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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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De soledades y finales que abren nuevos tiempos

Miércoles, 08 de mayo de 2024 01:04

Pocas cosas deben ser tan dolorosas como quedar solo cuando todas las preguntas vienen a tu mente.

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Pocas cosas deben ser tan dolorosas como quedar solo cuando todas las preguntas vienen a tu mente.

Pocas cosas deben ser tan angustiantes cuando ninguna de esas respuestas viene en los códigos que maneja tu mente.

Pocas cosas deben ser tan frías como la soledad no elegida desde nuestra humanidad.

Pocas cosas deben ser tan tristes como la sensación de fracaso, de duda.

Mientras escribo esto, pienso en Juan el Bautista. El precursor, una voz en el desierto que clamaba. Fiel a su conexión con la fuente.

Desde su humanidad no imagino a Juan eligiendo la prisión. A él, que era libre, que respiraba la vida, que sentía el viento del desierto, el sol, el amanecer; que comía liviano, fresco.

No me imagino a Juan eligiendo callar su voz. Porque nuestra voz es mucho más que palabras.

Nuestra voz es la manifestación de quien Soy, de qué me habita. Es la manifestación de mi propósito, de para qué estoy.

Esto lo saben quienes en alguna etapa de su vida no pudieron sacar su voz, decir lo que sentían y pensaban. Esto lo saben los que tras el silencio de las palabras vivían la intensidad de tanto verbo en el interior.

Esa voz libre, sin miedos, esa voz poderosa. Esa voz magnética que invitaba a los corazones vivos a oír, ahora era acallada por la prisión, por el silencio.

Y como en muchos órdenes de la vida, cuando después de manotear te entregás a la nada, y te sentís morir...

A veces la vida no es como la planteamos. Por ello no está bueno medir el éxito por los resultados aparentes. Por los resultados muchos pueblos podrían sentir que la colonización los sometió. Habrá muchos aspectos que pueden haber sido sometidos, como la economía por ejemplo; sin embargo hay cosas que no las puede callar la muerte.

Hay que aprender a mirar y ver.

Mientras más cristianos se mataba, parecía que su sangre se transformaba en semilla. Es doloroso. Para mi inentendible la necesidad de poseer hasta despojar un pueblo de su vida, de sus tierras, de su aire, de sus aguas.

Hay quienes parecen humanos, pero no creo que tanta vanidad pudiera habitar un corazón.

Hoy les escribo a quienes se sienten morir, que ven sus esperanzas caídas, que no encuentran respuestas.

Hay destinos insondables, ante ellos me inclino, los honro. Por sobre el entender elijo la paz. No se vende, ni compra. Asentir no es resignarse, es comprender lo misterioso de la vida y ver que somos un entramado conectado para atrás y para adelante.

El fin de algo siempre es un nuevo comienzo. Vuela como el águila, muere tantas veces lo necesites. Hay tránsitos de soledades fértiles.

(*) Licenciada en Psicología; coach ontológico profesional; magíster en Salud Pública con mención en Atención primaria de la salud; especialista en Salud Pública; consteladora; facilitadora en procesos de comunicación, resolución de conflictos, expansión de la conciencia, liderazgo; coordinación de grupos y conciencia de redes; y facilitadora en entrenamientos a líderes en gestiones de oratoria y comunicación; [email protected], Cel. 3884416256.

 

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