"Ser distinto, ser mejor" es el lema que acompaña el fortalecimiento de la autoestima en los integrantes del grupo Exploradores del Norte, propuesta que se abre ante la posibilidad de ayudar a promover los valores humanos y la disciplina en niños y jóvenes que así lo precisen.
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"Ser distinto, ser mejor" es el lema que acompaña el fortalecimiento de la autoestima en los integrantes del grupo Exploradores del Norte, propuesta que se abre ante la posibilidad de ayudar a promover los valores humanos y la disciplina en niños y jóvenes que así lo precisen.
Desde hace tres años que el proyecto como agrupación fue adquiriendo un camino especial. Es que gracias al trabajo en comunión del instructor Elías Misael Zelaya junto a la docente de psicología Carina Cruz, esta idea fue tornándose en una realidad que evoluciona cada vez más.
"Viendo las necesidades de los niños, todo esto surgió en el barrio San José de Palpalá. Hoy estamos en Alto Comedero para guiar en la formación de pequeños que queremos que vivan su niñez felices para que sean adultos sanos", expresó Carina Cruz sobre la iniciativa que contiene a cien personas en el presente.
Desde su labor, es fundamental establecer la conexión social con el entorno cercano y -a través de la observación- fueron notables dos extremos de conductas en niños, los tímidos y otros con problemas conductuales. "Lo primero que hacemos es una entrevista con los padres y los niños para conocerlos, así se puede saber si es que algunos tienen dificultades en sus actividades diarias. Nosotros les mostramos que se puede mejorar", comentó Cruz. Las acciones que efectúan los integrantes de Exploradores del Norte se afianzan en comprender los valores humanos y en practicarlos durante la cotidianeidad, a través del respeto, la solidaridad y la lealtad.
"Les enseñamos que es posible encontrar la paz interior, a conectar con la naturaleza, a tener buenos modales y la importancia de la higiene personal", explicó. No obstante, se interiorizan sobre rescatismo y primeros auxilios. y a actuar en situaciones de riesgo, según diferentes necesidades.
Es así que durante las salidas de senderismo grupal, juntos descubren paisajes únicos, donde la naturaleza se declara majestuosa. Así es como se refuerza la idea de respetar lo natural y el orgullo de ser jujeños, por lo que los rodea en ese momento. "Ya conocemos la cascada de Los Paños, el parque botánico y los paredones de Yala, compartimos con la academia 'Juan Galo Lavalle' e hicimos campamento en Forestal, todas experiencias de gran motivación", recordó.
En cada jornada compartida, salen a la luz las capacidades de los exploradores que se inician como "camaradas", a medida que pasa el tiempo pueden ascender a "jefe de patrulla", que significa ser encargado de un grupo de personas de menor edad y, finalmente, el rango de "cabo" que implica dejar ver el liderazgo alcanzado por intermedio del compromiso y la responsabilidad.
"Vamos trabajando en la formación de los niños como, por ejemplo, dar el asiento en el colectivo a las personas que lo necesitan; llevan una soga cuando se hace una salida a un lugar natural porque puede ayudar a la supervivencia", detalló Cruz, contenta de que en las reuniones de padres se multiplique la crítica positiva ante la tarea que se efectúa con dedicación. "Estamos orgullosos del trabajo cuando las mamás nos dicen que ven los cambios en sus hijos, que los problemas de indisciplina ya no están o que ayudan en casa y que ya hacen sus deberes solos", comentó. Y es así como la enseñanza de los Exploradores del Norte está puesta desde el juego para que los niños y jóvenes proyecten sus emociones hacia actividades productivas y positivas que complementen distintas áreas de su vida.