Con la llegada del receso escolar de invierno, el Mercado Municipal "6 de Agosto" se presenta como una opción atractiva para quienes buscan pasear, disfrutar de la gastronomía local, adquirir productos regionales y participar de variadas actividades culturales. Además de ser un lugar tradicional de compras, hoy se destaca como un verdadero espacio de encuentro de propios y turistas.
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Con la llegada del receso escolar de invierno, el Mercado Municipal "6 de Agosto" se presenta como una opción atractiva para quienes buscan pasear, disfrutar de la gastronomía local, adquirir productos regionales y participar de variadas actividades culturales. Además de ser un lugar tradicional de compras, hoy se destaca como un verdadero espacio de encuentro de propios y turistas.
Desde marzo de 2024, la gestión del mercado trabaja activamente con emprendedores locales. Alba Ortiz, directora del Mercado Municipal "6 de Agosto", explicó que ya son más de 15 meses de acompañamiento y fortalecimiento de este vínculo. "Les brindamos espacio para visibilizar sus productos, generar redes y posicionar no solo su producción, sino también al mercado como un centro activo y diverso", explicó.
En la actualidad, hay 41 puestos fijos funcionando dentro del mercado, con una participación variable de hasta 26 emprendedores itinerantes. "Al menos 20 emprendedores vienen regularmente, sobre todo los lunes, martes y miércoles de cada semana, y esta dinámica se mantendrá hasta fin de año", afirmó Ortiz.
Además, se prevé abrir un nuevo espacio para los fines de semana, orientado a quienes comercializan productos vintage o de colección. "Hablamos de objetos como vinilos, revistas antiguas, muebles restaurados, marcos de espejos... la idea es sumar a quienes compran y venden objetos con historia, para seguir diversificando la oferta", detalló.
Una de las propuestas más valoradas por el público son los "Viernes Culturales", que se realizan desde las 22 en el primer piso del mercado. Allí se montó un escenario donde se presentan artistas locales de distintos géneros, entre ellos el músico Alomías Lizárraga, conocido por su versatilidad.
"Queremos que el mercado sea también un espacio para el arte, donde se fusione la cultura con la gastronomía, con nuestras tradiciones", subrayó Ortiz. En ese sentido, también se brindan clases de charango y se han realizado capacitaciones para emprendedores, como cursos destinados a monotributistas.
Variada gastronomía
El sector gastronómico del mercado es uno de los grandes protagonistas. Actualmente hay 17 puestos en el mencionado rubro, que ofrecen desde comidas tradicionales hasta opciones pensadas para públicos con necesidades específicas.
Entre ellos, se destaca "Celiaquina", un emprendimiento especializado en productos sin Tacc, ideal para personas con celiaquía. También sobresalen los alfajores "Jujeñitos", que fueron premiados a nivel provincial y nacional, y un local con cerveza artesanal, donde el propio elaborador atiende al público.
También hay una cafetería con pastelería artesanal, y espacios como "Nutritiva" y "La Tiendita Natural", que ofrecen alimentos saludables, productos orgánicos, aceites de oliva, frutos secos y harinas especiales, ideales tanto para los vecinos como para turistas que buscan llevarse un pedacito de Jujuy.
El mercado mantiene su esencia con rubros clásicos como carnicerías que ofrecen carne vacuna, de llama, cerdo y cordero, fruterías, verdulerías y una marisquería con salida a la calle. También se pueden encontrar locales menos habituales como una mercería, un puesto de artesanías y otro de vinos de producción local y regional.
Además, el mercado cuenta con una oficina de Rentas en la planta alta, donde se pueden abonar impuestos municipales, pagar multas o retirar dinero en efectivo.
Una de las mejoras implementadas durante esta gestión fue la accesibilidad del edificio. Hoy el mercado cuenta con ascensor, rampa de acceso y baños adaptados para personas con discapacidad.
En la misma línea, el espacio se propone como un mercado "verde". En sus instalaciones se recolecta aceite vegetal usado, que luego es transformado en biocombustible por la empresa Ecoaction. También hay puntos de recolección de pilas usadas, y se realiza una separación detallada de residuos, orgánicos, inorgánicos, plásticos, cartones, latas, frutas, verduras y hasta hierbas se clasifican por separado .
El mercado no solo es un espacio de compras o degustación. También se convirtió en un punto de encuentro habitual para estudiantes, especialmente de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), que se acercan por la mañana o durante la siesta a estudiar en grupo. "No es necesario consumir para venir. Queremos que la gente lo sienta como un espacio propio", remarcó Ortiz.
En esa misma línea, el personal municipal que trabaja en el mercado está tomando clases de inglés para poder brindar mejor atención a los turistas internacionales.
Una puesta en valor integral
El mercado puso en valor los emprendimientos nuevos como a los históricos. Ortiz destacó que muchos de los puestos externos tienen una tradición de décadas. “Tienda El Gato tiene 87 años, y hay familias como los Ocampo que llevan más de 40 años trabajando en el mercado. Es muy valioso haber podido sostener y mejorar todo esto”, afirmó.
“El mercado es la casa de todos”, agregó Ortiz. “Queremos que lo vivan, lo recorran, lo disfruten. Que encuentren en él un pedacito de nuestra cultura, de nuestra historia y de nuestro presente”, dijo. Se busca seguir expandiendo la visibilidad del mercado, para lo cual trabajan en una página web donde los usuarios podrán consultar información, productos y actividades.
El sitio también incluirá acceso al cortometraje “Mercados Municipales de Jujuy: dimensiones históricas y antropológicas”, un trabajo producido por Conicet y la Unju, que se proyectó el 18 de noviembre de 2023, en el aniversario 163.