En estos últimos tiempos, la tristeza me acompaña y algunas cosas voy aprendiendo y quiero compartirlas con vos. Hablar de nuestros sentimientos muchas veces es complicado. Incluso sentir, en general, puede suponer un reto para muchos. Somos seres sociales, repletos de emociones que durante nuestra vida aprendemos a controlar, aunque hay algunas que nos cuestan más que otras.
inicia sesión o regístrate.
En estos últimos tiempos, la tristeza me acompaña y algunas cosas voy aprendiendo y quiero compartirlas con vos. Hablar de nuestros sentimientos muchas veces es complicado. Incluso sentir, en general, puede suponer un reto para muchos. Somos seres sociales, repletos de emociones que durante nuestra vida aprendemos a controlar, aunque hay algunas que nos cuestan más que otras.
La tristeza es una emoción natural y normal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Es una respuesta emocional a situaciones difíciles, como la pérdida, el cambio, la decepción, el estrés, entre otras.
Reivindiquemos nuestro "derecho a estar tristes", a experimentar una de las emociones que más miedo nos da sentir. La tristeza es parte del necesario balance del que nuestras emociones se nutren. Simplemente, no podemos saber si somos felices si no conocemos la tristeza. Aunque puede ser dolorosa y desagradable, es importante recordar que es una parte normal de la vida y que no deberíamos tenerle miedo. Hay varias razones por las que no deberíamos tenerle miedo a la tristeza. Por ejemplo, nos ayuda a procesar nuestras emociones, nos permite reflexionar sobre nuestras experiencias. Nos permite tomar el tiempo para pensar en lo que hemos perdido y en cómo podemos seguir adelante.
También nos hace más empáticos y compasivos, porque cuando experimentamos la tristeza, podemos entender mejor cómo se sienten los que están pasando por situaciones similares. Nos hace más fuertes, aunque la tristeza puede ser difícil de experimentar, también puede hacernos más resistentes. Nos enseña a lidiar con situaciones difíciles y a ser más resilientes ante las adversidades. Además, puede ser un catalizador ya que a menudo, nos impulsa a hacer cambios positivos en nuestra vida. Puede motivarnos a buscar ayuda, y mejorar nuestra situación.
En resumen, la tristeza como decía al principio, es una emoción natural y normal que no deberíamos temer. En lugar de evitarla, es importante permitirnos experimentarla, procesarla y aprender de ella para poder seguir adelante. Cuando somos capaces de sentir todas nuestras emociones, nuestra vida tiene significado y propósito.
Si evitamos sentir, perdemos frecuentemente el contacto con nosotros mismos y con quienes somos. Nos inquietan muchas cosas, pero asumir y aceptar todas estas realidades internas es algo necesario.
A veces lo único que podemos hacer es no empeñarnos en separar o aislar la tragedia de la felicidad sino dejar que convivan juntas puesto que eso es la vida, una mezcla de emociones. Aunque al final de la vida, cuando mirás atrás, casi siempre encontrás, seguramente, más motivos de felicidad que de infelicidad. No nos obsesionemos con la idea de "estar siempre al 100%" porque es completamente imposible. Permitámonos esos instantes de tristeza. Namasté. Mariposa Luna Mágica.