Con una presencia imponente y un semblante que reflejaba tanto determinación como una carga emocional palpable, Wanda Nara llegó a la Fiscalía para prestar declaración en relación a la denuncia por presunto maltrato que uno de sus hijos habría interpuesto contra su ex pareja, el futbolista Mauro Icardi.
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Con una presencia imponente y un semblante que reflejaba tanto determinación como una carga emocional palpable, Wanda Nara llegó a la Fiscalía para prestar declaración en relación a la denuncia por presunto maltrato que uno de sus hijos habría interpuesto contra su ex pareja, el futbolista Mauro Icardi.
Ataviada con una campera oscura y con un paso firme, la empresaria irrumpió en la sede judicial captando la atención de los numerosos medios de comunicación que aguardaban su llegada. Antes de ingresar, Nara se detuvo brevemente para enfrentar a la prensa y pronunció una frase concisa pero cargada de significado: “Estoy haciendo todo lo que tenga que hacer”.
Sin titubeos en su voz, repitió con una aparente serenidad: “Estoy muy tranquila”. No obstante, esta calma superficial contrastaba con el complejo entramado de acusaciones cruzadas, disputas públicas y un proceso judicial que parece generar más interrogantes que certezas en torno a la conflictiva relación entre la mediática figura y el deportista.
La declaración de Wanda Nara se presenta como un momento clave en la investigación de esta delicada situación familiar. Se espera que su testimonio pueda arrojar luz sobre los hechos denunciados y contribuir al avance de la causa.
Sobre su enfrentamiento con su ex marido Mauro Icardi dijo “Lo único que me preocupa es la psicología de ellas. Sobre las actitudes de su ex marido dijo “Le deseo lo mejor. Ojalá que pueda superar esto, que rehaga su vida, que sea feliz. Lo conozco, sé que la debe estar pasando muy mal”.