La doctora María del Pilar Medina, jueza de Menores de la Provincia, dialogó extensamente en El Pulso de la Semana, programa que se emite por el streaming de El Tribuno de Jujuy, y siempre fiel a su estilo, no dejó de abordar ninguno de los temas propuestos, con la crudeza que merecen y la sinceridad que exige su abordaje. Comenzó elogiando la nueva legislación judicial que incluye audiencias virtuales y exige más a los jueces, particularmente en el caso de los temas de niños y adolescentes. "Nuestro Código Procesal Penal es un modelo muy adelantado, que muchas provincias quieren copiar, pero el gran problema que subsiste es el sistema penal juvenil. Seguimos con la vieja Ley 22.278, y seguimos aplicando un montón de cosas que se tienen que dejar de lado, mientras esperamos una modificación que se viene prometiendo desde hace muchos años. Esperamos que esta vez los diputados y senadores nacionales aborden esta reforma, respetando por supuesto el federalismo y las posiciones de las distintas provincias", comenzó definiendo en diálogo con el conductor del ciclo y director editor de El Tribuno de Jujuy, Carlos Ferraro.
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La doctora María del Pilar Medina, jueza de Menores de la Provincia, dialogó extensamente en El Pulso de la Semana, programa que se emite por el streaming de El Tribuno de Jujuy, y siempre fiel a su estilo, no dejó de abordar ninguno de los temas propuestos, con la crudeza que merecen y la sinceridad que exige su abordaje. Comenzó elogiando la nueva legislación judicial que incluye audiencias virtuales y exige más a los jueces, particularmente en el caso de los temas de niños y adolescentes. "Nuestro Código Procesal Penal es un modelo muy adelantado, que muchas provincias quieren copiar, pero el gran problema que subsiste es el sistema penal juvenil. Seguimos con la vieja Ley 22.278, y seguimos aplicando un montón de cosas que se tienen que dejar de lado, mientras esperamos una modificación que se viene prometiendo desde hace muchos años. Esperamos que esta vez los diputados y senadores nacionales aborden esta reforma, respetando por supuesto el federalismo y las posiciones de las distintas provincias", comenzó definiendo en diálogo con el conductor del ciclo y director editor de El Tribuno de Jujuy, Carlos Ferraro.
Drogas y alcohol
Al referirse a los casos locales, como el del niño correntino Loan Peña, la jueza recordó el caso del joven quiaqueño Ariel Llampa, que hace 14 años desapareció en una fiesta patronal de la frontera, del lado boliviano. "Es un dolor de todos, que no pudimos resolver. Hemos tenido poco acompañamiento de las autoridades y la Justicia de Bolivia, todo se hizo desde Argentina, pero ellos no ayudaron como debiera haber sido". Avanzando en estos problemas, Medina, dijo: "Cada día crece el problema de niños y jóvenes que se van de sus casas, por discusiones intrafamiliares, o se dan situaciones en las que involuntariamente los chicos son llevados a otra parte por un tercero, o por amigos, en una salida de noche, toman algo y terminan en cualquier otro lugar. Esto, curiosamente, se da mucho en el norte de la provincia", informó. Y añadió como centro de las nuevas problemáticas, "el tema de adicciones, o consumo problemático, y la otra gran droga legal, que es el alcohol. Y ahora ya no solo hablamos del paco, sino de la cocaína y las drogas sintéticas que circulan en Jujuy y son terribles. Y algo más: como la nuestra es una provincia pobre, se consume lo peor, el paco, y puedo asegurar que la cocaína se vende "rebajadísima". Le agregan hasta vidrio molido, y eso es lo que nuestros niños y jóvenes consumen".
Narcomenudeo
"Esto ocurre, en forma transversal a toda la sociedad, todos los niveles sociales", amplió la jueza, "en cada barrio que prefiero no nombrar para evitar que me digan que discrimino. Pero allí, todos saben lo que se consume y donde se vende. Hasta hay denuncias, y se trabaja mucho con la policía, pero además, en este tema debe intervenir también la Justicia Federal. En lo personal me sigue sorprendiendo la forma en que crece la cantidad de audiencias por narcomenudeo, por nuestros niños y jóvenes que consumen, y también venden. Trabajamos mucho con las familias de esas niñas, niños y adolescentes, para evitar que vayan a la cárcel, y que hagan trabajos o actividades que sean provechosas para ellos y sus familias", dijo.
Niños adictos
En otro momento del diálogo, la doctora Pilar Medina puso el acento en señalar que el problema inicial está en la familia. "Hemos detectado que hay niñas y niños que comienzan con los consumos problemáticos a los ocho o nueve años, y es porque en su familia hay mayores que consumen. Naturalizar el tema de la droga es lo que más provoca este caos que está ocurriendo. O acaso no vemos los fines de semana en la llamada zona de boliches, los chicos totalmente alcoholizados y otras cosas. Y todo comienza con los papás que permiten las "previas", que tomen en casa, pero después salen. El caso es no querer ser amigo de los hijos: hay que ser padres y madres de los hijos". Pilar Medina dejó en claro que aunque se trabaja y mucho, nunca los presupuestos alcanzan y cuando nos reclaman a la Justicia, debemos aclarar que la Justicia no hace prevención, lamentablemente actuamos después que se producen los hechos". La jueza ponderó el trabajo conjunto con el secretario y el ministro de Salud de la Provincia, "pero -agregó- mientras no se ponga un presupuesto real y suficiente, todo lo mucho que hacemos, no alcanzará. Y lo digo después de 35 años que llevo en esta tarea". Visiblemente emocionada y consustanciada con el problema, la doctora Medina pidió a "nuestros legisladores nacionales que luchen por nuestra Provincia, que se aplique el federalismo real y que no tengamos que andar "limosneando" para conseguir un subsidio que terminamos aplaudiendo y que en tres meses se termina. Recuerdo algo que me enseñó una "vieja política jujeña" (la diputada Pilar Bermúdez, su madre), cuando dijo que las leyes que se aprueban sin presupuesto, nacen muertas". Y advirtió: "Quiero que todos entiendan que hay que hacer un cambio de mentalidad porque esta problemática puede entrar a nuestra casa en cualquier momento. Y cuando llega, no se sabe a dónde ir, a dónde pedir ayuda. No hay nada peor que ver cómo se muere un hijo sin poder ayudarlo", señaló después.
Como un enérgico llamado de atención, la doctora Medina puntualizó que se debe reconocer a quien padece estos problemas. "Consideramos que es normal que una persona con un ataque de hígado o un resfrío no vaya a trabajar, pero si tiene un problema de pánico, se le exige seguir trabajando. Esos enfermos, mentales o por consumos problemáticos, tienen vulnerados sus derechos y aparte de eso, el Estado sólo les ofrece un turno con un psiquiatra que a veces ni los ve y simplemente les da una medicación y un turno con un psicólogo que los ve cada treinta días. Si no hay un cambio en todos y en toda la sociedad, no pidamos mayores cosas. Lo que tenemos es lo que se puede. Y se puede hacer mucho más, si comenzamos por no discriminar, hay leyes que impiden internar a nadie, y si se pudiera, tampoco hay dónde. Si la familia no puede contener a estas niñas, niños o adolescentes, debe hacerlo el Estado", finalizó la jueza de Menores.