Su vertiente humana socio filosófica da sustento para trabajar en todo tipo de matrimonios. No retacear la problemática que plantea la realidad de cada uno de ellos, muy bien lo simboliza el decir popular, "cada casa es un mundo". En eso no hay dudas, como tampoco lo es el abanico de situaciones y personalidades a encontrar. Sobre ese panorama, la idea es siempre construir, aun cuando delante tengamos la figura más desoladora que se pueda imaginar.
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Su vertiente humana socio filosófica da sustento para trabajar en todo tipo de matrimonios. No retacear la problemática que plantea la realidad de cada uno de ellos, muy bien lo simboliza el decir popular, "cada casa es un mundo". En eso no hay dudas, como tampoco lo es el abanico de situaciones y personalidades a encontrar. Sobre ese panorama, la idea es siempre construir, aun cuando delante tengamos la figura más desoladora que se pueda imaginar.
Recordar lo humano en las equivocaciones y la imperfección del ser, la fuerza del perdón y reconciliación, la esclavitud del rencor y esterilidad del terreno que propicia.
La cuestión cultural no es menos importante, es necesario conocer los orígenes, muchas veces sus respuestas nos resultan contrastantes a la situación. De otra manera no se entienden los conflictos que se suscitan y los aportes estarán lejos del contexto vivencial. Solo terminarán siendo imposiciones de una regla que como tal espera evitar el fracaso y nunca es comprendida.
Puesta en marcha. La riqueza en el hogar, llamada familia y la importancia de cada uno de sus miembros. Lo invalorable de su existir y la aceptación por su sola condición, "sin currículo". Y el bagaje completo de sus defectos y virtudes, aceptados por amor, sin examen previo, constituyen la fortaleza que la hace la más valiosa y antigua de las instituciones.
Anterior incluso a la conformación de los estados. Estas razones, por conocidas, pueden volverse irrelevantes, lamentándonos cuando es demasiado tarde.
La rutina en la familia debe desterrarse, valorarla cada día es una buena costumbre. Como la acogida cordial y el trato considerado, lleno de afecto y servicio, encuentra su modo de decir, "te quiero infinitamente".
Esta riqueza debe cuidarse con suma dedicación en el tiempo y los afectos. Lo cual no significa que no habrá dificultades, pero munidos de este carácter, tendrá otro enfoque y tratamiento.
La imperfección es propia de todo ser humano, la tolerancia y la paciencia también. Ejercerla en este medio nos prepara para una sociedad más justa y pacífica, donde los diferentes tengan iguales posibilidades y se complementen armónicamente en pos de la realización de una sociedad total.
La argumentación podría continuar, pero solo pretendo generar un ámbito distinto a enfoque tan dispar. Cuando no mal intencionado.
Esta manera de obrar, seguramente nos llevará a descubrir un número importante de situaciones factibles de reconstruir. Evitando rupturas irreconciliables como las que se registran con mayor frecuencia.
Este planteo se refleja en el documento de la Carta de los Derechos de la Familia a existir y progresar como familia, es decir el derecho de todo hombre, aun siendo pobre a fundar una familia, y a tener los recursos necesarios para mantenerla.
A ejercer su responsabilidad en el campo de la transmisión de la vida y a educar a los hijos. A la intimidad de la vida conyugal y familiar. A la estabilidad del vínculo y de la institución matrimonial. A crecer y profesar su propia fe, y a difundirla. A educar a sus hijos de acuerdo con sus propias tradiciones y valores religiosos y culturales, con los instrumentos, medios e instituciones necesarias. A obtener la seguridad física, social, política y económica, especialmente de los pobres y enfermos.
A una vivienda adecuada, para una vida familiar digna. El derecho de expresión y de representación ante las autoridades públicas, económicas, sociales y culturales, tanto por sí misma como por medio de asociaciones. A crear asociaciones con otras familias o instituciones, para cumplir adecuada y esmeradamente su misión. A proteger a los menores, mediante instituciones y leyes adecuadas, contra los medicamentos perjudiciales, la pornografía, el alcoholismo, etc.
El derecho a su justo tiempo libre que favorezca a la vez los valores de la familia. El derecho de los ancianos a una vida y muerte digna. El derecho a emigrar como familia, para buscar mejores condiciones de vida.
Deseo fervientemente este sintético trabajo les aporte valores conocidos, pero con frecuencia olvidados. La intención es tenerlos siempre presentes, porque la familia es nuestra mayor riqueza. Es el bendito rincón donde deben morir las penas y preocupaciones. Y alborozada elevar y alimentar a sus integrantes con el néctar del amor incondicional.