Transcurría el segundo día del mes de enero de 2016, cuando Cintia Elizabeth Tolaba, una adolescente de 15 años, estudiante del Bachillerato N° 11 Francisco Luna, de la localidad de Santa Clara, fue vista por última vez por sus padres Haide Juradillo y Aldo Ariel Tolaba.
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Transcurría el segundo día del mes de enero de 2016, cuando Cintia Elizabeth Tolaba, una adolescente de 15 años, estudiante del Bachillerato N° 11 Francisco Luna, de la localidad de Santa Clara, fue vista por última vez por sus padres Haide Juradillo y Aldo Ariel Tolaba.
Luego de un día de piletín y postre de gelatina que compartió la familia, Cintia pidió permiso para ir a la plaza del pueblo, ubicada a pocas cuadras de su casa. A las 22 horas, salió con lo puesto, no llevó ropa, ni documento de identidad, sólo un celular en su mano. Vestía un pantalón corto blanco, zapatos verdes y una remera floreada. Y con un “ya vuelvo”, miró a sus padres y se encaminó al paseo público.
Ese momento marcó un antes y un después en la vida de los padres y de los familiares. Un antes en el que Cintia vivió al amparo de sus padres y disfrutaba de todo cuanto podían darle y un después que transformó la felicidad en dolor y desesperación. En una búsqueda inacabable. Cintia Elizabeth, nunca regresó a su casa y pasaron ya interminables ocho años.
Aquella adolescente de 15 años, en un tiempo lleno de interrogantes, se transformó en una joven mujer de 23 años. Pero qué pasó en realidad con Cintia. ¿Adónde fue aquella noche del 2 de enero de 2016? ¿Salió a encontrarse con alguien? ¿Fue a la fiesta que se realizaba en una finca del lugar? ¿Fue interceptada por alguna persona? ¿Salió en realidad de su pueblo natal? ¿Fue sacada en algún vehículo? ¿Dónde está, cómo puede una persona vivir durante ocho años sin tener el DNI? ¿Nunca se enfermó y necesitó de la atención de un médico? Si en realidad quería irse de su casa, ¿al cumplir con la mayoría de edad, no pensó en regresar a la casa de sus padres para abrazarlos? Y algo muy importante ¿Ninguna amiga o amigo, o alguien del pueblo la vio esa noche?
¿Qué pasó con Cintia Elizabeth Tolaba? Todos estos interrogantes siguen sin respuesta. Nadie se atreve a pensar que Cintia cayó en manos de personas que le hicieron daño. Su cuerpo nunca fue encontrado, pese a la búsqueda y rastrillaje realizado por familiares, por la policía y la misma justicia. Y justamente, esa es la pequeña llama de esperanza que se mantiene viva en el corazón de sus padres, que pese al tiempo transcurrido, continúan mirando la puerta a la espera de la llegada de su hija.