24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Que tu billetera no caiga en las redes y necesidades ficticias

Martes, 13 de agosto de 2024 01:02

Por FEDERICO MARCO

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Por FEDERICO MARCO

El término redes hoy es común y utilizado por todos nosotros sin importar clase social o edad, es un mundo de interconexiones infinitas en las que las fronteras no existen.

A esto hace dos décadas aproximadamente le llamamos aldea global, pero si bien el término redes puede tener distintos usos, en el que aquí nos queremos detener es en la interconexión que los humanos podemos tener en el universo, sobre todo por uso de dispositivos y plataformas.

El punto es que una red no solo conecta, sino que además de conectar, va creando un tramado que atrapa y muchas veces ni somos conscientes de cuanto eso influye, son las mismas conexiones las que forman conceptos, ideas y todas aquellas cosas que terminarán siendo aspiraciones en nosotros.

De pronto ver vidas ajenas o tendencias globales comienzan a crear necesidades ficticias en las que generalmente caemos y lo más grave es que generalmente es solo por sentirnos parte, porque si algo está claro, es que vivimos en una era en la que existe una capacidad única de mostrar a través de las redes una realidad virtual, pero nuestro nivel de gastos es real aunque el resto sea virtual.

Esto transformó nuestras formas de pensar, de vivir lo cual modificó la idea sobre aspectos que afectan nuestra economía.

La necesidad de poder subir contenido a las redes es proporcional a nuestra billetera y en ese punto no somos parte de la red, sino es que no caímos en la íya! es tanta la presión de llegar a estándares de vida publicados, y personas que nos influencian en modas y gustos de las cuales incluso sabemos poco o naday que además embargaron por completo nuestra economía.

La posibilidad de ser honestos, en cuáles son nuestras necesidades, nuestros verdaderos gustos incluso a cuáles grupos realmente queremos pertenecer, nos deja afuera de la red.

Preferimos vivir en un estado de hipnosis permanente, sacar préstamos para viajar, pagar una prenda muchas veces su valor solo por su etiqueta y muchas otras cosas.

Finalmente dos trabajos no alcanzarán, nuestros hijos viven una dimensión que no sabemos si de adultos podrán sostener, y nuestras vidas tienen una dependencia masiva a lo que los demás decidan o lo que es peor ni ellos viven, pero nos vendan como que sí, o como lo necesario.

Esto además de una reflexión es un pedido para producir un giro total, un cambio drástico respecto a cuál es la realidad versus la virtualidad.

La solución no radica en no utilizarlas, en absoluto son una herramienta magnífica para casi todo, no tan solo relaciones humanas, también conocimiento y como por supuesto un mercado al que podemos acudir para vender o comprar productos.

La solución está en interpretarlas, en conocer cuál es su verdadera dinámica, seguramente luego de entenderlas, habrá menos contactos, o tal vez nuevos contactos, el número de seguidores y seguidos tiene que tener un fin y no ser una necesidad de pertenencia, aquellos que aporten y no los que me atrapen.

Seamos honestos con nuestras vidas y nuestras posibilidades genuinas, incluso nuestros gustos y maneras de pensar. Para terminar dejo este fragmento de una antigua carta, una carta en la antigüedad era la forma de conectarse, podríamos decir que influenciar era mucho difícil desde la imagen dado que una carta ofrecía conceptos pero no alteraban nuestra apariencia exterior, sino más bien nuestra alma.

Este líder lo hace siguiendo también la idea de ser una influencia, pero correcta guiada por lo trascendental y no lo efímero, e incluso cuando la escribe estaba privado de su libertad, y eso creo que muestra su estado de análisis sobre seguramente su pasado, habiendo sido escrita hace miles de años su vigencia es fabulosa. "Por último, consideren bien, todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin todo lo que sea excelente o merezca elogio" (apóstol Pablo año 60 D.C. Roma).

Observemos que repite siete veces la palabra "todo". En su cultura hebraica el siete simboliza lo perfecto y creo que no fue al azar, o sea decidamos perfectamente "todo" aquello que será un bien y no las imposiciones de una sociedad guiada solo por el deber ser, básicamente existen muchas formas de manejar nuestra economía pero la peor de todas será seguir las tendencias de un mundo que no es real.

La Fundación Luz de Vida agradece a Federico Marco por este valioso artículo.

La Fundación trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería, contención familiar y grupos terapéuticos llamados "Grupos de luz". íContáctenos! Jorge Newbery 508, San Salvador de Jujuy. Comuníquese al 388-4479595, o ingrese a nuestra página de Facebook e Instagram: Fundación Luz de Vida. íEstamos para ayudarles!

 

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