El docente de la Universidad Nacional de Jujuy, David Ezequiel Medina, obtuvo recientemente el Premio Balseiro a la Investigación Joven, por su trabajo en forestación del programa Árbol y Vida que lleva adelante en Santa Catalina y Yala, y su tesis doctoral que la impulsó. Logró forestar, investigó y desarrolló la reproducción de dos especies de queñoa, que hasta entonces no se podía, sumando un aporte científico que busca publicar.
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El docente de la Universidad Nacional de Jujuy, David Ezequiel Medina, obtuvo recientemente el Premio Balseiro a la Investigación Joven, por su trabajo en forestación del programa Árbol y Vida que lleva adelante en Santa Catalina y Yala, y su tesis doctoral que la impulsó. Logró forestar, investigó y desarrolló la reproducción de dos especies de queñoa, que hasta entonces no se podía, sumando un aporte científico que busca publicar.
Medina es docente de la cátedra de Ecología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Unju, mientras realizaba su tesis doctoral de conservación y restauración de bosques de queñoa comenzó la iniciativa. "Tenemos un proyecto llamado Árbol y Vida que surge después de que inicio el trabajo de doctorado. Con el equipo venimos trabajando desde hace dos años en producir especies de árboles en peligro de extinción que plantamos en diferentes sectores", explicó.
EN EL SENADO | LUEGO DE RECIBIR EL PREMIO BALSEIRO EN INVESTIGACIÓN JOVEN.
El ingeniero agrónomo jujeño recibió el premio en la XVI edición de los Premios Balseiro en la categoría Investigador Joven, en una ceremonia que se realizó en el Senado, siendo el único jujeño galardonado con este reconocimiento a la innovación nacional, por su proyecto de triple impacto y aplicación concreta a un problemas de la sociedad.
El proyecto de forestación lo lleva adelante con un equipo y el primer año lo hizo en Maimará, Tilcara, Tumbaya y actualmente hace énfasis en Yala y Santa Catalina con las comunidades originarias del lugar, porque allí están las especies en peligro de extinción de queñoa y hay bosques más macizos. Trabaja con el género "polylepis", por lo que se enfoca en dos especies, "polylepis australis" y "polylepis tomentella". Con su equipo hacen reproducción en viveros que construyen, acciones de educación ambiental y capacitan a la comunidad.
CON COMUNIDADES | SUMÓ COMUNAS Y GENTE ALIADA PARA FORESTAR.
"Estas especies son de la zona, una de las características es que son de difícil producción en vivero. Eso es también lo que nos da este premio, porque se encontró que se pueden producir a gran escala. Lo hicimos de hecho, así que estamos contentos con este descubrimiento, es un aporte para la ciencia", explicó Medina.
El grupo está integrado por tres líderes que lo acompañan en esa tarea, cuatro viveristas que hacen parte de la producción para Yala y otros dos estudiantes de Humahuaca que lo hacen para reforestar en Santa Catalina, donde hay tres integrantes más, además de técnicos.
JUNTO A UN EJEMPLAR
Este proyecto está enmarcado en un programa internacional de conservación de bosques alto andinos denominado "Acción Andina" que lo financia, y la Universidad Nacional de Jujuy (Unju) aporta para movilidad y combustible, etc. En el desarrollo logró alianzas con organismos provinciales y municipales, además de tesistas. "Venimos bien. Lo que planificamos para este año es plantar 70 mil arbolitos y dividirlos en Yala y Santa Catalina, y con el tiempo ver si podemos ir avanzando hacia otras zonas de la Puna u otros lugares", afirmó. Ya había obtenido el premio "San Salvador" por implantar 2.100 árboles.
Explicó que generó interés en conservarlos en otras comunidades y producir acuerdos. Se eligió Yala porque tiene un bosque degradado y una cuenca, donde esta especie no se estaba regenerando, por lo que si desapareciera complicaría la conservación del agua.
REPRODUCCIÓN | DE LA ESPECIE Y ARMADO DE PLANTINES.
La queñoa está en peligro de extinción debido al cambio climático y actividades humanas: incendios, ganadería sin cuidado y la tala sin que se reforeste. Está en peligro en Latinoamérica, por lo que desde Colombia hacia el Sur también se viene trabajando en este proyecto hasta Argentina, incluyendo los países sobre la cordillera. De hecho, recientemente organizaron un encuentro desde Proyecto Árbol y Vida en Agrarias, con amplia asistencia que superó el centenar de asistentes de la región.