Los días se escurren como un suspiro en una canasta, los nervios se tensan, las palpitaciones se aceleran, las últimas lealtades y las penúltimas traiciones aparecen en estos momentos. Mientras los candidatos ya oficialmente en carrera, se desesperan por llegar a los jujeños con sus mensajes electorales. Hay por lo menos dos barreras que les imponen un terror que tratan de disimular con sonrisas, abrazos, frases optimistas y actitudes triunfalistas: una es la notable falta de interés de la gente por sumarse al clima prelectoral, cuando estamos a 28 días de las elecciones. Esto podría conspirar en contra de la concurrencia de los votantes a las urnas, lo que alteraría sensiblemente los porcentajes al momento de la aplicación final del sistema D'Hont para la distribución de las bancas de diputados y concejales. La otra barrera es el tristemente famoso piso del 5% del padrón, que cada día se vuelve más pesado y que puede hacer naufragar los esfuerzos más significativos y las inversiones más audaces en el umbral mismo de los parlamentos. Hasta las consultoras y encuestadoras que a esta altura florecían con premoniciones y adelantos, están atoradas y temerosas de jugarse con datos, sin embargo, un extracto de filtraciones de al menos tres de ellas, mencionan a tres jugadores con grandes posibilidades, sin definir con precisión todavía la ubicación que les correspondería en el podio del 11 de mayo. Trataremos en un análisis desapasionado de arrojar algo de luz sobre ese misterio para que amable lector comience a avizorar algunas conclusiones.
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Los días se escurren como un suspiro en una canasta, los nervios se tensan, las palpitaciones se aceleran, las últimas lealtades y las penúltimas traiciones aparecen en estos momentos. Mientras los candidatos ya oficialmente en carrera, se desesperan por llegar a los jujeños con sus mensajes electorales. Hay por lo menos dos barreras que les imponen un terror que tratan de disimular con sonrisas, abrazos, frases optimistas y actitudes triunfalistas: una es la notable falta de interés de la gente por sumarse al clima prelectoral, cuando estamos a 28 días de las elecciones. Esto podría conspirar en contra de la concurrencia de los votantes a las urnas, lo que alteraría sensiblemente los porcentajes al momento de la aplicación final del sistema D'Hont para la distribución de las bancas de diputados y concejales. La otra barrera es el tristemente famoso piso del 5% del padrón, que cada día se vuelve más pesado y que puede hacer naufragar los esfuerzos más significativos y las inversiones más audaces en el umbral mismo de los parlamentos. Hasta las consultoras y encuestadoras que a esta altura florecían con premoniciones y adelantos, están atoradas y temerosas de jugarse con datos, sin embargo, un extracto de filtraciones de al menos tres de ellas, mencionan a tres jugadores con grandes posibilidades, sin definir con precisión todavía la ubicación que les correspondería en el podio del 11 de mayo. Trataremos en un análisis desapasionado de arrojar algo de luz sobre ese misterio para que amable lector comience a avizorar algunas conclusiones.
Los radicales y detrás de ellos el Frente Jujuy Crece confiaron el rol de locomotoras al diputado Adriano Morone, joven abogado que va por su reelección, y a la sampedreña Gisel Bravo, también diputada y abogada, ambos de muy buena imagen dentro y fuera de la UCR. Pero los ucerreístas hoy confían más ciegamente en el alto impacto que alcanza el estilo sin grandilocuencias del gobernador Carlitos Sadir, sencillo y moderado que empuja poderosamente al FJC, como en otras épocas, y con otros modos, lo hacía el exgobernador Gerardo Morales, quien aún con perfil contenido, participa en todas las decisiones del espacio. Los radicales ponen en juego su fuerza territorial donde juegan fuerte las figuras de los intendentes Chuli Jorge, Oscar Ramón Jayat y Julio Bravo, motores de alta potencia. Pero prefieren ni hablar de la UCR nacional, hoy desarticulada, sin líderes visibles y ausente en las encuestas.
El Frente Justicialista, con Noemí Isasmendi y Juan Soler encabezando sus listas busca el regreso a las fuentes. Quiere volver a vibrar y emocionarse cantando la Marcha frente a las figuras de Perón y Evita. Todos reivindican el liderazgo de Cristina Elisabet Fernández, pero saben que la presidenta del PJ nacional está tan rodeada de luces como de sombras, más la guerra desatada en Provincia de Buenos Aires con el gobernador Kicillof, no son puntos que ayudan en la campaña, y con ese complicado plus deben lidiar en su carrera hacia mayo. "Pero el pueblo jujeño sigue siendo peronista", repiten entusiasmados los candidatos, confiando en la memoria y el antiguo cariño de los votantes. Obviamente, como siempre tienen en contra las astillas del mismo palo, que "sacaron los pies del plato". Algunos que con visos de lealtad al viejo Movimiento nacional, armaron otros espacios políticos; y en otros casos, están los que sin subterfugios quieren destruir al peronismo, y apuestan a trabajar por una nueva polarización que descarte al PJ, esperando naturalmente, obtener alguna ventaja hoy y cobrar alguna factura en el futuro.
Los soldados de LLA, le confiaron el rol de bastonero al novel Kevin Ballesty, pero más confían directamente en Javier Milei, y en que sus recientes logros macroeconómicos con el FMI y la promesa cumplida de terminar con el cepo "para siempre" puedan disimular el brutal ajuste impuesto, la persistente amenaza de la inflación y el flagelo de la inseguridad. Son todos nuevos, muchos jóvenes: eso es un punto a favor, y a la vez el riesgo de un salto sin red para quienes se preparan para votarlos sin saber muy bien quiénes son.
Las esperanzas del Frente Primero Jujuy corren con la extensa experiencia militancia de base de Graciela Carrasco encabezando la lista. Pero llama la atención que aún no haya convocado en su campaña a las poderosas figuras de Juan Schiaretti, Florencio Randazzo y a Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos, con quienes compartirá la lucha en el próximo turno electoral de Octubre, pero que hoy, los ayudarían muchísimo en Jujuy. Quizás lo hagan. El Frente Somos Más encargó que levante la lanza a Carlos De Aparici, aguerrido abogado heredero de un apellido y una trayectoria muy potentes dentro del peronismo. Pero que fiel a su estilo SM distribuye el slogan agresivo "Jujuy no tiene dueños, Jujuy para los jujeños". La izquierda trae a Jujuy a Alejandro Vilca, figura fuerte, pero con las mismas propuestas y críticas cristalizadas e inconducentes.
El resto no se rinde. Levanta principios y sueñan con un batacazo, y aun sabiendo que sus desventajas son enormes, sostienen las banderas de la participación. Son los que lejos de la posibilidad del triunfo, realizan el aporte más valioso y significativo al sistema democrático, garantizan la pluralidad y aunque no ganen una elección, jamás de los podrá llamar derrotados.
Y la campaña va. Con una oferta muy fragmentada, en un tiempo donde ya no sirven ni los actos públicos, ni los pasacalles, ni las pegatinas de afiches y carteles, ni las pintadas que ensucian y estropean las ciudades y los paisajes. El escenario de la contienda está en los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales. Aquellos con el respaldo de su responsabilidad legal y profesional, y sus preferencias y ubicaciones políticas a la vista. Éstas con la enorme penetración en todos los niveles de la sociedad, especialmente de la juventud, pero con riesgo de que el mal uso y los francotiradores desde los anonimatos, conviertan la magnífica herramienta en una cloaca. Se debe confiar en que la gente, sabrá elegir y separar la paja del trigo.
Resumiendo: Mientras se enfrentan todos contra todos, ¿Cómo se repartirán los 24 lugares de la Legislatura? Entre los tres que suban al podio, ¿se colará un cuarto, o un quinto? ¿Cómo se conformarán las nuevas mayorías? El amable lector, ya debe estar especulando sobre los resultados...
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