Hacer que la goma Eva cobre nuevas formas, es un don que se aplica con dedicación y detalle junto al talento artesanal que ve la luz en trabajos únicos.
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Hacer que la goma Eva cobre nuevas formas, es un don que se aplica con dedicación y detalle junto al talento artesanal que ve la luz en trabajos únicos.
A través de una labor guiada por técnicas especiales, es que Alicia Choque descubrió un mundo de novedades en diseños tan simples como delicados con un sinfín de colores, hechos en este material noble.
Si bien hace cuatro años atrás, comenzó como auxiliar de maestra jardinera; a la par, logró capacitarse en cursos especializados en los que permanentemente trabajaba para compartir desde su quehacer.
"Al mismo tiempo que me animé a cursar, también aprendía de materiales porque se precisa anafe, moldes y herramientas para armar cada obra de una manera distinta", expresó Choque sobre la tarea que hoy la tiene como docente de un grupo de alumnas.
Gracias a sus manos, encuentra el valor en este arte como si fuera una terapia sanadora.
"Hacer este trabajo me salvó de la depresión, porque cuando falleció una amiga muy querida me dio tanta tristeza que aprendí a enfocar la energía hacia esta actividad, con diferentes técnicas", relató.
Combinando pinturas de colores con los efectos que le da el calor, es el juego de matices lo que se permite para llegar a resultados sorprendentes.
Cada creación en este material, se puede emplear a distintos usos.
"Puede ser para fibrofácil o en centros de mesa o coronas para el Día de las Almas, tiene infinidad de opciones", destacó la artesana que elige tonalidades vibrantes para resaltar sus trabajos.
De recortar, pintar y darle calor; se trata el interesante proceso creativo que se renueva a la vista. Es que siempre sale a la luz, algo interesante sea en figuras planas como osos, gatos o aves; o quizás en las flores, con arreglos de tamaños distintos para diferentes ocasiones. "No es tan sencillo pintar, pero cuanto más pintado, más realista se vuelve un trabajo", aseguró la capacitadora que revaloriza todo lo que se puede transformar. Y es que la paciencia es otra de las virtudes que se practica para el mejor acabado pieza por pieza, a través de un solo molde.
El brillo y el detalle son diferentes en esta labor y se expone mediante la originalidad. Se puede colocar como arreglo en una torta, en aplicaciones de sombreros, puertas, floreros, cuadros o portarretratos.
Mientras se despliega la creatividad con el entusiasmo de colocar parte por parte, con alambre fino o grueso y la infaltable habilidad que se hace camino a cada paso.