Un hombre que había sido ordenado por la Justicia en abstenerse a acercarse a su expareja, junto a dos cómplices atacó a golpes a su víctima, le robó su teléfono celular y además agredió a un hombre que se encontraba con ella.
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Un hombre que había sido ordenado por la Justicia en abstenerse a acercarse a su expareja, junto a dos cómplices atacó a golpes a su víctima, le robó su teléfono celular y además agredió a un hombre que se encontraba con ella.
Según las fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, el hecho se registró días atrás en la localidad quiaqueña de Portillo, cuando una mujer se encontraba en el interior de una camioneta junto a un amigo.
En esas circunstancias, su expareja descendió de su vehículo junto a otras dos personas y empezaron a atacarlo a golpes, obligando al conductor de la camioneta a descender, quitándole la llave del rodado.
Mientras dos hombres mantenían en el suelo a la víctima, el irascible sujeto atacó a golpes a su expareja, mientras profería una serie de insultos, le propinó golpes de puños en el rostro y patadas en distintas partes del cuerpo.
El hombre además amenazó con matarla si la llegaba a ver con esta persona y tomó su teléfono celular y huyó del lugar junto a sus cómplices.
Las víctimas se dirigieron a la Seccional 17º de la ciudad fronteriza de La Quiaca y realizaron la denuncia en contra de los agresores y las actuaciones fueron remitidas al ayudante fiscal zonal del Ministerio Público de la Acusación, quien como primera medida solicitó al Juzgado de Violencia de Género la inmediata detención del inculpado.
Los efectivos realizaron una serie de registros en distintos domicilios, para dar con el hombre denunciado, pero hasta el momento con resultados negativos.
El hombre es requerido por la Justicia por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo, violación a la medida de restricción perimetral, amenazas coactivas y lesiones leves, todo en concurso real.