. Sucede que con lo mismo que se compra un kilo de carne vacuna, se adquieren 3 kilos de pollo o 2 kilos de cerdo.
Según datos de junio del Indec, en promedio, el asado tiene un precio por kilo de $10.973, la carne picada de $6.803, la nalga de $14.323 y el cuadril de $13.742. Mientras tanto, el pollo entero vale $3.709.
Esta tendencia había sido reflejada por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las entidades indicaron que Argentina se habría consolidado como el segundo país con mayor consumo de proteína animal en el mundo, solo detrás de EE.UU, pero por primera vez desde que existe registro, se compró más carne de pollo que de vaca.
Oportunidad y riesgo para las exportaciones
Sobre dicha caída de las ventas al exterior, se da en un contexto de varios desvíos y reajustes en el comercio internacional por la imposición de aranceles por parte de EE.UU. En ese marco, el conflicto surgido que toca más de cerca a Argentina es el que tiene ese país con Brasil. Es que el presidente Donald Trump quiere gravar la carne brasileña con un arancel del 76,4%.
De acuerdo al análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el vínculo comercial entre Estados Unidos y Brasil tiene implicancias globales: Estados Unidos es el segundo mayor importador de carne y Brasil el principal exportador. Una interrupción en ese flujo afectaría al mercado internacional.
Además, una eventual exclusión de Brasil del mercado estadounidense podría desviar grandes volúmenes hacia otros destinos y aumentar la competencia para exportadores como la Argentina.
No obstante, se está negociando un acuerdo bilateral con EEUU que podría otorgar a la Argentina arancel cero para cerca del 80% de sus exportaciones, incluyendo la carne vacuna. En paralelo, también sería posible ampliar la cuota de 20.000 toneladas que actualmente ingresan con arancel cero a ese mercado.
“De concretarse estos avances, podrían producirse importantes redireccionamientos en los flujos comerciales, en los que Argentina se vería claramente beneficiada”, indica la BCR.