Como nos emocionamos, como respondemos ante las diversas situaciones que vivimos nos habla de nosotros mismos, más que de las circunstancias por separado.
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Como nos emocionamos, como respondemos ante las diversas situaciones que vivimos nos habla de nosotros mismos, más que de las circunstancias por separado.
Habla de quienes aprendimos a ser. El ser no es una estructura rígida, ya lo decía Ortega y Gasset, "no existimos por separado, sino que somos parte del mundo y el mundo parte de nosotros". "Yo soy yo y mis circunstancias".
Tanto el yo como las circunstancias son cambiantes. Somos esa construcción dinámica entre un Yo, otros, el espacio, el tiempo, el campo, la historia; un complejo entretejido. Y en esa complejidad podemos hacer un zoom y mirarnos.
¿Qué dicen mis respuestas de quien estoy siendo?
¿Qué dicen mis emociones sobre mi madurez? ¿Estoy en el niño o estoy en el adulto?
Las personas creen que la adultez deviene de la edad. Verdaderamente, he conocido pocos adultos. Otro día desarrollaré el concepto del estar en el adulto.
Hoy quiero traerte el tema de la frustración. A menudo recibo padres en terapia, preocupados por el perfeccionismo, la baja tolerancia a la frustración de sus hijos. Como si ellos se nutrieran de un campo lejano a ellos mismos - sus padres, cuidadores, entorno.
El tema de la baja tolerancia a la frustración es global
Vivimos en una cultura voraz, diría Norberto Levy. Todo es vertiginoso. Todo tiene el sentido del ya. Sin procesos, sin esfuerzos.
La frustración, cuando es una respuesta saludable, solo me avisa que hay una disonancia entre mis expectativas y la realidad. Una lectura de la realidad me ayudará a revisar si debo cambiar las expectativas o si es mejor fluir en ese devenir.
Cuando la frustración no responde a su versión saludable, es la expresión del no aprendizaje al respeto por: el otro, lo otro, lo que me excede, lo que es diferente a mis expectativas. Si estoy en el niño responderé con caprichos y mucho enojo. Y si acumulo frustraciones, enojos, ya no podré estar en el presente, en mi mejor versión. Iré cargado. Agobiado. Decepcionado, irascible.
El mundo ¿debe ser como yo quiero? ¿Por qué reniego tanto? ¿Qué me pierdo cuando me quedo frustrado?
La frustración puede ser una respuesta que me detiene en el crecimiento o puede ser una fuente de creatividad. Freud decía que la frustración es el motor para el desarrollo psicológico.
Algunas sugerencias para acompañar esos momentos donde las cosas no salen como esperas.
Primero, con esta o cualquier otra emoción: "Reconocerla". Poder verla. Si me juzgo o espero de mi algo distinto a mi ser. Si me idealizo, si juzgo o critico, será más difícil reconocer lo qué es. Más si nos exigimos perfeccionismo o tenemos un yo muy ideal. A veces vernos en nuestras emociones puede ser disonante a lo que me gustaría ver de mí. Pero, si somos humanos, experimentaremos con mayor o menor medida, con mayor o menor conciencia todas las emociones. Incluidas las que nos dan vergüenza o rechacemos.
Es fundamental también poder desarrollar una conciencia del límite personal. Reconocer mis fronteras sin sentir que eso me limitan. Los límites nos protegen, nos organizan. Están a nuestro servicio.
Si tengo conciencia de límite, será más fácil poder saber que está a mi alcance y que no. Si es posible ahora o más adelante, así como también si eso no fuera posible.
Desarrollar más humildad, de modo tal de no tomar nada como personal. Incluso si pareciera dirigido a mí. Todo aquello que me va marcando un No, me va llevando a otros cauces, así como un río que fluye en nuevos lechos.
Fluye con la vía. Di gracias a todo. Se invulnerable. Redirige las velas de tu nave. Fluye con la vida.
(*) Licenciada en Psicología; coach ontológico profesional; magister en Salud Pública con mención en Atención primaria de la salud; especialista en Salud Pública; consteladora; facilitadora en procesos de comunicación, resolución de conflictos, expansión de la conciencia, liderazgo; coordinación de grupos y conciencia de redes; y facilitadora en entrenamientos a líderes en gestiones de oratoria y comunicación. [email protected], cel. 3884416256.
