¿Por qué comienzo con esta frase? En el período anterior a Cristo, filósofos como Séneca (4-60 A. C.); autor de la frase, dejaron impresas para todos los tiempos palabras que son verdaderos manuales de una forma de vida práctica, lógica y evidente. Su contenido es amplio, exquisito, completo, profundo, resumiendo lo que a continuación deseo poner en evidencia para nuestros tiempos.
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¿Por qué comienzo con esta frase? En el período anterior a Cristo, filósofos como Séneca (4-60 A. C.); autor de la frase, dejaron impresas para todos los tiempos palabras que son verdaderos manuales de una forma de vida práctica, lógica y evidente. Su contenido es amplio, exquisito, completo, profundo, resumiendo lo que a continuación deseo poner en evidencia para nuestros tiempos.
Refuerzan el concepto otros autores que a continuación mencionaremos. Y vamos de comienzo a grandes maestros de la filosofía, partiendo de Sócrates; muy anterior a Séneca. Para ello nada mejor que hacerlo con la célebre frase: “Conócete a ti mismo”. Lo que nos conmina a no mentirnos como solemos hacer, permitiendo enfrentar de buena manera el complejo camino de la vida con sus luces, sombras, misterios y adversidades.
Ubicándonos en espacio, tiempo y circunstancia. Con el sabio parámetro de reconocer lo que se es capaz de hacer o responder, sin deslizarnos por el peligroso camino de la impericia, imprudencia o irresponsabilidad. Haciendo esto, ya comenzamos a obrar “con viento a favor”. Se anticipa a este concepto Píndaro (521-441 a. c.) cuando enfáticamente afirma “Sé lo que eres” y el valor de trabajar sobre esas capacidades haciendo rendir sus frutos.
Sin impostaciones ni mentiras que debilitan toda posición. Es decir, la importancia de ¡ser auténtico! Heráclito (576-480 A. C.) dice: “Si no esperas lo inesperado, no lo reconocerás cuando llegue”. Estar atentos es una condición sine qua non que ayuda a prevenir, evitar o anticiparse a los hechos. O más bien es aprovechar “el viento a favor”. ¡La vida no espera! “Dios nos hizo perfectos y no escoge a los capacitados. Hacer o no hacer solo depende de nuestra voluntad y perseverancia” Einstein.
Está claro, son dos valores fundamentales a la hora del compromiso y participación. La voluntad y perseverancia aseguran una acción cuyo resultado siempre es positivo; al menos en la intención. Los justificativos o excusas no son buenos, porque tarde o temprano aparece la evidencia de poca voluntad invertida, allí está la consecuencia de “no conocer el rumbo”. “Un pájaro en el árbol nunca tiene miedo que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus alas” Anónimo. Confiar en nosotros es sumamente importante por la fe con la que emprendemos o realizamos un hecho o acontecer. La seguridad diría es contagiosa, su convicción y esperanza ayuda a la comunidad en cuanto buen proyecto se intente.
“No abandones cuando todavía tengas algo que dar, porque nada termina realmente hasta que dejas de luchar”. Anónimo. En todo proyecto, el empeño en lograr objetivos se convierte en pieza central en la iniciativa. La energía invertida se evidencia no solo en el resultado, también en el camino recorrido para lograrlo. Haciendo la diferencia entre lo fácil y posible y lo complejo pero realizable, confianza mediante. “Tú eliges tus creencias, pero de todas ellas te recomiendo una en especial: cree en ti”. Entonces veras de qué manera convergen la oportunidad con la preparación, a eso suelen llamar “suerte”. Aunque definitivamente podemos asegurar que sin compromiso “No hay viento a favor para quién no conoce su rumbo”. Con fe y esperanza. Buen comienzo de año.