Víctor Sotacuro Lázaro es uno de los nueve detenidos por el triple femicidio narco de Florencio Varela. Está acusado de ser quien manejaba el auto de apoyo que siguió a la Chevrolet Tracker que llevó a Brenda, Morena y Lara a la casa donde fueron torturadas y asesinadas. Al ser indagado por la Justicia habló y dio su versión de esa noche: implicó a tres sospechosos que son buscados, dijo que escapó a Bolivia porque lo amenazaron e intentó despegar a su sobrina y al novio de la mujer.
En su indagatoria de la semana pasada y que ayer trascendió, Sotacuro se defendió y dijo que su único rol fue "hacer un viaje en remis" para David Manzur, apodado "El Loco". Se trata de uno de los últimos sospechosos que identificó la Justicia.
A partir de ese viaje de regreso de Florencio Varela, en el que llevó al "Loco David" hasta la villa 1-11-14 junto a otros dos hombres que no conocía, que no hablaron, pero que todos estaban embarrados; el imputado alegó que comenzó a sufrir amenazas de muerte.
Según la versión de Víctor Sotacuro, "El Loco" David le consultó si podría buscarlo por la fiesta en Florencio Varela a las 22. Ahí dijo que estaba con la sobrina y el novio, que tomaron cervezas y comieron sándwiches de una parrilla al paso para mitigar la espera y, tras un tiempo largo, llevó a su pariente y a su pareja de regreso a la Ciudad.
Luego, continuó su relato asegurando que Manzur le pidió que lo fuera a buscar, que la cita se pactó en otro lugar al que llegó tras hacerse una siesta en una estación de servicio. Lo encontró sobre la avenida Eva Perón, también por Florencio Varela. "El Loco" David no estaba solo: otros dos hombres lo acompañaban.
Describió que los tres estaban mojados y embarrados, y que dos de ellos llevaban "la boca tapada", no emitían una sola palabra. Sobre el viaje, agregó: "'El Loco' David estaba agresivo, no quería que lo mire, me decía que solo maneje. Tenían olor a alcohol".
Durante el trayecto y tras dejar primero a los dos silenciosos acompañantes que viajaron en el asiento de atrás del VW Fox blanco en la villa Zabaleta, Manzur se cambió de ropa con la que le había llevado Sotacuro y arrojó las prendas mojadas y embarradas a un contenedor de basura cercano a la villa 1-11-14.
Lo dejó en su domicilio, ubicado en el Bajo Flores, y cuando dijo de qué lo conocía, alegó: es albañil. Al otro día ese albañil le dio 600 mil pesos como pago por el viaje, una suma que, según sostuvo frente a las autoridades, le resultó "sorprendente", ya que el costo habitual del traslado ronda los 40 mil. "No sabría decirte por qué me pagó tanto", expresó.
Sotacuro recordó entonces que días después, al regresar a su casa, dos personas lo interceptaron, le robaron el teléfono celular y le dijeron la frase "mandate a volar".
Sólo luego relacionó el robo y la amenaza con el triple crimen, ya que al ver las noticias reconoció el vehículo de "El Loco" involucrado en el caso. "La Chevrolet blanca la había comprado hacía unas dos semanas", agregó. Todo eso, siempre según los dichos del imputado, le generó temor y lo llevó a alejarse de su familia.
Tanto en su relato como al responder preguntas de la defensa y la fiscalía, Sotacuro insistió en que únicamente realizó un traslado como remisero, desconociendo su participación en algún delito. Y desligó a su sobrina y al novio.