ESTEBAN FRAZZI
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ESTEBAN FRAZZI
Ayer en los Tribunales de la capital jujeña, Rodrigo Cruz fue condenado a 21 años de prisión por haber sido hallado autor material y penalmente responsable del delito de "homicidio en ocasión de robo" en perjuicio de Matías "Luri" Sosa.
Se trató de una causa que durante las primeras audiencias estuvo caratulada como "homicidio criminis causa", aunque el pasado martes 18 de marzo los magistrados cambiaron a la que finalmente sentenció al único acusado.
El Tribunal conformado por los jueces Cecilia Sadir (presidente de trámite), Gastón Mercau y Noelia Cruz encontró culpable a Rodrigo Cruz, quien asesinó de siete puñaladas en el tórax a Sosa, de 39 años, la mañana del 1 de mayo de 2024 en la esquina de las avenidas Azopardo y Eva Perón del barrio capitalino de San Pedrito. El atacante había arribado al escenario del hecho a bordo de un auto conducido por una mujer, quien fue sobreseída tiempo atrás.
Hoy se cumplen 11 meses de cuando en la mencionada intersección, el rodado frenó su desplazamiento, el condenado Cruz bajó y abordó a Sosa. Después de esto se dio a la fuga, aunque fue encontrado en una vivienda del barrio Alto Comedero, luego de los allanamientos realizados en distintos puntos de la ciudad. A partir de ese momento, el inculpado quedó detenido de manera preventiva.
Luego de la sentencia, el fiscal de Cámara Aldo Lozano en diálogo con El Tribuno de Jujuy aseguró que "la Fiscalía pidió la máxima que es 25 años, el tribunal impuso la pena de 21 años, 4 menos de lo que nosotros habíamos pedido. Vamos a esperar los argumentos de la sentencia, tanto de la calificación como de la pena para estudiarlo y ver si lo vamos a impugnar o no. Eso es ya un tema técnico que lo evaluaremos oportunamente".
Alegatos
En sus alegatos el fiscal Lozano, quien se hizo cargo de la investigación luego de la renuncia de Walter Rondón, solicitó 25 años de prisión para Cruz. La misma pena pidió la querella de la familia de Sosa representada por Joaquín Campos, del Centro de Asistencia a la Víctima del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Por su parte, la defensa a cargo de Luis Gutiérrez solicitó 10 años para el condenado Cruz.
Cambios de carátula
Durante la instrucción llevada adelante por el entonces fiscal Rondón, la causa fue caratulada como "homicidio en ocasión de robo" y luego para las audiencias de juicio pasó a "homicidio criminis causa". Un delito especificado en el inciso 7 del Artículo 80 del Código Penal de la Nación. Es decir, que Rodrigo Cruz habría cometido el delito de "homicidio" para intentar ocultar el robo en la vía pública porque Sosa lo habría reconocido por haber cursado la escuela secundaria en el Instituto Santa Teresita de la ciudad capital.
Sin embargo, la carátula sufrió otra modificación y retornó a ser "homicidio en ocasión de robo", tras la audiencia del pasado 18 de marzo, porque durante los alegatos la Fiscalía, la querella y la defensa del acusado presentaron sus argumentos y los magistrados cambiaron la carátula de la causa.
Fue una situación que causó disgusto en los familiares y amigos de "Luri" Sosa, porque entienden que se corrió el eje que hace referencia a que Cruz conocía a su víctima desde hacía más de veinte años.
"Yo sabía perfectamente que él lo conocía a mi hijo. Iba a los ensayos que mi hijo hacía en la (avenida) Párroco Marshke a verlo tocar", aseguró Clara Rodríguez, madre de "Luri" Sosa, en alusión a la pasión por el rock que tenía la víctima.
Además, "es un homicidio criminis causa porque se comete un delito para tapar otro delito. ¿Qué hizo él? (por Cruz), robó. Y para tapar su robo y el reconocimiento que haya tenido de él, lo acuchilló", agregó Rodríguez a este diario.
La tarea de búsqueda de testigos del asesinato
En la etapa de investigación, jugó un rol importante el aporte de amigos y familiares que buscaron contactarse desde un primer momento con los posibles testigos del crimen. Se trató de los vecinos domiciliados en las adyacencias de la esquina de las avenidas Azopardo y Eva Perón, del barrio capitalino de San Pedrito. Así lo dejó en claro en diálogo con este matutino Verónica Castillo, amiga de “Luri” Sosa.
“La investigación por parte del exfiscal Rondón dejó mucho que desear. Tuvimos que salir nosotros a buscar testigos y pruebas en el barrio 12 de Octubre. Yo misma me trasladé ese 1 de mayo para hablar con los vecinos, los policías, la Brigada de Investigaciones de la Policía, para saber qué había pasado”. Castillo fue quien desde los días posteriores al crimen llevó adelante el pedido de justicia en los medios de comunicación, las redes sociales y mediante la organización de recitales para mantener viva la memoria de Matías Sosa. Además, en las audiencias desarrolladas durante varias jornadas de marzo pasaron por Tribunales testigos del hecho que viven en las inmediaciones de la esquina protagonista del asesinato.
También brindaron sus testimonio los agentes policiales que acudieron de inmediato tras el asesinato, profesionales médicos que atendieron a Sosa, la mamá de la víctima y amigos, quienes intentaron probar el conocimiento previo que había entre la víctima y su victimario.