La vida trae consigo un "libreto" muy personal que sin equivocarse distribuye. Su cotidiana lectura y puesto en práctica se evidencia en hechos concretos de diferente tenor, pero igualmente importantes para quién lo plasma con esperanza, y lo escribe con letras derechas o torcidas en el camino que le toca construir.
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La vida trae consigo un "libreto" muy personal que sin equivocarse distribuye. Su cotidiana lectura y puesto en práctica se evidencia en hechos concretos de diferente tenor, pero igualmente importantes para quién lo plasma con esperanza, y lo escribe con letras derechas o torcidas en el camino que le toca construir.
Pero, ¿en qué consiste un proyecto de vida? Es un "objetivo" complejo y dinámico que se anhela y elabora en y con el tiempo, esfuerzo e imaginación. Es también la "alegría de saber" qué es lo que quiere ser y hacer.
Íntimo secreto deseado y proyectado en sueños e ilusiones ísin fronteras! Pero con la particularidad de la activa participación de la consciencia, prestando atención al susurro de un yo que pugna ser realidad y obviamente se entrelaza con una raíz motivadora. Es decir, prestar atención, creer y saber leer intención, capacidad y momento, para ir desarrollando el proyecto en medio de determinada circunstancia.
Es un derecho irrenunciable al que está sujeto todo aquel que pueble este mundo y, que mínimamente debe intentar para cosechar sus beneficios en lo individual y o colectivo. Sus naturales condiciones de loables propósitos, sin ignorar su repercusión en una sociedad organizada que propende al bien, imponen una exigencia de mayor participación. Que no necesariamente tiene que relacionarse con lo material, más bien su anclaje está en la fortaleza espiritual y psicosocial.
Un proyecto de vida compromete a la razón, a la emoción y a la perseverancia. En ello se manifiesta todo un abanico que el tiempo y el empeño construyen y abalan... no siempre en silencio.
"El que tiene claro los que, soporta los como" dice Friedrich Nietzsche. Es probable que en esta aseveración esté la respuesta a tema tan complejo como decisivo en la vida.
Analicemos. El que antepone dificultades o excusas al proyecto que tiene por delante, íya comenzó mal! Desde luego que debe estudiar detalladamente lo imaginado y pensado, evaluando lo positivo y las dificultades. Pero sin abandonar el proyecto, mirando el objetivo con optimismo. Cuando se comienza mirando impedimentos, sin balancear las posibilidades de logros, termina siendo una manera de justificar el no intentarlo. A mi entender, improductivo y frustrante. Aunque claro está, que de ninguna manera implica toda una vida de consideración y reiterados aplazos.
Tener presente que las dificultades siempre están, pero que estas no superan a la fuerza creadora de "el que tiene claro los que" perseguida y esperanzada; sin permitir ser vencida por los "como". Que con claridad deben ser superados... ingenio mediante. Gandhi decía: "La fuerza no viene de la capacidad corporal, sino de la voluntad del alma".
Valor enorme a tener en cuenta, reserva oculta que aguarda y tiene presencia toda vez que se la convoca. Esto es lo que tantas veces se repite: "Cree en ti" y proyecta tu vida. Una frase anónima dice: "El éxito ocurre cuando tus sueños son más grandes que tus excusas". Qué gran principio, vale tener en cuenta en esta realidad desbastadora de mala onda.
Finalmente recordar que "un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto". Y existiendo tantas oportunidades para hacer realidad los sueños, tal vez sea conveniente creer más en que es posible, al menos para retardar la vejez. Entonces, manos a la obra, que entre las dificultades se encuentra la oportunidad.